My first memory

Palabras al viento

Nunca pensé en un cambio, en realidad no era algo a lo que me podía acostumbrar, convirtiéndose una situación completamente ajena a mí, no me gustaba pensar en el futuro porque siempre me causaba nostalgia y miedo, mucho miedo. Imaginar todo lo que pasará después del colegio, las responsabilidades, los padres ya no tan jóvenes, ser el ejemplo de mi hermana menor, escoger una carrera que me sea interesante para el resto de mi vida y donde el dinero sea una ventaja, preguntarme si lograre todo lo que sueño, la constante posibilidad de que el mundo se acabe algún día, el universo entero a mi alrededor más un millón de preguntas rodeándome constantemente, todas y cada una de las ellas dejando una duda en mi cabeza, aquellas que me quitaban el sueño y me provocaban esa sensación inexplicable en el estomago.

Estas cosas, las cuales, ahora que lo pienso, ya no he vuelto a retomar. Las veces que miro al pasado son las que me doy cuenta de lo sorprendente que es la influencia de nuevas personas, nuevas expectativas y puntos de vista, todo por más simple que parezca puede cambiar el rumbo de tu vida cotidiana en un abrir y cerrar de ojos.

Estaba acostumbrada a lo que vivía, mis días no eran del todo sorprendentes, pero al mismo tiempo para mi eran ese ''todo'' que por alguna razón siempre me hacia feliz. Mi mejor amiga la de siempre Dagmar Macias (a la cual si nombrare como tal), era alguien a quien también me había acostumbrado, una persona con la que compartía un mundo entero, teníamos muchas cosas en común y siempre pasábamos juntas. Las dos llevabamos una vida simple, sin novios, ni salidas por las noches, ni piyamadas, ni reuniones, sin salidas al cine, y con padres muy ''cuidadosos'', a diferencia de las demás compañeras, las cuales ya tenían una lista tan larga de EX que no cabía ni en su diario personal, si es que lo tenían; pero estábamos acostumbradas a ello, no era ninguna novedad que nos dijesen ''anticuadas" o que simplemente no formemos parte de esos grupitos que se creían el TODO PODEROSO, por faltar el respeto a quien pase a su lado y por hacer lo que se les venga en gana, cosa que cabe recalcar no era para nada un beneficio personal.

Siendo sincera me había acostumbrado a tener o estar rodeada de situaciones que no pasarán de mis expectativas, y todo lo que pueda pasar de estas, me aterraba.

Y fue entonces cuando surgió un cambio... Uno que puso mi pequeño mundo de cabeza, esa chica, a la que yo llamo mi mejor amiga, fue cambiada de paralelo. Este suele ser un tema común en el colegio, y muchas personas, en especial los adultos; suelen decir cosas como "no es fin del mundo" o "se verán en los recreos", pero para mi, era un total desastre. Obviamente me sentí triste al principio, no veía la hora para correr a recreo y poder conversar sobre mi fin de semana o alguna que otra canción de Jack Frost que haya oído (mi personaje de ficción favorito), pero por alguna puñetera razón el tiempo iba mas lento que una tortuga con un mono tipo Jorge el curioso encima de su caparazón, y eso me causaba mas tristeza y menos concentración.

Los meses pasaban y otra noticia se hizo oficial.

- Tu papa va a organizar últimos papeles para sacar la casa, reza para que todo salga bien y los aprueben... - realmente no fueron las palabras exactas, pero yo lo recuerdo así.

Al principio no fue gran cosa, pero después me dieron la noticia que tras ser aprobada (lo cual fue una felicidad inmensa pues al fin tendría una casa propia), habría que cambiarme de colegio; porque a parte de vivir muy lejos de la institución actual, debía escoger otra especialización, ya que la que tenía no era de mi agrado; creí que el mundo se me venia encima.

Fue uno de esos momentos en los que te preguntas si la vida lo hace a propósito, ya que en ella hay muchos cambios y yo no podía huir para siempre, pero... de todos modos me parecía algo demasiado brusco para poderme acostumbrar de la noche a la mañana.

Con el tiempo la idea de estar separadas me convencía mas, esta vez por diferencia de colegio y una gran distancia, la cual no seria tan fácil alcanzar para ciertas personas, y lamentablemente ella estaba en el grupo de esas ''Ciertas''. Sabia que el reto estaba por comenzar, y por eso todos los momentos que teníamos que aprovechar eran mas importantes que cualquier cosa que se nos pasara por se hiciera presente cuando pasábamos juntas, o al menos así yo lo pensaba.

Recuerdo las veces en las que nos peleábamos, las que sin exagerar, fueron muchas, pero siempre volvíamos a estar juntas, y ¡cuantas cartas de disculpas no tengo ya!, pero aun creo que fue la amistad mas valiosa que he podido tener.

He llegado a darme cuenta que las mejores personas son las que llegan a tu vida sin que las busques... ella me demostró eso, y créanme que fue un gran tesoro, con muchas experiencias que nunca olvidare.