¡La Princesa Carmesi!

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Despues de pensar mucho en lo que habia sucedido decidi dar una oportunidad a las palabras de akeno y entrenar un poco.
No creia mucho en lo que habia dicho pero...
Por dentro sabia que algo malo pasaria.
Fui al gran parque tunji donde estaba akeno viendo sus alas
Corri hacia ella y trate de ocultarlas para que nadie las viera.
Akenp se levanto, fue hacia una anciana y paso sus alas por su cuerpo.
La anciana no demostro ninguna actitud extraña y lo peor no tenia miedo, era como si no pudiese verla.
"Al ser un angel, los humanos no pueden ver mis partes no humanas, solo los morphus y otros angeles podemos reconocernos entre nosotros"
Dijo akeno con una mirada fria que penetraba hasta lo mas profundo de mi.
"Debes liberar tu magia si quieres vivir" dijo akeno
Y al terminar la frase volo hacia el cielo y cuando estaba en un punto donde nadie podia verla
Recito unas palabras y de repente a los alrededores del parque el cielo se oscurecio.
Akeno habia puesto un "conjuro" alrededor del parque para que nadie sospechara nada y mas importante, para evitar que nuestro enemigos entraran.
"Listo vamos a darlo todo"
Dijo akeno y al acabar empezo a atacarme con pequeñas lanzas de luz que al parecer eran mortales.
Solo lograba desviarlas un poco
Eso de verdad me enojaba mucho pues, toda mi vida me trataron como un debilucho.
Asi que saque mis alas y sin pensarlo 2 veces ataque a akeno a una velocidad increible.
Me senti magnifico pero, akeno no se levantaba del suelo, estaba muy herida a causa de mi golpe y es que sin saberlo.
La habia atravezado con una lanza alrededor de su corazon.
Rapidamente la lleve a mi cuarto donde desesperadamente trataba de ayudarla pero...
Todo era inutil, decidi recostarme a su lado pues asi me lo pedia akeno.
Luego solo me dijo
"Ves de lo que te adverti?
Quieres salvarme?
Hay una manera"
Sus palabras salian con una voz muy apagada asi que decidi hacer lo que decia akeno.
la lleve rapidamente junto a un circulo que vi en el suelo, el cual sin yo saberlo era una fuente que curaba las heridas causadas, pero que solo funcionaba una vez.
arroje a akeno en aquella fuente y esta sano de imediato.
akeno salio de la fuente y me pidio que fueramos a mi casa y durmieramos.
yo acepte.
Al amanecer akeno se veia muy feliz y su herida habia sanado por completo, me sentia feliz por ella asi que decidi que siempre la protegeria sin importar por que tuviera que pasar.
Akeno se desperto, me abrazo y con una voz delicada me dijo
"Lo hice bien? Fui muy poco para ti?"
Yo la mire a los ojos y le dije
"Fue una escena perfecta"
Ella sonrio y me beso mientras lloraba de la felicidad.
Despues de esto decidio revelarme que no solo era un *angel sino que era la princesa del templo del cielo.
Era la princesa carmesi.

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