El ángel de las muñecas marcadas.-

Between heaven and hell.-

Me desperté agitado.
Otra vez esos sueños.
Miré a mi alrededor y me percaté de varias cosas:
La primera,que tanto la casa como yo estábamos hechos un desastre; la segunda,que estaba en la cama,y la tercera,que había bebido demasiado.
Me alegré de estar en medio de esa jungla amazónica y no con Elliot, al menos no por el momento.
Después de plantearme el gran dilema de si dormirme otra vez o despertarme del todo y limpiar toda la pocilga,me decanté por la segunda,por lo que me fui a duchar.
Ducharse es una buena manera de despertarte por la mañana y organizar una lista mental sobre los planes para el día de hoy,y eso hacía yo mientras me enjabonaba el pelo.
5 minutos después salí con la pinta de un atractivo hombre y no un simio con un olor asqueroso.

Después de pasarme una hora limpiando,me tumbé en el sofá agotado mientras miraba cómo había quedado todo. Sonreí satisfecho: ahora sí que se podía pasar del salón al baño sin que hubiera montañas de ropa obstruyendo el paso.
Sonó mi móvil y lo cogí: era Alice,la secretaria de una de las oficinas de almacenamiento de almas.
- Hola cariño,tengo un recado para ti. Tienes que ir a por alguien,y esta vez es neutro- soltó con voz relajada. Se la notaba feliz,eso es bueno. No es aconsejable sacarla de sus casillas cuándo no duerme.
Creo que adivinó lo que me ocurrió esta mañana,ya que tardé en contestar al estar absorto en mis pensamientos. La oí coger aire,y con voz preocupada preguntó:
- El nombre del nuevo encargo se llama Elliot,has vuelto a soñar esas cosas?
- Sí,esta vez fue doloroso,y ya sé que es raro viniendo de un ángel,pero lo fue -cogí una silla y me senté- ,pero últimamente la intensidad aumenta y los clientes sufren más.
- Y tus marcas? -preguntó pillándome desprevenido.
- Eso no importa. Venga,cuéntame la vida de Elliot -me rasqué la nuca nerviosamente mientras rogaba que lo olvidara.
Me quedé mirando a la ventana,que me ofrecía una agradable vista del exterior. No quería decirle que tanto las marcas como mi fuerza han aumentado. Alice es la única que lo sabe,aparte de Taylor,mi mejor amigo,y también sabe que me salvé del Inframundo por ser un caso especial.
Soy un ángel guardián de la muerte,y mi objetivo es cuidar de la persona con la que tengo sueños.
Dependiendo de sus decisiones a lo largo de mi cuidado,tengo que protegerlo de demonios u organizar su muerte. Es cruel,pero es mi trabajo.
En pocas palabras,soy un híbrido,y como uno,poseo tanto poderes del Cielo como el Inframundo. Tengo un ala blanca y otra negra,como el ying y el yang.
Creo que me quedé demasiado tiempo absorto en mis pensamientos,porque no escuché nada de lo que Alice me había dicho.
- Perdona cielo,qué decías?
- No has escuchado nada verdad? -suspiró resignada- decía que tienes que venir a la oficina para informar a los superiores de los sueños, ayudarme con el papeleo e ir con Elliot.
- Vale. Y por cierto,sabes algo de Taylor?
Oí que tragaba saliva y la respiración se le ralentizaba.
- Alice,por favor,dime si sabes algo de él. Hace mucho que no da señales de vida.
- Está en cuidados intensivos -dijo en un suspiro.
Me puse tenso al instante. Qué había pasado? No me habían informado de nada. Tengo que verle.
Pero Alice adivinó mis pensamientos,porque carraspeó,ya seria.
- Para el carro,el trabajo es lo primero -dijo cortante-, así que mueve ese culo de camino al departamento,o serás mi nuevo conejillo de Indias para mi pirotecnia -dijo,y colgó sin darme tiempo a decir algo.
Me quedé con el móvil en la oreja atónito,mientras escuchaba el pitido de una llamada finalizada.
Me levanté de la silla,cogí las llaves de la encimera y fui de camino a la oficina.
No sé porqué no me contaron lo de Taylor. Joder, es mi mejor amigo.

Me encargaré de ir a verle,y de la vida de Elliot.