A little thing called love || l.s OS

Dear, I let my mind remember you.

Harry quería tomar la mano de Louis el día que lo vio llegar al mismo hospital en el que él residía, recostado contra una camilla con sangre brotando de su labio inferior. Tenía la marca de un golpe sobre su pómulo derecho, sus ojos estaban cerrados.

Parecía inconsciente. Harry creyó que sería la última vez que lo vería luego de tanto tiempo.

Llevaban separados un año y tres días, él no perdía la cuenta.

Pasó una semana hasta cuando volvió a verlo en el mismo hospital, caminando por los pasillos, intentando reconocer a alguien y mantener una conversación. Harry lo espió, observó cada pequeño movimiento que Louis hizo. Sonrió cuando lo vio con Lacey, la niña más pequeña del hospital. Al parecer habían encontrado un tema del cual hablar.

Louis solía ser genial con los niños, no ha perdido su don, pensó.

Antes de que lo internaran en aquel hospital por sus cambios de personalidad, juró que su roto corazón luego de la ruptura con Louis seguiría perteneciendo a él. Cada pequeño trozo que cada día perdía más y más vida al no tener a su dueño, cobró luz cuando Louis comenzó a correr su mirada por el sitio y lo vio, escondido detrás de un árbol del patio.

Harry ni siquiera intentó moverse o irse, se quedó allí viéndolo, sintiendo el aire faltar en sus pulmones cuando comenzó a caminar hacia él. Definitivamente no esperaba eso.

"¿Qué haces aquí?" le susurró Louis al verlo, con ojos apagados y tristes. Ya no tenían ese brillo que Harry tanto deseaba ver.

"Tú sabes qué hago aquí" contestó con simpleza. "¿Y tú? ¿Qué te ocurrió?" agradeció el hecho de que su voz no le haya fallado como creía que haría.

"Tú sabes qué hago aquí, Harry" repitió sus palabras, esbozando una sonrisa de labios cerrados. "Te ves bien."

"Igual tú, estás más delgado de lo que recuerdo. Más alto, también" rió. Louis rascó su brazo, por lo que el rizado corrió su mirada hacia el movimiento.

Se sorprendió. Louis tenía mordeduras allí. Lo vio correrse la manga al notar su mirada.

"Creí que habías dejado de hacer eso"

"La ansiedad me gana en algunos casos. Desde que te fuiste perdí el control" se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

Se quedaron en silencio. Louis sentía nauseas. El sentimiento desagradable de agobio comenzó a crecer en su cuerpo, provocando que caiga. Harry no fue veloz, no pudo sostenerlo.

"¡Hey!"se agachó y sostuvo su cabeza, la cual había golpeado fuerte el suelo del hospital. Las miradas de los allí presentes terminaron en ellos dos. Intentó recordar lo que había hecho las veces que aquello ocurría y ellos estaban juntos, pero en aquel momento sus recuerdos más lejanos eran los de la semana pasada. "¿Me escuchas?"

"No" susurró, tomando su rostro. Su cuerpo temblaba y nadie podía hacer nada para pararlo. Harry se vio ahogado en impotencia al no poder cambiar la situación.

"No me puedes hacer esto, vamos"

"¡No!"

Media hora después, ambos estaban en una sala especial del hospital. Louis tenía sus extremidades atadas a la camilla, Harry lo observaba.

Aún continuaba temblando, por supuesto. Cada que aquello ocurría, Louis temblaba por horas hasta que Harry recordaba qué necesitaba.

Pero no lo hacía. Y no lo hizo hasta el otro día cuando abrió sus ojos alarmado, confundido y asustado, desconociendo el lugar en el que se encontraba. Miró la camilla, miró a su ex pareja. Lo recordó.