Mi chicle favorito

Capítulo 1. Conociendo al vampiro.

Pov.

Chicle.

-Madre ¿Puedo salir a dar una vuelta por el dulce reino?.

-Sólo a dar una vuelta. No quiero que salgas del Reino, Entendido - respondió mi Madre con autoridad.

-Si Madre - dije inclinando la cabeza en señal de respeto.

Salí corriendo del palacio, era raro cuando yo salía del Palacio, normalmente mi Madre no me dejaba salir.

Amaba ver a la dulce gente.

Muchos me saludaban en señal de respeto, yo sólo me limitaba a sonreír.

Al llegar a la puerta del Dulce reino, un deseo se apoderó de mi, quería verlo de nuevo así que lentamente comenze a salir del Reino. Era la segunda vez que salía.
Caminaba por un bosque, hasta que escuché algo.

-Vaya vaya por fin puedo verte de nuevo - dijo la voz que levemente conocía.

Me apegue a un árbol.
-¿Quien esta ahí? -pregunté un poco aterrado.

-Ya te olvidaste de mi...... Chicle. - dijo la voz la cual se escuchaba cada vez más cerca.

-!!¿Cómo sabes mi nombre?!! -pregunté aferrado al árbol.

Una sombra apareció enfrente de mi.

-Tu... - dije en un momento de asombro.

...... Flasback.....

Un año atras

Mi Madre me había permitido salir del Reino por primera vez.

Estaba muy felíz.
Al principio dude en salir pero después me armé de valor para salir.

Comenze a caminar por un bosque, era un lindo día, seguí caminando por un buen rato, hasta que de los arbustos escuché un gruñido.

-¿Hay alguien ahí?. -pregunté un poco aterrado.

Me acerqué lentamente al arbusto.
De la nada un monstruo saltó sobre mi.

-Agggg - grité al sentir una mordida en mi pierna.

-Alejate de el - escuché una voz masculina

De repente otro monstruo apareció atacando al que ya hacía sobre mi.
Los monstruos desaparecieron de mi vista.

-Ayuda! -grité pero no recibí respuesta alguna.

-¿Estas bien? - preguntó la misma voz masculina de hace un momento.

Levanté la mirada y me topé con un joven de ojos negros y una piel gris, el cual hizo que mi corazón se ¿Aturdiera?

-Mi pierna me duele - dije agachando la mirada.

-No te preocupes estarás bien - dijo sonriendo el chico.
No pude evitarlo, un enorme sonrojo se apoderó de mi rostro.
De un momento a otro sentí como el joven me cargaba en sus brazos como si fuera una princesa.

-Oye - dije apenado.

-No puedes caminar ¿Cierto? - dijo el sonriendo.

-Pero no quiero ser una molestia- respondí aún con mi cara roja.

-No te preocupes estaras bien.

El joven me llevó a una casa donde vendo mi herida.

-Gracias - dije con una sonrisa en mi rostro.

-Mi nombre es Chicle - dije un poco apenado.

-Mucho gusto Chicle, soy Marshall lee.

-Gracias por salvarme.