Prólogo

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-Sigo insistiendo en que todo esto es innecesario, señor.

- ¡Claro que es necesario! ¿Sabes cuantos problemas nos ha causado esa chiquilla? Nunca en mis muchos milenios había tenido a un ángel tan desobediente.

-Esta en los años de la juventud, señor.

-¡Ninguna juventud! Eso es para mortales.

-Tiene que recordar señor, que... Selena es un caso... especial.

Las palabras del joven hicieron reflexionar al hombre.

-Ya sabes que hacer, Estiban.

Un ángel para mi |j.b & s.g|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora