Se acabó el mar de leva y los sentimientos encontrados.
Se acabó la turbulencia, la tormenta, y las aguas inquietas.
Ya no hay ríos de lágrimas ni lagunas de agua salada.
Se acabó todo eso.
Ha salido el sol y sus rayos los siento como tu sonrisa y su luz la siento como la esperanza infinita.
A ti te siento como el aire, soplando en mi frente a contracorriente.
Aunque eres más que una simple ventisca, eres una mujer huracanada.
Con la fuerza de los vientos a su favor domina mi pequeño reino.
Y tumba cuanto le place y permite cuanto le gusta.
Es un huracán magnífico, es una mujer magnífica.
Pero los huracanes también se apagan y bajan la guardia.
Espero que jamás suceda, ni mucho menos partas de mis reinos; si lo haces, llévate tu destrucción contigo, prefiero olvidar tu caos a vivir con la nostalgia de su paso.
Levanta tus aires, lleva con tus soplidos cada escombro de mi vida. Pero más que eso, llévame a tu desconocido destino.
Aquel lugar donde tus miradas catastróficas no afectan, donde tus arrasadoras palabras no cortan. Donde pueda soportar tus vaivenes, y la turbulenta vida que queda tras tu paso.
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Val
RomanceNo es más que un grupo de sentimientos viejos que alguna joven mengana me produjo. Ahora los libero, haciendo que del desierto de su recuerdo surja algo para el mundo.