Sonríeme ~ D.O Kyungsoo.

No aceptes, Kim.

"Chen, vas a decir que no. ¿Cierto?"

"Yo..."

"¿Noviazgo falso?" Pregunté irónicamente. Lo que me faltaba.

"¡Qué tornillo se le habrá soltado a la SM, hermanaaaaa!" Exclamó Jisoo haciendo reír a todos.

O a casi todos.

"No sé, hermana, están todos locos."

"¿Por qué hablan como...? Con esa voz..." Pregunto Chanyeol.

"Y a ti que te importa." Respondió de malas Young Mi mientras bebida al seco una copa de vino. "Oh, rico."

"Mimi, qué onda tu hígado hermana."

"Mi mejor amigo, el que nunca me falla."

"Iré a buscar Lemon Suju."

"Yo te acompaño Haru." Dijo Baekhyun dando un paso al frente de ella. Haru arqueó las cejas mirándolo de reojo. "¿Es que acaso te gusto que me molestas tanto? Dios."

"Me gustas."

Miramos rápidamente la escena totalmente sorprendidos. Baekhyun estaba completamente rojo, pero había algo en su mirada que no me gustaba.

Había dolor en sus ojos.

Haru dio media vuelta sin decir nada y comenzó a caminar perdiéndose en la multitud.

No se puede volver a reparar un corazón roto.
¿No?

"Baek..." Dijo Suho en susurro, pero era tarde. El moreno salió de la habitación más rápido que una estrella fugaz.

Tomé aire y cerré los ojos por unos segundos.

Me sentía extraña, sentimientos mezclados.

Hace mucho no tenía tantas ganas de abrazar a alguien.

Abuelo...

"¿Podemos hablar?"

Tenía al frente mío un moreno con su cabello oscuro levemente hacia arriba, sus labios lucían más rosados que de costumbre.

"¿Necesitas algo?" Pregunté a secas.

"Hablar contigo, por favor."

"Sí, dime. Rápido."

"________, yo..."

"No vale la pena, ya. No te preocupes." Dije mientras dejaba mi copa encima del mesón con ultra cuidado, para no manchar el mantel blanco.

"No por favor, escúchame." Sentí como su manos tomaban mi brazo con sumo cuidado.

No sentí nada.

"No sé qué quieres explicar Do."

"Siento haberme comportado como un imbécil. Sohyun, Wendy, no significan nada. Estaba molesto, pensé que no querías nada conmigo. Lo siento ______, por favor. Mírame."

Sentía muchas ganas de recostarme en los brazos de mi abuelo y llorar hasta quedarme dormida. Necesitaba un tiempo para mí, un tiempo para pensar bien las cosas.

No más guerra.

"No hay nada que explicar, es decir, tu y yo jamás fuimos nada. No es como que me hayas sido infiel. No te preocupes, ya era." Dije mientras mi voz cada vez se tornaba más fría, pero por sobre todo, débil.

"_______ me gustas tú..."

"Se nota." Dije en tono sarcástico, para abandonar luego la habitación.