Simplemente no todas las chicas tenemos ese padre llamado "heroe" a veces ese heroe tienes que ser tu mismo, nadie te salvara mejor ya que tu te conoces más que nadie en este miertero lugar y si, en ocaciones necesitasmos ese abrazo que una todas las partes rotas pero te toma un segundo darte cuenta que nunca lo tendras, tú tendras que darte ese abrazo para unir todas tus partes rotas y tendras que buscar ese pegamento llamado amor propio ya que siempre estaras solo para resolver tus problemas y aquellos que dijeron que nunca se irian, son los primeros que se marchan.
Las balas que más duelen vienen de las personas que creiste que nunca te lastimarian, esas heridas nunca sanan simplemente aprendes a vivir con ellas o bien tu eliges con cuales heridas quieres vivir.
De todas las batallas perdidas son de las que más aprendes y así ganaras la guerra, porque somos unos guerreros que con todas las batallas perdidas nuestra piel se hace más dura, nuestro corazón de hierro, nuestra alma frágil pero ala vez dura.
Una cosa es saber que nunca te han querido pero otra muy diferente escuchar de su propia boca que no te quieren.
Yo nunca he sabido lo que es tener ese padre amoroso, incondiciona, aquel que te escucha sin criticar, el que da consejos, el primero que te tiende una mano, con el que lloras por aquel chico estupido que rompio tú corazón, aquí los papeles cambiaron, justo ahora es donde lloras por ese hombre que creias era tú heroe, aquel hombre que tanto te ha hecho daño y has dejado de confiar en los chicos y no, no todos son iguales.
Quizá todos los daños han hecho que poco a poco dejes de amarte, no es que lo culpe, pero sus acciones te afectan y más de lo que crees, porque duele más una palabra que la navaja en tus muñecas.