El miedo al futuro.

22. Regreso

<Un mes después>

Estaba en el aeropuerto con Jeremy para regresar a la ciudad, estos dos meses trabaje con mi papa en su buffet de abogados de aprendiz, las chicas se fueron el mes pasado porque querían pasar tiempo con su familias, Jeremy vendrá conmigo, espero porque se mudara y consiguió un trabajo en la ciudad para estar con Alejandra, su relación se ve muy bien por lo que se nota, yo sigo sin saber nada de Aaron, trato de todo para hablar con él pero me rechaza, cuando llegue no dejare que siga así.

...

Desperté cuando sentí que Jeremy me agitaba, estábamos a punto de aterrizar así que debía abrochar mi cinturón. Bajamos y buscamos nuestras maletas. Al llegar a la recepción estaba Alex con Adam y Alejandra esperándonos emocionados.

Alejandra nos llevó a todos a mi casa, Jeremy se quedaría con nosotras mientras compraba su departamento nuevo. Al llegar los demás jugaban en la sala y nosotros íbamos a desempacar.

Mientras desempacaba en mi habitación de la cama cayó al piso un pequeño sobre que tenía mi nombre en color negro, tome el sobre y lo abrí, tenía una nota de Aaron que me entristeció pero me hizo tener muchísimas ganas de ir a verlo e insistirle que no me está lastimando, más bien mientras él me aleja me está lastimando como no tiene idea. Esta decía:

"Mira Marceline, debo ser claro y rápido porque si lo alargo no puedo hacer esto. Sé que Nick te contó lo de la fiesta, él me dijo que tu no estabas molesta conmigo pero igual soy un fiasco de hombre por hacerlo, ya te he lastimado más de lo que necesitabas, es mejor que yo me aleje y tu sigas sin mí, no sigas intentando, intentemos hacer nuestras vidas sin el otro, yo aunque me sea difícil salir con otra chica sin tener las ganas de mandar todo a la mierda e ir por ti debo hacerlo, perdóname por hacer esto, adiós..."

Guarde la carta en el bolsillo de mi chaqueta, baje a la sala, tome las llaves de mi auto y conduje hacia su departamento. Mientras conducía los chicos me llamaban pero yo apague mi celular ignorando todo a mí alrededor. Al llegar me estacione y entre en el lobby, me encontré con el recepcionista Frank, desde que salíamos el me conoce, supo que iba a ir por Aaron porque me dio una copia de sus llaves, el ascensor estaba fuera de servicio así que subí los 4 pisos por las largas escaleras. Al llegar a su puerta respire hondo y abrí, entre y estaba con una chica morena comiendo, ella al verme intercambio miradas conmigo y entendió que se tenía que ir. Al salir ella él iba a decir algo pero no lo deje porque lo acorrale en la pared y molesta pero con lágrimas en los ojos lo confronte.

-No tienes nada que decir, yo soy la que va a hablar- el me miro triste y bajo la cabeza- Si crees que por haber hecho lo de la fiesta me hiere pues te aviso que si lo hubiera hecho no estaría aquí contigo y esta carta- dije mostrándole la carta-no va a decirme que haré con mi vida y que dejare que te vayas sin decirme nada de frente pues ¿qué crees? No lo hará.

-ENTIÉNDEME MIERDA - Me tomo de las muñecas molesto pero en sus ojos podía ver que se sentía como yo- No quiero seguir lastimándote, todo lo que hago hace que yo te lastime, no se hacer nada bien con todo y menos se hacerte feliz- Se deslizo en la pared quedando sentado en el suelo, estaba llorando... No lo había visto llorar desde que se fue a los nueve años.

Me agache y tome su rostro con mis manos haciendo que me mirara, al ver sus ojos Avellanas logro que mis lágrimas salieran.

-No eres un inútil, entre más me alejas de ti me lastimas más que nadie, no hagas esto por favor, yo no puedo estar sin ti- dije con un nudo en la garganta.

-¿Ves? Tan solo se lastimarte, soy un idiota- quito mis manos de su rostro- Somos como la bella y la bestia, Tu eres la bella princesa que necesita a un príncipe que la proteja y la haga feliz mientras que yo soy solo una bestia que arruina, mata y lastima a todos lo que tiene a su alrededor, la bestia que no puede tener una princesa porque no merece amarla y solo sabe herirla-dijo haciendo que me alejara de él.

-No, yo soy la princesa que convirtió hace mucho a esa bestia en el príncipe que era en el fondo. En fin yo no quiero un príncipe yo solo te quiero a ti, además escúchame- dije yo acercándome a él y esta vez fui yo la que lo tomo por las muñecas- No me lastimas, me lástima que tu no estés conmigo y no quiero que me alejes de ti por favor.

-No soy el hombre que te puede hacer feliz- dijo con la cabeza abajo.

-Desde que te conocí fuiste, eres y serás lo único que me hace feliz en este mundo-Sentí que una palabra iba a salir de mis labios, me acerque a su rostro y nuestros labios quedaron a 5cmdel otro- Te amo Aaron- en ese momento el me beso antes de que yo lo hiciera. Se levantó junto conmigo sin romper el beso y me alzo en sus brazos, yo coloque mis manos en su cuello atrayéndolo más hacia mí, el abrazo mi cintura, dando pequeños pasos tropezamos con el sofá, yo quede acostada en el sofá y el encima de mí, en ningún momento el beso paro, el acariciaba mi espalda debajo de mi blusa, en ese momento el beso se tornó un tanto apasionado y nosotros sin pensarlo seguimos el ritmo, el me quito mi chaqueta y mi blusa, yo le quite su suéter dejando su torso desnudo. Yo acariciaba su espalda y el acariciaba todo mi torso semi desnudo, cuando estaba a punto de deshacerse de mi bra, paro me miro y solo se alejó. Yo lo mire confundida pero el solo dijo.

-No voy a desistir, por favor debes irte, no me busques, no debemos seguir en esto- dijo cabeza abajo triste.

-Pero- Dije levantándome acercándome a él pero el retrocedía ante mí.

-Es lo mejor para ti- De mis ojos brotaban las lágrimas, tome mi blusa y mi chaqueta, me las coloque y salí de su departamento sin poder decir algo más, no quiero que se aleje de mi, no otra vez...

Conduje a casa y al llegar todos me hablaban pero yo no decía nada, me encerré en mi habitación y al llegar me acosté en mi cama mirando el techo, no dejaba de ver las luces artificiales en forma estrellas, mis lágrimas no cedían ante mí, saque la carta de mi bolsillo, la arrugue y la lance al cesto de basura.