Mañana habrá luna nueva.
Podría jurar que en la noche que fue nuestro primer beso también la había.
Pero en ningún momento me intereso mirarla.
Mirarla significaba apartarme de ti , perderte por unos segundos , dejar de hablar , pausar su risa , perder la oportunidad de que se repitiera ese beso , que no lo valía , no valía la luna.
Mañana habrá luna nueva , pero esta vez me tocara mirarla...