El reloj de Pandora

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Era el día siguiente al funeral de mi padre, y nos iban a dar nuestra parte de la herencia. A mi hermano mayor, le otorgaron la escritura de la casa; a mi hermano menor, su colección de joyas; y a mi, un extraño reloj de bolsillo dorado con una inscripción grabada en platino que decía <<Perierunt temporis horoliogium>>. No me separaba nunca de él puesto que fue una de las posesiones más preciadas de mi padre.

Un día, mientras caminaba mirando el reloj, tropecé y accioné un extraño botón con forma de pentagrama. Al levantar, todo el mundo estaba petrificado, era como si el tiempo se hubiese detenido. Las hojas otoñales quedaron suspendidas en el aire, al igual que los pájaros que se vieron atrapados por las nubes.

Tardé un poco en comprender lo que había sucedido, pero finalmente entendí que al accionar el extraño botón, el tiempo se había detenido. Volví a accionarlo y el tiempo volvió a transcurrir con normalidad.

Pasaron los días y yo usaba el reloj muchas ocasiones. Llegó el momento en que uno de mis hermanos lo descubrió e intento arrebatármelo. Yo accioné el botón, pero mi hermano estaba sujeto a el reloj y no le afectó. Tiramos del reloj con todos nuestras fuerzas, pero tiramos tanto que el reloj se rompió en dos partes. De repente, todo se volvió gris y un frío extremo inundó la estancia. Estábamos, atrapados en el tiempo, para el resto de la eternidad.


El legado de pandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora