No room in Heaven

El día que todo cambió.

Son las 12:37 de la mañana y debería estar en clase, pero me agobia demasiado el ambiente de mi clase. Esos profesores que no hacen más que encontrar cada fallo en cualquier alumno pero no le ponen solución, y claro encontrar lo positivo ya es más difícil. Luego está ese grupo de alumnos que su única función en la vida es ser molestos y joder al resto del mundo para sentirse felices en su ignorancia. Tampoco soporto a todos esos que van mirando por encima del mundo, cómo si el hecho de haber nacidos más guapos los hiciera superiores. Así que aqui estoy, en un parque oyendo a Green Day con mis cascos, alejado del mundo por unos minutos.

Al cabo de una hora decido volver aunque sólo sea a las dos últimas horas, no sea que pase algo interesante y no me entere. Al acercarme al instituto vi una furgoneta del CDC en la puerta, me pareció extraño, pero aun así entré, al entrar por megafonía se oía que todos los alumnos debían ir a sus aulas y no salir hasta terminada la inspección.
Vi pasar a un hombre con el traje amarillo de riesgo biológico y decidí escabullirme de ahí cuanto antes.

Al llegar a mi casa mis padres no estaban, así que me senté en el sofá y puse la tele. Estaba viendo una serie en Fox cuando se quedó la pantalla en negro, y a los treinta segundos aparece una retransmisión en directo de un plató de televisión, parecían americanos. La presentadora empezó a hablar, mientras detrás suya se veían imágenes de furgonetas del CDC en otras ciudades, dijo que a unos laboratorios Alemanes que estaban haciendo unos experimentos para curar el cáncer, habían mutado el virus de la rabia para que atacará al cáncer, pero habían salido mal los primeros experimentos en personas, en vez de atacar el cáncer, atacaba al sistema neurológico de las personas, esto hacia que perdieran la personalidad y tuvieran impulsos agresivos que les llevaban a atacar a otras personas, además proporciona una resistencia inusual, haciendo que el infectado pueda depender únicamente del cerebro y el corazón, dijeron que un sujeto infectado había escapado de los laboratorios y que podía transmitir el virus por la saliva o por la sangre. Al oír esto se me heló la sangre solo de pensar que ese virus podría ocasionar un caos inimaginable, que podíamos estar ante el escenario de una película de zombies. Pero luego me dije a mi mismo: "vamos Aiden, no seas estúpido, los zobies no existen, además parece que el CDC lo tiene todo bajo control"

Decidí llamar a mis padres para decirles que tuviesen cuidado y todo lo que había oído, pero no me cogieron el teléfono. Les deje un mensaje y me fui a mi habitación a jugar a la Xbox hasta que viniesen. Cuando estaba en mitad de una partida llamaron a la puerta, pensé que sería la vecina o mis abuelos que venían a traer algo, pero era un agente de la policía Nacional. Le dije que hoy no había ido a clase porque me dolía la cabeza y me hizo preguntas sobre el estado de la casa, antes de irse añadió que me sería útil tener bastante comida, porque se estaba debatiendo sobre si poner toque de queda y raciocinio de comidas si la enfermedad llegaba a España.

Le despedí amablemente y me fui a intentar escuchar música para bajar un poco los nervios que tenía. Antes volví a dejar un mensaje a mis padres pero tampoco contestaban al otro. Me tuve que tranquilizar a mi mismo un par de veces.