La mansión de los Lynch's (Riker y tu) *pausada*

Capitulo 10: Para siempre

Narra _______:
Desperté por los rayos del sol que daban a mi cara. Me levante y busque mi bolso. Tomé mi teléfono y ví la hora. 6:30 de la mañana. Hoy entrábamos a las 9:00 hací que no había problema; pero me levante para irme a casa porque mi madre y los chicos deben estar preocupados.

Caminé hacia la puerta para salir. Derrepente sentí la mano de alguien en mi brazo.

-¿Ya te vas? - dijo Riker al verme.

-Si, no quiero preocupar más a mi madre. Lo siento.

-No importa princesa, entiendo como te preocupas por tu familia. Yo estaré bien no te preocupes - dijo para tomar mi mano y caminar hasta la puerta.

Cuando llegamos me dio un beso de despedida y me dijo que me cuidara y que el tal Ricky se porte bien. Reí por su comentario. Salí del lugar y me dirigí hacia mi casa. En el camino iba pensando en la excusa perfecta para poder explicarle a mi mamá y a los chicos lo que me paso.

Querido subconciente, más te vale y me ayudes esta vez.

Llegue a casa y me paré enfrente de la puerta. Se me había ocurrido la excusa ideal y perfecta más mentirosa del mundo.

Diría que quise quedarme porque ví algo que me llamó la atención y que no ví ningún fantasma ni nada.

Ojalá funcione.

Entre y no sentí a nadie. Deben estar dormidas. Entre a mi cuarto y decidí acostarme para descansar y pensar en como le diría a Kristin sobre la fiesta.

Mire las rosas blancas que me dio Riker. Tomé una y me la quedé observando. Note algo raro en ella. Tenía algunas gotas de sangre que quitaban el color blanco puro de la rosa. Las hojas del tallo o algo así tenían un color negro como la oscuridad y las espinas estaban más afiladas de lo normal.

Estoy empezando a sospechar que lo que pasa, o mejor dicho, lo que paso en la mansión tiene algo que ver con las rosas. Tal vez, representan a algo o alguien que tiene algo pendiente.

Dormí alrededor de media hora. Me levante y me metí al baño y me duché. Me puse una blusa de flores moradas con azul y mi overol en jean. Amarre mi cabello en una trenza y me coloque mis converse blancos. Bajé para la cocina, para ver si ya habían despertado. Y como no creó mucho en las coincidencias, sólo salude como si nada.

-Buenos días - dije entrando y sentándome en la silla del comedor.

Un silencio invadió el lugar. Era esa clase de silencio del típico "tenemos que hablar". Y no habló de un sencillo " tenemos que hablar ", digo, será como escuchar a mi mamá decirle que ya no quiero estudiar.

Y encerio, no quiero estudiar. Y no lo digo por ser vaga, sino que Soy la típica estudiante que le va bien pero aun así, odia estudiar.

-Buenos días _______ - dijeron las dos al unísono

-¿Estan esperando que explique lo que paso ayer cierto? -asintieron - Esta bien, ¿que les explicó?

-_______ Hunter, me haz decepcionado mucho -dijo mi madre. Esto se va a poner bueno señoras y señores. Tomen sus asientos y disfruten de mi hermoso castigo - ¿como es posible que no hallas venido a dormir por la noche quedándote en un lugar sola y lleno de " fantasmas" - hizo comillas - sin nisiquiera avisar?

-Bueno, en mi defensa, si habían fantasmas - dijo Kristin

-A Usted nadie la metió en esta conversación, Kristin Hunter - dijo mi madre regañando a Kristin.

-Si señora - dijo Kristin y rodó los ojos. Yo reí bajo ante la escena de mi madre y Kristin.

-¿De que te ríes _______? ¡¡!Esto es algo serio!!! - dijo mi madre golpeando la mesa como señal de injusticia y, de que si no me callo, me pega.