Hoy me encarcelaron por el crimen que cometí, los policias por mi nerviosismo, descubrieron mis tácticas en donde encubría mi gran error, ya que no quería matar al viejito, ¡sino ese ojo que no me dejaba dormir!, hizo que mi vida cambiara absolutamente.
Ahora estoy en la carcel, me imagino en cada momento su cara de agonía, ¡ya no es el ojo!, nuevamente, es su imagen que me atormenta. !ya no quiero más!. Me quedan unos minutos de vida, en donde, puedo escribir las ùltimas palabras desde la carcel.