¿Entonces quieres que te cuente mi historia? Muy bien, esto es lo que deseaste y es lo que recibiras.
Todo empieza en esa pequeña ciudad en la nada, donde nadie se acerca ni siquiera para pasar al otro pueblo, este es un lugar peligroso, no se puede confiar en nadie, solo en ti mismo.
Pero aqui estoy yo, con mi hermana y mi padre, un padre que ha dado la vida para defendernos de cualquier cosa, un hombre que ha peleado 100 batallas y ganado 99, un gran espadachin... sin un brazo.
Mi padre perdio su brazo en la infame batalla contra su propio hermano, Yanzo, nuestro odiado tio Yanzo, el imperdonable le llaman por estos lugares, pero ese titulo no se lo gano por ser un criminal, sino por asesinar a su propia familia, de la cual mi padre presencio su asesinato.
Pero, no es algo que importe mucho para nosotros ahora, ya han pasado más de 18 años desde esa masacre, yo era muy pequeño como para comprendet lo que pasaba y mi hermana aún ni siquiera había nacido.
Pero volvamos al tiempo actual, en este momento tengo 19 años, mi hermana 15 años, no es que seamos adultos, pero tenemos que pensar como uno.
- Padre, ya es un poco tarde, Shauna quiere ir a dormir ahora - le digo a mi padre para que se aleje de la puerta, pero por su expresión facial se que algo va a suceder.
- Yone, coge a tu hermana y largate de aquí de inmediato, mi hermano ha enviado a sus hombres tras nosotros.
- Padre, no puedo dejarte atras, te mataran sin que puedas responder.
- Te estoy dando una orden Yone, toma a Shauna y largate de aquí.
- De acuerdo.
Despues de esas palabras desesperadas de mi padre, agarro mi espada y tomo de la mano a mi hermana y salimos por la puerta trasera, subimos corriendo la montaña que esta detras de mi casa y veo como 50 hombres con antorchas y espadas se dirigen a mi casa.
- Sabia que el no podria con tantos, lo mataran si no lo ayudo.
- Yone no vayas, papá siempre gana sus batallas, no perdera -Dijo Shauna tomando mi mano fuertemente para que no fuera.
-Creo que desde aqui puedo escuchar lo que dicen...
-Llego la hora de la verdad Kondo, por fin llego la hora de tu muerte -Dice el imperdonable de Yanzo.
-Tantos años de mentira llegaran a su fin, pagaras por lo que hiciste -Dice mi padre tras poner su espada en la frente de Yanzo
-Ni siquiera un abrazo me das Kondo, quieres que se derrame tu sangre rapidamente entonces - Yanzo saca su espada y luchan como si no hubiera un mañana. Sus movimientos rapidos y atroces, los dos son muy agiles, pero se nota que Yanzo tiene una gran ventaja sobre mi padre...
De repente todo queda en silencio y solo se escucha sangre gotear, se oye la risa a carcajadas de Yanzo, mi padre ha muerto...
- Por fin has muerto malnacido, diste mucha batalla por muchos años, el hombre de las 100 batallas, partida a la mitad, que jodida decepción.
No puedo creer que mi padre haya muerto tan facilmente, mi hermana se aferra a mi fuertemente para no ver a mi padre partido por la mitad.
- Ahora, busquen a esos 2 mocosos, los quiero muertos, bueno solo al chico, traiganme a la niña aquí, tengo planes con ella.
-Maldición, subete a mi espalda Shauna, tendremos que corre muy rapido.
Mi hermana sube a mi espalda, pero justo cuando iba a empezar a correr se escucha el grito de Yanzo.
- Alla estan esos dos malnacidos, ¡Atrapenlos!
- ¡Shauna corre lo más rapido que puedas!
- Pero hermano...
- ¡Corre te digo!
La ultima cosa que vi de ella fue su hermoso cabello blanco, lleno de brillo y sedoso, despues de eso vi como mi vista se nublaba de repente, me di cuenta de ello, me habian atravesado de lado a lado, vuelvo a ver el suelo, lo unico que veo es sangre y escucho los gritos de mi hermana... Shauna...
