Cuando habro la puerta me dice;
Hola me llamo Fabián, mi cuarto es el de al lado, cuál quier cosa a la orden, me contestó con gran alegría en su rostro.
Gracias igual, le contesté.
No entendí, como cualquier chico me va a decir eso; ósea a cualquier chica, pero fue muy amable de su parte; pensé.
Hija, ¿ Quién toco la puerta? Pregunto mi mamá.
Un chico que me dijo que el está en el cuarto de al lado y que cuál quier cosa a la orden; le contesté.
¿Mamá puedo ir a la piscina? Le pregunté pensativa.
Si pero ten mucho cuidado; contesto mi mamá.
De tan alegre que estaba salí corriendo de la habitación me tropecé con Fabián, rápido me extendió su mano para ayudarme. Nos quedamos hablando por un largo rato.
De repente paramos de caminar y me dice;
¿Te puedo hacer una pregunta? Me dijo con gran nerviosismo.
Si, en confianza, le contesté.
¿Cuantos años tienes? Me pregunto.
Tengo 15 años y tú? Le respondí
También tengo 15, me respondió con su gran sonrisa.
El chico me siguió preguntando cosas, para conocernos mejor pero de verdad fue muy amable con migo. Nos fuimos a la piscina, hablamos, fuimos a la playa me invitó a jugar volleyboll ya que es mi pasión.
Ya solo faltaba 1 día para irnos del hotel, le dije a mi mamá con gran tristeza.
Ya no iba a ver a Fabián. Pero lo mejor fue que me dio su numero de teléfono para poder llamarlo, de verdad que nos hicimos muy amigos. Ya era hora de irnos del hotel.
Pero fueron las mejores vacaciones!!!!