Prologo.

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Mi nombre es John y morí a los 22 años el 11 de octubre de 2019. Sí , en palabras simples morí. No fue doloroso, en realidad no sentí demasiado, fue como quedarse dormido. La causa de muerte fue un accidente cerebrovascular sin síntomas previos, fue una muerte instantánea. Mi cerebro quedó casi inservible. El resto de mis órganos , la mayoría en perfecto estado , iban a ser donados.

Aquí es cuando la historia realmente comienza, horas después de mi muerte en el hospital principal de mi ciudad, uno de los doctores compró clandestinamente mi cadáver. De una manera muy compleja como para explicarla ahora, congeló mi cuerpo, como si fuera un alien o alguna especie en extinción siendo procesada después de muerta. Después supe que, tomando inspiración del famoso personaje de ficción Víctor Frankenstein , me convirtió en su propio monstruo.

Logró hacer un injerto entre las partes de mi cerebro que funcionaban y una especie de supercomputadora , la cual se comunica con mi red neuronal mediante pulsos eléctricos, simulando las condiciones normales, solo que con mucha más potencia. Por lo cual puso alguna fuente de poder en lugar de mi corazón que funciona con el aire que respiro. En fin , consiguió su objetivo, el doctor fue capaz de re-animarme dos semanas después de mi muerte.

Cuando por fin estuve consiente desperté en una camilla de hospital, en lo que parecía una bodega de almacenamiento. Sin ningún recuerdo claro de lo que había pasado. Justo frente a mi, una pantalla mostraba un nombre y un número. "Sujeto 101 ; John" fue lo único que logré leer. Intenté levantarme, pero mi cuerpo no respondía de la manera que debía. Comencé a desesperarme al notar que no podía sentir mi brazo izquierdo , pero se movía de manera errática, mis piernas estaban atadas, pero temblaban levemente. mientras buscaba una forma de zafarme, las luces se hacían cada vez más débiles y me costaba respirar , el aire se volvía denso y mis ojos se cerraban poco a poco. Hasta que , de repente, las luces suben a su máxima capacidad y un anciano en bata blanca comienza a caminar a través de la habitación, aparentaba unos 60 años , pero era musculoso y bastante alto, su cabellera con corte militar resaltaba en un plata canoso. se acercó hasta mí.

Paró en el borde de la cama y empezó a inspeccionar unos apuntes pegados en la pared de forma detallada, sus ojos de un color marrón se cruzaron con mi mirada, hizo una pequeña mueca que no pude descifrar y inmediatamente sonrió.

-Al fin despiertas, -acto seguido aclaro su garganta para hablar claramente- bienvenido de nuevo al mundo de los mortales. Se que tienes muchas preguntas , estoy aqui para contestarlas, pero todo a si tiempo. Primero que nada, mi nombre es Andrew Mcalister, pero puedes llamarme Doctor A y te doy la bienvenida al proyecto Neurona Digital.

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