tres;

26 1 0
                                    

No te has sentado donde usualmente lo haces.

Te has sentado con ella.

No quiero parecer celosa, ni nada, es solo que... Tengo curiosidad sobre ti. Sé que detrás de esos ojos triste hay una historia, y me encantaría conocerla... si tan solo no fuera tan cobarde como para ir a hablarte.

Winnie.

6 de marzo, 11:47pm.

Dejo mi libreta a un lado y me dispongo a ocultarme bajo las mantas, esperando que los gritos de mis padres paren. Siempre es lo mismo; mamá llegando a altas horas de la noche, papá gritándole por hacerlo y yo encerrada en mi habitación, intentando no escuchar los gritos, lo cual es imposible.
Luego de varios minutos con mis ojos cerrados y mi respiración tranquila, caigo en los brazos de morfeo.


7 de marzo, 05:32am.

Apago rápidamente mi alarma para no despertar a nadie y me levanto soltando un perezoso bostezo. Debo de ir al instituto en una hora, pero prefiero levantarme antes para no tener que cruzarme con ellos, digamos que... se ponen un poco agresivos en las mañanas.
Me doy una rápida ducha dejando mi largo cabello miel al natural y me visto con unos skinny jeans negros tiro alto rotos en la rodilla junto con un top blanco que deja al descubierto mi abdomen, agradeciendo ser delgada. No soy de vestirme muy llamativa, pero estos días si quería llamar la atención de alguien en especial.

Me doy una última mirada en el espejo y me dispongo a ir caminando al bonito instituto.

Noten mi sarcasmo, por favor.


7 de marzo, 7:13am.

Me distraje un poco en starbucks, por lo tanto llego tarde a clases, lo cual le sorprende mucho al profesor Petters, ya que siempre soy de las primeras. Me permite entrar y rocorro el salón en busca de un lugar libre, al ver que el único disponible es al fondo, junto con Nate, mi niño de ojos tristes, mis mejillas toman un color carmesí. Bajo la mirada y me dispongo a sentarme a su lado, sintiendo su curiosa mirada sobre mi.

Mierda que será un largo día.

Nate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora