Disclaimer: Advertencia, los personajes de Sakura Card Captor no son de mi propiedad, le pertenece al Grupo Clamp, se toma sus personajes solo para entretenimiento, sin fines de lucro. A excepción del algunos que puedan aparecer que son de MI AUTORIA.
Nota de la Autora: Esta historia es de MI AUTORIA; no es tomada de otro autor ni prestada, si llega a parecer conocida con alguna leída por ustedes es solo coincidencia.
SAKURA SENZEN
-Japón, ya tengo tres años viviendo en este país, llegue a la edad de 14 años, por los caprichos de mi madre, “en tener una mejor educación”, China también tiene buenas escuelas, pero su capricho se debe que la rebeldía ya estaba naciendo en mi sistema, ella no permitiría tal conducta en un miembro de la familia LI. Así que, sin mucha espera, me envió a un país desconocido al igual que su idioma (solo lo dominaba poco para ese entonces), junto con nuestro mayordomo Wei. Cuando prácticamente me echo de la mansión, le jure que escaparía cuando tuviese la oportunidad y regresaría, pero no fue así, tres años y sigo aquí. ¿La razón?, SAKURA KINOMOTO.
La dulce tortura que conocí cuando entre a estudiar en tan prestigiosa preparatoria de Japón Seijo. Una chica de esbelta figura, cabellos entre chocolate y miel, rasgos finos, y tez blanca, y algo no común en las o los ciudadanos japoneses, unos increíbles ojos verdes esmeralda.
El primer día de clases, no dejaba de mirarme, y la ayudaba que su puesto estuviese frente al mío, en un momento de desesperación, le grite que diablos quería, ella sonrojada y avergonzada respondió- me gusta el color de tus ojos, ¿Seremos amigos?- con una magnifica sonrisa, hay mis barreras se fueron al caño y mi momento de macho al suelo. A la tortura se les unieron su prima Tomoyo Daidouji y su amigo Eriol Hiragizawa, un chico de descendencia británica. Al pasar lo meses se formo una linda amistad entre los cuatro.
(Rin, Rin)
-Habla Li.
-Hola Shaoran.
-Eriol, ¿Qué quieres?
-Si, el mismo humor hostil.
-Deja la Charada, ¿para que llamas?
-Dime, que esta vez si lo tienes.
-Si.- digo con pesadez, los dos años anteriores, se me han olvidado, mi memoria no es para recordar fechas. Pero este año seria diferente, aprendí mi lección.
-Bien, ¿Shaoran?- noto su pesadez en la voz.
-Dime.
-Se lo dirás ¿Verdad?- la sangre se me helo.
-Si, se lo diré hoy.
-Que buen día escogiste, hombre- sarcasmo puro.
-Lo se Eriol, pero si no es hoy, no podre luego.
-Como quieras, nos veremos en el Parque Ueno* en una hora.
-Ahí estaré.- Eriol cuelga, y yo quedo observando la cadena de oro blanco que guinda de mi mano izquierda, con una medalla en forma de corazón, y tallado con una estrella entrelazándola con un rayo.
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-El Parque Ueno, se ve tan hermoso como todos los años, los bellos cerezos en flor, dando al inicio del Sakura Senzen*, las familias reunidas, disfrutando del comienzo de la primavera*.