Te ayudaré a olvidar.

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×Este capítulo no está editado así que puede tener errores, gracias×

La bocina de un auto no dejaba de sonar, lo que me despertó enseguida.

Un dolor pulsante me dio en la cien, mi garganta me dolía y los rayos del sol se posaban en mi habitación.

Cerré mis ojos estirando me, la bocina seguía sonando, joder.

Me paré y busque mis pantuflas, me las coloqué y caminé hasta la ventana mirando quien carajos era.

Anthony.

Mire el reloj que estaba colgado en la pared, 9:21. ¿Qué rayos?

Me miro y me saludó alegremente agitando su mano. Tan solo cerré las cortinas dándole una mueca de disgusto.

Mamá apareció por la puerta de mi habitación, lucía con ropa deportiva, una coleta alta y unas zapatillas muy flúor.

-Hija has despertado...

La mire, lamente en mi mente por haberme despertado y enseguida camine al baño.

-Anthony y yo iremos al cerro de la vuelta, haremos un poco de ejercicio...- movió sus brazos haciendo sonar sus huesos - ¿quieres venir? - añadió.

-no tengo ganas mamá...- dije desde el baño, lavando mi cara, para luego lava mis dientes.

-te hará bien salir un rato, cariño.- habló.

-No, quiero quedarme mamá, estaré bien.- dije y me asome por la puerta del baño, mamá abría las cortinas y sacudía las sábanas de la cama.

-Bueno entonces... Le diré a Anthony que tendrá que ser otro día...- dijo y rápidamente la interrumpí.

-¡No, no, no es necesario! - dije saliendo del baño.

-Pero...- la interrumpí.

-pero nada, irás con Anthony y harás deporte como lo tenías pensado...

Dije y la conduje hasta la puerta de mi habitación, junte la puerta y ella me miró enfadada.

-Adiós estaré bien...- dije y bese su mejilla dándole un gran abrazo.

-Pe... Está bien te amo...- dijo y cerré la puerta despidiendo me con la mano.

Mire por la ventana y Anthony estaba abriéndole la puerta a mamá. Sonreí.

A pesar de todo no es tan malo como creía.

{...}

Estaba terminado de lavar los trastes que había ocupado, lavé el último y mi celular comenzó a sonar. Corrí por el hasta el sofá, donde lo había dejado horas antes.

Mire el registrador y era Daniel. Limpié mis manos en el delantal y conteste llevándome el móvil al oído.

-Amor... - dijo Daniel a través de la línea.

-Hola...- conteste insegura.

-¿Te pasa algo?

-No, tranquilo... ¿Que querías...?

-Quería saber si hoy sales temprano...- dijo y recordé el trabajo.

Mierda.

-No he ido hoy...- dije caminando para mirar por la ventana.

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