THE BOY WHO LIVED AGAIN

40 6 0
                                    

...

Harry estaba nervioso. Todo estaba saliendo como él quería. Estaba sudando frío y estaba muy distraído. Ron vio el estado de su amigo y fue con el.
—¿Qué sucede?
—Y si dice que no.
Ron puso los ojos en blanco y suspiró. Pensó que había pasado algo más grave.
—Escucha Harry -dijo agarrándolo de los hombros-. Conozco a mi hermana y puedo asegurarte que desde el día en que te conoció estuvo perdidamente enamorada de ti. Se que eres un buen partido para Ginny y también se que la harás feliz. Deja de estar pensando en tonterías y acomódate la camisa.
Harry asintió sonriéndole.
—Gracias Ron.
Hermione llegó corriendo hacia ellos.
—Está todo listo.
El campo de Quidditch de Hogwarts estaba decorado de una forma tan elegante que costaba creer que ahí se realizaban partidos. Los aros por donde pasaban las bludgers tenían una elegante alcatraz en el centro. El centro del campo se encontraba lleno de delicadas rosas haciendo parecer una snitch dorada gigante. Habían pequeñas luces tintineantes que se reflejaban por todo el lugar.
Era el lugar perfecto para hacer una propuesta. Harry había pedido permiso a la actual directora de Hogwarts Minerva McGonagall para ocupar el campo. Esta impresionada cuando le preguntó el porque y Harry un poco sonrojado le dijo. Minerva aceptó emocionada.
Todo estaba preparado tal y como el chico lo había planeado.
La gente empezó a entrar y acomodarse en las gradas mientras veían con asombro la decoración. Casi todo el antiguo equipo de Quidditch se había reunido para festejar así la propuesta de matrimonio de su ex capitán a su novia.
Angelina Johnson llegó corriendo con su vestimenta escarlata y sonriéndole a Harry le dijo:
—El equipo está listo.
El pelinegro asintió y con dificultad tragó saliva. Estaba demasiado nervioso. En la parte superior centro de las gradas se encontraba Ron, Hermione, todos los profesores de Hogwarts, algunos compañeros de Gryffindor de su generación y por supuesto toda la familia Weasley.
—Bien, ¡vamos!
Y así todo el equipo salió entre gritos y exclamaciones. Con un suspiro Harry montó su nueva escoba y salió disparado hacia el campo. Todos lo aclamaban. No solo era el chico que derrotó al mago más poderoso, sino que ahora le propondría matrimonio nada mas y nada menos que a la pequeña de los Weasley. Empezaron a acomodarse en fila y Harry en el medio contemplando todo con una enorme sonrisa. De repente alguien se apareció en la orilla del campo. Un cuerpo pequeño y una cabellera roja fue lo primero que se distinguió.
Ginny Weasley había llegado.
—¡Harry! -dijo acomodándose algo en su bolso, sin levantar la vista-. Me dijeron...
La pequeña chica se percató de su alrededor y conmocionada y al mismo tiempo confusa miró.
El chico hizo bajar su escoba y Ginny lo miró muy confundida.
—¿Harry? -preguntó cuando este se bajo de su escoba-. ¿Qué sucede?
Con una sonrisa nerviosa se puso sobre su rodilla y tomó la mano de su amada.
—Ginny -empezó-. Tu siempre haz estado ahí cuando más lo necesito, me comprendes de una manera que nadie más lo hace. Pasamos por tiempos muy complicados y aún así jamás te diste por vencida. Tu virtud y tu valor son lo que me enamoró completamente de ti. Mi pelirroja eres mi otra mitad y quiero permanecer a tu lado por el resto de mi vida.
Y de repente, unas explosiones de color llenaron el cielo en ellas se encontraban escritas cuatro palabras.

¿QUIERES SER MI ESPOSA?

Una cajita dorada fue lo que abrió Harry y pidiéndole permiso saco la pequeña sortija que contenía. La pelirroja emocionada y con lágrimas en los ojos agarró a Harry del cuello y le dijo:
—Por supuesto que quiero ser tu esposa Harry James Potter. Para Siempre.
Y le dio un beso tan apasionado que se habían olvidado por completo de toda la multitud que los vitoreaba y aplaudía.
Entre todos los gritos se escuchaban los lloriqueos de Hermione, la señora Weasley e impresionantemente de la profesora McGonagall que veía a Harry como un ser querido.
Separándose, la pareja se dio la vuelta para recibir todas las felicitaciones, incluso Filch con su horrible gata le sonrió. Y no tardó en llegar Draco Malfoy viéndolos con una sonrisa burlona.
Hermione se echó en los brazos del pelinegro cuando llegaron hasta donde se encontraban en las gradas con ojos llorosos.
—¡Felicidades Harry!
Y cuando vio a Ginny la abrazó como una hermana lo haría.
—¡Ginny!

⚡️⚡️⚡️⚡️⚡️⚡️
Se que este capítulo les gustó 😏 ggg
Ya saben, ¡voten y comenten!
El final de esta historia se acerca...
😭💜💜

THE BOY WHO LIVED AGAIN ➳ HARRY POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora