CAPÍTULO 1

27 2 0
                                    

Hace millones de años, cuando las ciudades no dominaban el mundo, dónde las tribus convivían con los animales, se descifró un misterio, un misterio inolvidable para todas las mentes de la tribu Sisarú.

Esta tribu hindú estaba dirigida por Dionnís, el hombre de Akanda, su amada. Las humildes cabañas de la tribu Sisarú se camuflaban entre la montaña Suraska y el frondoso bosque Paudhom poblado por misterios sin resolver y seres mágicos sin descubrir.

Una mañana, dónde los cantos de los stertes despertaban al sol, unos lloros de preocupación se escuchaban entre las cabañas; esto despertó a Verlig, el hijo de Dionnís. Él, enseguida, fue a la cabaña donde sus padres dormían, ya que a su padre, desde hace unos días, hilos de enfermedad le caían encima. Cuando abrió la puerta, vio a su padre con una palidez que te llenaba el corazón de tristeza, sus ojos, eran más pequeños; su padre no estaba igual.

Miedo. Amargura. Temor. Esto es lo único que a Verlig le podía pasar por la mente.
De su mano se encontraba Akanda, con lágrimas que rodaban por sus suaves mejillas.

- Madre, ¿qué pasa...?- dijo Verlig tras un cristal de lágrimas.

-Hijo mío, de repente tu padre empezó a toser, sin parar, no le quedaban fuerzas para respirar. Hay que buscar una solución.- explicó ella- ve a por manzanilla, a ver di eso se soluciona algo.

Él, sin pensarlo dos veces, fue corriendo al bosque Paudhom donde intentaría encontrar la manzanilla. Tras unos minutos corriendo, encontró el tesoro que, en la mejor situación, podría salvar a su padre.

Volvió. Con una esperanza aún en su bolsillo. Entró... La puerta se cerró de golpe... Puso la manzanilla al fuego... Se abrió la puerta... Era Vuur, la hechicera... Una sombra la seguía... Era Bijalí, el brujo.

-¡Parad!- gritó Vuur.

-Con la manzanilla lo único que haréis será empeorar la situación - siguió Bijalí - Verlig, tenéis que ir a por una hoja de las más altas ramas del árbol Siekle.

***

Verlig se armó de valor y se adentró en el frondoso bosque sin saber que le podía llegar a suceder. Un horizonte de árboles le esperaba tras unos pasos; se preparó hábilmente para la única ocasión de salvar a su padre.

Ya entre la maleza, el alma empezaba a encogerse de valor. Con una mínima posibilidad de volver a la aldea; el siguió; el ruido y los ojos que se escondían entre la maleza, no le hacían cambiar de opinión.
Levantó la vista al cielo tapado por las ramas y vio un último rayo de sol que aún no se escondía de la oscura y fría tierra.

Más allá, entre los árboles, divisó un claro donde pasaría la noche resguardándose de los curiosos y extraños animales. Cuando cayó la noche vio como curiosas flores se iluminaban por la luz que la luna dejaba escapar. También, las estrellas eran un adorno fijo en el cielo, ya que hacían descifrar los inquietantes ojos que los seres utilizaban para llenar de magia la noche.

***

La melodía que hacían las ramas al moverse despertó a Verlig. Hambriento se fue en busca de una fruta que no resultara venenosa y que fuera de ayuda para el largo camino que aún le quedaba por recorrer. Continuó su camino, tras unos minutos vio el árbol, el árbol dónde se hallaba el antídoto.
Se quedó impresionado, ya que pocas personas habían visto ese espectacular árbol, y contento de si mismo por haber logrado su objetivo.

El tronco milenario y rugoso, sostenía sobre sus ramas, gigantes hojas donde descansaban pequeñas hadas. Sus alas regaban de pigmentos mágicos las hojas, haciendo que así sean curativas. Después de quedarse un buen tiempo asombrado, se dio cuenta que aún le quedan el más importante paso, coger una hoja de las más altas ramas.

Verlig, sin esforzarse en pensar, empezó a escalar el tronco del rugoso árbol que parecía que su altura no tuviera fin. Se cogió a la primera rama que divisó entre la espesura de la copa del árbol. Empezó a darse cuenta de que no era un trabajo fácil ya que las ramas enredadas entre si dañaban sus delicadas manos. Hubo un momento dónde no sabía que rama elegir y se agarró a una equivocada. En un instante se vio en el suelo.

- Ugghh!!-se quejó Verlig.

Rodeado de piedras y hojas de diferente color que adornaban las raíces del árbol, vio como pocos de esos pigmentos mágicos que mojaban los pétalos iban rozando su cuerpo. Esto hizo que las fuerzas perdidas de la caída volvieran a él. Ya en pie pensó en una idea mejor para llegar hasta la hoja.

Por la cabeza se le pasaban diferentes ideas, pero ninguna que le resultara perfecta. Hasta que vio escondidas entre la tierra y las plantas, ramas gruesas que le ayudarían a construir una escalera. Buscó algo útil para atarlas. Entre la maleza observó una planta de lo más extraña; sus hojas finas se movían imitando el oleaje del mar. El color de estas hacía que fuera fácil de reconocer, eran verdes y poco a poco se iban difuminando a un color rosa pastel. Arrancó algunas de las hojas de esa planta con tal de construir la escalera que él se imaginaba.

Al acabarla se dispuso, sin perder más tiempo, a intentar coger la hoja que según Bijalí salvaría a su padre. No tardó más de un minuto en alcanzar las ramas más altas. Por u. Momento se sintió asombrado y a la vez pequeñito al ver todo el mundo que se escondía detrás del bosque. Podía observar su pueblo que desde ahí arriba parecía algo diminuto intentando sobrevivir a la oscura espesura del bosque. Se quedó contemplando el horizonte arropado por esas inmensas montañas, entre ellas se encontraba Suraska, la única montaña con nombre. Seguridad en hindi, el idioma que la tribu hablaba, era Suraska. Se llamaba así ya que ahí era dónde se guardaban las almas de las personas que habían hecho algo para proteger a la tribu. Verlig siguió curioseando, cogió un par de hojas y observó por ultima vez sus vistas y sintió que todo estaba al alcance de su mano.

****
FIN DEL PRIMER CAPÍTULO.
Somos dos chicas que amamos leer y escribir. Nos encanta la fotografía y de echo tenemos en instagram cuentas donde colgamos fotos: @redheadwings
@weirdhopes

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 17, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SATYA [la flor de la vida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora