CAPÍTULO 3: Unos extraños billetes

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-Bell -exclamaron los dos chicos corriendo hacia la puerta, saludaron a la chica y le contaron lo ocurrido en el despacho.
- ¿Estás segura de qué tu padre no vino en ningún momento? -preguntó Belén quien también se extrañó por lo sucedido.
- Sí, apenas salía y cuando lo hacía iba acompañado de mi abuela, además las llaves de mi casa no se movieron del armario.
Mientras Marcos estaba ojeando unos papeles, cuando...
- No me habías contado que os ibais a Inglaterra de vacaciones
- Normal es que no me voy -repuso Miriam
- ¿Y estos billetes de avión?
Los jóvenes observaban asombrados los pasajes.
- No puede ser, a menos que fuese una sorpresa
- Y tu padre vino a casa para cancelarlos, puesto que sin Maite el viaje ya no sería lo mismo y fue él quien se dejó el ordenador abierto -aclaró Bell quitándole importancia al asunto -caso cerrado
- Será eso -asintió Miriam muy poco convencida
- Bueno vamos a ver la peli o que... ¡qué yo tengo hambre!
- ¡Las palomitas! Es cierto
La joven agarró la caratula de la película y la llevó al salón. Mientras, sus amigos cogían los aperitivos.
Miriam pasó la mayor parte de la película pensando en los billetes de avión y en cómo había cambiado el despacho.
Cuando acabó la película pidieron unas pizzas y después de cenar Belén y Marcos regresaron a sus casas.

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