Carta II

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Hoy te vi en aquella cafetería cerca de tu casa, estabas con ella claramente vi todo. Tú la abrazabas y le decías lo linda que se veía, me gustaría que algún día me dijeras lo mismo, pero nunca pasará y lo sé, pero es que somos tan fanáticos de lo imposible.

Mientras ella pedía su orden tu la mirabas fijamente en todo lo que hacía y tus labios delineaban una hermosa sonrisa. La blancura de tus dientes era predecible, tus labios lucían tan suaves y tú lucías tan sencillo y perfectamente tú.

Saliste tomado de su mano, mientras le decías algo al oído y ella sonreía plácidamente, pero, ¿quién no lo estaría estando entre tus brazos? La suavidad de tus manos, el deslumbrante brillo de tus ojos y tu extraordinario cuerpo.


Tú eras, eres y serás a quien siempre ame profundamente.


Tú amada, Rachel.


Cartas para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora