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Ella es como la luz del sol, despierta en el amanecer renace con cada mañana y aparece irradiante, es astro diurno y al conocerla tanto sé que cierra sus ojos para aspirar la brisa del sereno de la mañana, sus labios saben a dicha y por eso en esa noche le rogué que vieniera al encuentro con mi mundo, estaba deseoso de verla en la oscuridad.

La guíe en mi guarida la invite a conocer lo recóndito de mi alma y ella preparándose soltó su cabello de manera parsimoniosa como tocando un piano ella me revelaba su verdad mientras yo dormía en la ignorancia ; solo ahí me acerqué y le ordene por no decir que suplique en el lóbulo de su oreja un ¡desnúdate! acompañado de la esperanza de no hacerla huir con mi deseo, no quería apagar la vela su alma entre tanta tinieblas. Me retiré lentamente llevando el ritmo de mi corazón para ver su reacción, ella simplemente asintió como la más dulce sumisa que no es y nunca será, y solo quito sus lentes, por un segundo no logre comprender me perdí en su acción y ella suspiro un vago aliento de luz , mientras me explicaba: me pediste que me desnudara y yo quiete mis lentes para no ver al mundo y solo verte a ti, estoy desnuda e indefensa porque solo podré disiparte entre la sombra cuando estés lo suficientemente cerca de mí y me protejas del alrededor .

No necesite más para saber que ella no sólo era sol, también era luna brillante en el cielo y que de igual manera era lo único que me acompaña en la soledad de esta cantina abandonada cada tanto que me permitía mirar al cielo.

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2015 ⏰

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Sol y LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora