Capítulo 1 - Mika

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Seguí el mismo camino que la vez anterior hacia la zona sur de la ciudad, aunque prácticamente ya estaba allí. La zona sur era la zona residencial, por decirlo así. La acera por la que iba era en un principio la de la carretera que unía todas las casas con el resto de la ciudad, pero con la expansión de los edificios se había convertido en la calle central de la zona.

Estaba pendiente de no pasarme de la calle, porque siempre sucedía eso y tenía que retroceder, pero esa vez no ocurrió y me metí por la calle correcta. Seguí caminando hasta que llegué al portal de Marta y llamé a su piso. Mientras esperaba miré hacia la lona que el edificio de la estrella tenía en su azotea.

Me habían contado que ese edificio perteneció antes a una compañía de videojuegos en progreso de creación, y solo era una oficina de una planta en el centro de la zona norte, llena de blancos edificios de oficinas altos como rascacielos. Pero la compañía creció rápidamente con el éxito de su primer juego, y muy pronto la oficina se les quedó pequeña y se trasladaron a otro edificio más grande, dejando este abandonado. Estuvo durante años así porque la gente quería edificios altos y que estuvieran en las afueras de la zona para que se pudiesen ver desde lejos, por lo que bajó mucho el precio y alguien lo compró. Esa persona lo remodeló, le añadió cincuenta plantas por lo menos que eran copias de la oficina de videojuegos, como si hubieran puesto muchas oficinas una encima de la otra sin quitar la original. Y para rematar, le puso una enorme estrella de cristal de cuatro puntas para llamar la atención, pero la estrella actuaba de lupa durante el día y tras tres incendios y cuatro coches derretidos, empezó a cubrirse con una lona negra durante el día y para seguir resaltando, colocaron un foco en la base durante la noche, con lo cual, la luz salía por cada punta, siendo visible solo por la noche como las autenticas estrellas.

Marta me habló a través del portero automático:

--¿Sí?

--No--esa era nuestra cutre clave secreta.

--Correcto--dijo, y me abrió la puerta.

Subí en el ascensor. Donde yo vivía no había ascensor, yo vivía en un chalet en el segundo sur, una parte del sector norte que actuaba como espacio residencial con parcelas, no con bloques de apartamentos, y afortunadamente para mi, como explicaré a continuación, cerca estaba el suministro de agua de la ciudad. Pasaba con todo, el segundo norte estaba en el sector sur, y hay estaban un par de oficinas y los colegios e institutos y hasta hace poco tenía que atravesar toda la ciudad en bici para llegar al instituto, pero luego lo explicaré. Los sectores este y oeste también tenían su segundo en el otro. En el este estaban las fabricas y en el oeste las tiendas y el ocio, en el segundo este habían talleres de coches y en el segundo oeste un estadio.

Llegué al piso y me encontré a Marta con la puerta ya abierta. Me dijo:

--Pasa Marcos, ya somos cinco otra vez.

--¿Quien a tenido la suerte de ser secuestrado por ti?

--Que gracioso, que lo sepas que ha venido porque ha querido. Y se llama Mika, Puppy la encontró escribiendo en su habitación escribiendo en wattpad, estaba pensando darle el amarillo--Puppy era la "mascota" de Noa, todavía es pronto para que lo entendáis.

--Dime su perfil y le echaré un vistazo--me lo dijo, lo busque en el móvil y abrí su primer libro--. Averigua si podemos confiar en ella, no quiero que se repita lo de Verónica. Todavía no le des nada.

Dicho esto, me senté en el sofá y empecé a leer, Marta se fue. El libro trataba de una chica enamorada de un chico, pero el amor no es correspondido, así que hace un pacto con el demonio para enamorarle. Pero cuando se enamora el chico, muere atropellado, y la chica está decidida a obligar a satanás a devolver a su novio a la vida.

Aunque lo intenté, no pude parar de leer, estaba muy enganchado y una vez llegué al final, me entraron ganas de una segunda parte. Vi que la había, pero decidí dejarla para otro momento. Guardé el móvil y fui a la habitación de Marta, donde estaban todos.

Nada más entrar ya saltaba a la vista la cantidad de premios y diplomas que tenía en las paredes, todos de concursos de relatos cortos o de poesía. Marta se había sentado en la silla de su escritorio, Noa y Carlos en la cama y una chica nueva a la que no conocía se había sentado con las piernas cruzadas en la moqueta, supuse que era Mika. Nada más verla me vino a la cabeza un nombre, Luna Lovegood. Era igualita, tenía el mismo pelo, la misma cara, incluso hablaba con un tono tan delicado como ella.

--Dáselo--dije a Marta--, el amarillo.

Marta sacó un estuche de uno de los cajones de su escritorio, de el un boli amarillo y se lo dio a Mika.

--Aprieta el botón hasta el fondo--le explicó--, y no pares.

Mika dudó un poco al principio pero luego lo hizo. El botón cedió más como una jeringuilla que como un boli. Al terminar, un escalofrío le recorrió el cuerpo y preguntó:

--¿Que era eso? ¿Y que tiene que ver con un club de jóvenes escritores?

--Al principio iba a ser eso--dije--, pero la cosa se torció y ahora este no es un club normal--entonces miré a Marta--. ¿Estás segura de que podemos confiar en ella?--Marta asintió--Bien, ¿Quien quiere contárselo?

--Yo misma--dijo Noa. Y empezó a contarle la historia de nuestro club.

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Hola mis seguidores. Este capitulo tan corto lo publico únicamente para vosotros para que me respondáis una pregunta(adelante, podéis sentiros especiales). Prometo currarme un poco este libro para el concurso de Dark Writer. Esta es la pregunta:

¿Cómo imagináis a los personajes y que rol creéis que seguirán en la historia?

Responded en los comentarios

P.D.: La historia del club en el siguiente capitulo

Chao =) BP


El club de jovenes escritores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora