Eran casi las 4 de la mañana, Alana y yo estábamos metidas las dos en mi cama, charlando con la luz apagada y nuestras caras iluminadas tan solo por la pantalla de su móvil.
- Oye Kristen.-dijo encendiendo la luz y dejando su teléfono sobre la mesita de noche.- ¿donde está tu móvil?
Hasta ese momento no me había acordado de él, que seguía apagado en el bolsillo de mi abrigo. Salí de la cama, lo cogí y volví corriendo a la cama para resguardarme del frío.
Lo encendí y en cuando se iluminó la pantalla aparecieron los mensajes.
Tenía montones de mensajes de grupos y de algunos amigos pero sin duda uno me llamo la atención.
Jared: Hola, quien eres?
- Madre mía Alana, te voy a matar.- le di mi teléfono para que viese lo mismo que yo.
- Responde tonta.- se estaba riendo y yo realmente quería matarla, en realidad no pero... Me moría de la vergüenza.
Alana al ver que no me atrevía a responder tomó el teléfono entre sus manos y comenzó a escribir.
-¿Qué diablos crees que estás haciendo?- traté de quitarle el aparato de las manos pero ya era demasiado tarde.
Kristen: Soy Kristen, nos hemos visto un par de veces en el latino, me diste tu número hace algún tiempo.
Madre mía llamad a la policía porque voy a cometer un asesinato, que vergüenza. Pensé para mis adentros pero entonces recibí una respuesta.
- ¿Es él?- preguntó Alana más nerviosa incluso que yo.
- Eso creo.
Jared: Oh, ya recuerdo. ¿que tal estás?
Kristen: Bien, y tu?
Jared: cansado, creo que me voy a ir a la cama.
Buenas noches, un beso.
- Ves?- Dije en cuanto leí el último mensaje.- No quiere hablar conmigo.
- Kristen son más de las 4, es normal que tenga sueño.
Nos dejamos de charlas y nos acostamos, ya era hora de dormir y yo necesitaba abrazar la almohada.
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Tú eras mi destino
Romance¿Existe de verdad el destino? ¿Es cierto que todo pasa por algo? Kristen es una chica de 18 años que no cree en el destino, que vive día a día sin importarle el mañana y que guarda un secreto, jamás le ha contado a nadie que está enamorada de el, de...
