Un mundo perfecto lleno de mentiras

¿Cómo fue que nos convertimos en nada?

¿Cómo fue?
¿Cómo fue que nos convertimos en nada?
¿A dónde quedó todo?
Simplemente murió... terminó.
¿Y por qué?
Eso lo sabes tú más que nadie. Mucho daño causaste... mucho daño.
Poco a poco fuiste cambiando y está bien, lo que no te percataste es que con tu renovación vino mi destrucción.
Tan solo eras mi copia pero cuando fuiste tú, ya no me necesitabas. Ya te había servido para que deacubrieras el mundo.
Fui tu única aliada por mucho tiempo, después conseguiste a otros me supongo mejores que yo.
Te dejé ir; que fueras libre y feliz con tu cambio.
Me hice a un lado para que fueras feliz, yo lo acepté. No me importó porque creía que yo aún era alguien para ti. Para mí, tú podías causar daño a otras personas pero nunca a mí , porque yo era valiosa para ti.
Me equivoqué. Poco a poco fui viendo la realidad... Como en realidad ya no querías ser igual a mí pero sí tener todo lo mío.
Muchos me decían que viera tu envidia sin embargo yo no lo veía.
Siempre me hacías sentir culpable porque a mí me iba bien y a ti mal, me hacías creer que mis logros no eran en realidad míos que solo me los regalaban.
Todo acabó cuando quisiste robar mi tesoro más preciado. ¿Cómo pudiste si quiera intentarlo?
Yo era tu amiga. Pero no te importó dejaste que los sentimientos crecieran y trataste de robar mi felicidad.
Fuiste hipócrita como nunca nadie lo fue.
Quisiste destruir lo poco que quedaba en mí pero no. Logré salir adelante, aprendí a valorarme, a ver la realidad; me alejé de ti.
Cuando lo hice pude ver lo hermoso que era disfrutar de mis logros que yo había ganado y sí merecía.
Poco después te diste cuenta de que tus nuevos amigos no eran verdaderos y solo te buscaban por interés.
Ahora estás sola y triste como yo lo estaba cuando me dejaste.
Yo no perdí tu amistad; tu perdiste la mía.
Te deseo ahora todo lo mejor en la vida y que llegues a conocer la felicidad sin necesidad de robarla.

No te guardo rencor. La vida sigue y todo cambia.
Que seas feliz.