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Silencio.

Solo se oía la sirena de las patrullas que estaban afuera del restaurante, con unos 15 policías apuntando hacia el lugar, refugiados detrás de las puertas de sus autos.

Adentro, 8 policías armados apuntaban hacia Bruno y sus hombres. La escena se veía divertida hasta cierto punto. Quitando el hecho claro, de que si alguien hacia un movimiento en falso, se desataría un pequeño gran tiroteo.

Nadie se movía, casi se podía escuchar un alfiler caer.

La mente de Bruno trabajaba a lo que más daba. Pensando rápida y cautelosamente que podía hacer sin causar ninguna tontería. Ya suponía el acto cobarde del matrimonio Henderson.

"Típico de ellos" pensó.

Sus ojos se movían de un lado a otro buscando alternativas, pero a cada una le encontraba un fallo. Mientras tanto Alejandro lo miraba con una sonrisa, esa sonrisa de "Soy más listo que tú, ¿no crees?". Era obvio que no, solo que él no lo sabía. A su lado, Clara, que realmente no se esperaba la llegada de los policías, los miraba entre asustada, aliviada y nerviosa. Sabía que si Bruno salía libre de esta, ahora si se iban a joder.

-Bruno, baje su arma y manos al frente- dijo una policía detrás de él.

A Bruno se le prendió el foco.

-Sí usted lo desea.

Bruno dejo caer su pistola.

Nadie percibió sus reflejos de gato hasta que al momento de caer Bruno la pateo de nuevo para arriba, y atrapándola, apunto a la oficial y disparo.

No bueno, lo que no quería que pasara, paso.

Todos se disparaban entre todos. La gente debajo de sus mesas y algunos suertudos que lograron escapar al baño tratando de evitar una bala perdida, lloraban y unas hasta ni respirando, pensando así, que tal vez no los verían y el peligro pasaría. Error.

Alejandro se tiro encima de Clara, tratando de protegerla, como si fuera un escudo humano.

Mientras más policías llegaban, más gente de Bruno aparecía.

Entre las balas perdidas y la gente gritando y corriendo de un lado a otro tratando de esquivarlas, Bruno perdió a los Henderson.

No se dio cuenta que entre más pesada se ponía la situación, más gente salía, mal herida o muerta. En un momento pudo divisar a una chica con el cabello naranja claro estaba tirada en el suelo, llena de sangre, mientras sujetaba la mano de lo que supuso era su novio, que trataba de protegerla de las balas.

En el viaje de la mirada de Bruno de la pareja hacia la izquierda esquivando un disparo pudo divisar a los Henderson. Que eran respaldados por 4 policías, los rodeaban mientras los dirigían a la parte trasera.

Sin perder tiempo y llamando la atención de uno de sus hombres se dirigió hacia ellos.

Alejandro lo volteo a ver y con cara de suficiencia le enseño el dedo medio.

"Infantil" pensó Bruno y camino más rápido.

No dio ni 3 pasos hasta que se dio cuenta que el hombre que iba a su lado ya no estaba a su lado. Lo busco con la mirada pero nada, hasta que sintió algo en el pie.

"Ups" pensó, estaba tirado y un charco de sangre crecía a su lado. Lo iba a ayudar hasta que sintió mojado en un costado de su vientre. Era sangre.

Ni tiempo de pensar en que momento lo dispararon ni por qué no lo sintió cuando 3 policías se le tiraron encima como si de un juego de la NFL se tratase. Levanto la vista.

El número 28Donde viven las historias. Descúbrelo ahora