La familia Dragneel

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→Narra Natsu←

Sé que Laxus tiene razón, pero... Ese dinero nos vendría muy bien y no me sentiría bien al aceptarlo después de que Laxus hiciera el trabajo. Sería como aprovecharme de él y no, gracias. El trabajo consiste en derrotar a unos monstruos y a sus maestros, los cuales utilizan magia negra. Entiendo que es algo peligroso, pero me lo han pedido a mí y no puedo rechazarlo.

Natsu: Yo... entiendo lo que decís, pero aún así no puedo rechazar ese trabajo. Y tampoco quiero que lo hagas tú y me des la recompensa porque sentiría que me estoy aprovechando de ti y no. -Laxus se cruza de brazos con el ceño fruncido, yo miro a Lucy y la cojo de las manos- Luce, no te preocupes, estaré bien. Te prometo que volveré de una sola pieza. -sus ojos se llenan de lágrimas y la abrazo- No pienso dejaros solos, ni a ti ni al dragoncito o dragoncita.

Laxus: Es inútil convencerte de que no vayas, ¿verdad? -me separo de Lucy, las chicas se acercan a ella, yo miro lo miro serio, asiento y él suspira-

Makarov: Aceptaré que vayas si te llevas a dos personas contigo. -todos lo miramos- No pienso dejar que vayas solo. Si vas acompañado hay menos posibilidades de que pase algo.

Gray: En ese caso yo iré con él. -se pone a mi lado-

Gajeel: Y yo. -imita a Gray, el maestro asiente y nosotros miramos a las chicas-

Levy: Si vais los tres estaremos más tranquilas.

Juvia: Sabemos que os cuidareis los unos a los otros.

Lucy: Aún así tened cuidado, por favor. -las abrazamos-

Gajeel/Gray/Natsu: Darlo por hecho.

→Narrador omnisciente←

Ese día fue uno de los más tranquilos  de Fairy Tail, por no decir el más tranquilo. El trabajo en sí es cierto que no tenía mucha complicación para un Dragon Slayer como Natsu, pero, en su situación, es preferible tomar precauciones. Los tres magos acordaron salir al día siguiente hacia el pueblo donde vive el cliente, por lo que todos se fueron temprano a casa.

Con Natsu y Lucy...

Lucy: Sigue sin gustarme la idea de que vayas.

Natsu: Lo sé, pero aún si es la tercera, esa recompensa nos viene muy bien. -la abrazo por la espalda y apoyo el mentón en su hombro-

Lucy: Sabes que en este caso el dinero me da igual... -se da la vuelta y quedamos cara a cara sin soltarnos- ¿Me prometes que volverás sano y salvo? -él se quita la bufanda y se la pone-

Natsu: Lo juro sobre esta bufanda. Juro que volveré a por ella y, por lo tanto, de nuevo a vuestro lado. -pone una mano sobre la ya abultada tripa de su amada y se besan-

Con Gray y Juvia...

Gray: Juvia, sé que ni te hace mucha gracia que vaya, pero no puedo dejar a ese cerebro de ceniza solo. -se acerco a ella, pasa sus brazos por sus hombros, le da un beso en la mejilla, ella deja el peine en el tocador y le coge las manos-

Juvia: Lo sé, Gray-sama, y no voy a detenerte. Sé que tú y Natsu-san son muy buenos amigos y me alegra ver que quieres apoyarlo en esto. -ambos sonríen y se meten en la cama-

Gray: Te prometo que volveré y, con mi parte de la recompensa, compraré todo lo necesario para esta pequeña gotita. -pone una mano en su algo notada barriga y ambos se duermen con una sonrisa-

Con Gajeel y Levy...

Levy: Gajeel, más te vale volver sano y salvo, porque sino seré yo quien te remate.

Gajeel: ¿Sabes? Eso es una de las muchas cosas que me gustan de ti: -se acerca a ella, la pega a él por la cintura y le acaricia la mejilla- tu carácter y fortaleza.

Levy: En realidad estoy muriendo de los nervios, pero sé que, mientras esteis los tres juntos, volveréis a casa. -lo rodea por los hombros y sonrie-

Gajeel: Volveré pase lo que pase, lo prometo. -se besan-

Así, todos se despidieron de sus amadas de una forma intima. Mañana, cuando estén a punto de irse, volverán a despedirse junto a los demás miembros del gremio. Aunque intenten ocultarlo, ellos también están nerviosos: el primer trabajo al que van con los nervios a flor de piel.