Han llegado desde Dalaran tres nuevos soldados, hacía Orgrimmar. Thrall los esperaba en su sala, en su trono, a su lado estaba un amigo que trajo de Terrallende, Garrosh. La tarea no era sencilla, ser escolta de un orco malhumorado, e investigar un pequeño movimiento de la alianza en Marjal Revolcafango, sí, tenían que ir a la isla de Theramore. A Garrosh no le gustaba la idea de negociar con la alianza, el solo quería destruirlos, decapitarlos, desaparecerlos de Kalimdor, de todo Azeroth. Entre los tres soldados había un brujo orco, los otros dos eran un Troll y un elfo de sangre. Y Garrosh no solo odiaba a la alianza, sino a todo ser que no fuese orco. Pero vivía bajo las ordenes de Thrall, y gracias a sus hazañas en Rasganorte, es que el jefe de guerra le tenía mucho aprecio, aunque algunos dicen que más aún por ser hijo de uno de sus amigos, Grommash Grito Infernal. Se dirigieron hacia los establos, y montaron sus lobos listos para ir hasta Marjal, aunque su primera parada era El Cruce. Garrosh iba siempre adelante, serio, sus tres acompañantes se rehusaban a hablarle y solo iban en su tras, a paso lento y comiendo pan con especias. De pronto el orco de piel roja, llamó al otro orco, al brujo, le pidió acercarse a él, y fueron conversando hasta la salida de Orgrimmar por el barrio de los Troll. Garrosh no confiaba en alguien que no fuese orco, y hasta de los orcos de piel verde desconfiaba. Iba vigilante todo el camino, temía ser atacado por el Troll o por el elfo, antes de llegar al cruce.
- ¿Cómo te llamas, muchacho?
- Letxar señor, ese es mi nombre. – respondió el orco verde.
- ¿Conoces a los otros dos? – mientras seguía pegando un ojo hacia atrás.
- No mucho, ambos son magos de Dalaran, yo solo estuve allí estudiando un poco de magia arcana.
- Si todo sale bien en nuestra misión deberías visitarme en Rasganorte, para conversarte algunas de mis hazañas en Terrallende. – parecía algo amable, aun con la rudeza de su voz.
- Mi señor Thrall, nos ha hablado mucho de usted. Dice que es como ningún otro guerrero, para mí es un honor hacer esta misión con usted.
- Esta misión no es más que un simple pacto, con la alianza, y averiguar sobre unos rumores que circulan a los alrededores, sobre un supuesto ataque de la alianza, comandado por Jaina.
- ¿La gran maga del Kirin Tor?
- ¿La conoces? – dijo Garrosh sorprendido.
- Claro que no, solo he oído sobre ella de los magos de Dalaran.
- Bien, eso es lo que vamos a averiguar. – miró hacia atrás una vez más. – ahora ve con ellos, pararemos un momento en el cruce, ya queda poco para llegar.
Habían caminado desde la salida este en dirección a los Baldíos, Thrall les había pedido total discreción, no levantar mucha sospecha era la mejor opción. Ir a Trinquete y tomar un barco hasta la isla era un poco riesgoso. Además no era seguro confiar en un Goblin. Todo debería parecer un paseo hacía Marjal, de una escolta Horda, solo con la intención de supervisar las avanzadas. Llegar a Theramore y entregar la carta de Thrall a Jaina. Garrosh se había ofrecido voluntariamente a entregar la carta. Ya que Thrall, tenía asuntos que resolver en Rasganorte sobre la plaga. Finalmente llegaron al Cruce. El tabernero les dio la bienvenida, le sorprendió ver al orco rojo, los tauren no veían con buenos ojos a Garrosh, y él pues tampoco les veía bien. El orco en otros tiempos fue un poco más tranquilo, al parecer las palabras de Thrall habían hecho crecer mucho el ego de un joven que vivió toda su vida pensando que su padre era un cobarde y traidor. El otro orco se acercó a hablar con el tabernero, le ofreció unas monedas de oro por una buena cena y una buena cama para todos sus acompañantes, Garrosh se dirigió a la salida y fue camino hasta el atalaya que estaba frente a la taberna. La subió, sin pedir permiso obviamente, los guardias solo se miraron entre sí, y era totalmente raro ver a Garrosh por Kalimdor y si llegaba a Kalimdor solo era para estar en Orgrimmar y rápidamente volaba de regreso a Tundra Boreal. También habían corrido muchos rumores por todo Azeroth sobre él, sabían de su fiereza y su fuerza, y mucho más recientemente con el ataque de la plaga, pero era aún más raro verlo en esta época por esta zona. Se podían oír leves susurros entre los habitantes del cruce. El orco Letxar, salió de la taberna y miró hacia la cima de la torre y vio a Garrosh, de pie mirando al sur, quizá estaba buscando un buen camino hacia Bael Modan. Corría un ligero viento frio que bajaba desde el norte, y se mezclaba con el olor del mar que estaba muy cerca al oeste, allí cerca al Cruce está el muelle de Tinquete, lugar por donde no irían, Garrosh también había acercado su mirada por ese lugar. <<huele a Goblin>> de pronto se acercó el otro orco por detrás.
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LOK'TAR OGAR
FantasySaludos amigos, les traigo un pequeño homenaje a este grandioso juego llamado World of Warcraft. Esta historia esta basada en el juego, así que encontraran muchas referencias al juego, con el afán de animarlos a jugarlo. Y además está historia tiene...