- Ta… Tadashi…
Susurraba un joven pelinegro mientras dormía un sábado por la mañana. Su cuerpo se encontraba destapado y sus delgados brazos abrazaban fuertemente la almohada con la que dormía, la cual escurría de saliva hasta el suelo. Típico del joven Hiro Hamada. En ese momento se encontraba en un profundo sueño en el que parecía que su hermano mayor, Tadashi, rondaba por su mente… y mucho.
Esta no era la primera vez que su hermano mayor se apoderaba de su mente mientras estaba en brazos de Morfeo. Desde niño, Hiro siempre tuvo un apego muy grande hacia su hermano mayor; desde que sus padres murieron, ese apego fue incrementando cada vez más. Pero esta vez era distinto, uno pensaría que su relación es como la de todos los hermanos; peleas, gritos, juegos bruscos, y golpes, ya que ambos eran varones, lo normal; pero, para Hiro era algo diferente, imposible.
No sabía por qué, ni cómo, pero eso era. No había palabras para explicar ese sentimiento tan peculiar. Quería que su hermano lo supiera; y seguramente lo sabe, mas no de la manera en la que el chico cree.
A los ojos de Hiro, Tadashi era el modelo de hermano mayor que todos deseaban. Es alguien muy inteligente, dedicado, y hábil con las herramientas de robótica; es muy amable con todos, educado, divertido y se preocupada mucho por sus amigos, especialmente por su hermano menor.
Su aspecto llamaba mucho la atención, a pesar de que vivían en la gran ciudad de San Fransokyo, ciudad en la que hay muchas personas con rasgos asiáticos, su rostro era fácil de identificar. Piel blanca, ojos rasgados y expresivos, nariz pronunciada, cabello negro, cejas pobladas, de alta estatura, se veía en forma… es decir, ¿cómo no iba a ser el hermano perfecto? Lo tenía todo. Era lo que todos quisieran tener a su lado… y para la suerte de Hiro, lo tiene. Era un orgullo ser el hermano menor de Tadashi Hamada, y lo hacía notar, sin importar quién fuese. Le gustaba dejar eso muy en claro.
Ooh sí~ Tadashi, el hermano que todos quieren. Ése es el problema. Todos quieren estar cerca de él; quieren tocarlo, tomarlo del brazo, que sea el mesero de todas las mesas durante el trabajo, hablar con él… ¡TODOS QUIEREN ALGO CON ÉL! Eso era algo que a Hiro le molestaba mucho. Mostraba señales de celos a lo lejos mientras trabaja en el café de tía Cass los fines de semana. Le gustaba observarlo mucho durante sus horas laborales, además de que le encantaba cómo lucía con su uniforme, lo vigilaba en cada momento. Cada persona que se acercaba a Tadashi hacían que Hiro enloqueciera por dentro; sería muy ridículo armar una escena vergonzosa en ese momento, por lo que por esa razón no podía hacer nada más que aguantar las ganas hacerlos cenizas con un rayo que él mismo inventó y observar desde lejos.
A veces, cuando Tadashi no estaba en casa, Hiro aprovechaba para tirarse en la cama del mayor y acurrucar su rostro en la almohada, respirar hondo, y sentir cómo el aroma provocaba que dibujara una sonrisa en él. Cuando lo hacía, su cuerpo hacía que se sintiera extraño. Era como una sensación que hacían que su corazón se acelerara; que su rostro tornara acentos de un rojo claro en sus mejillas; que su cuerpo subiera de temperatura… eran sensaciones que él sentía con mucha frecuencia, y a veces hacían que perdiera el control por unos segundos, sin embargo podía controlarlos una vez que se alejaba del espacio de su hermano mayor.
Otras veces, al ir caminando ambos hermanos hacia su escuela o a cualquier lado fuera de casa, Hiro se aferraba constantemente a su hermano mayor, ya sea tomándolo del brazo, o de la manga de algún suéter; algunas veces finjía estar cansado y se subía a la espalda de su hermano, sólo para abrazarlo y oler su cuello o su cabello. Parecía que a Tadashi no le molestaba en lo absoluto, al final de cuentas, él era el segundo encargado de Hiro, por lo que hacía cualquier cosas que él le pidiera para poder verlo feliz y cómodo.
Estar cerca de Tadashi se convirtió en una necesidad para Hiro. No podía estar lejos de él en ningún momento. Sentir su aroma, ver su rostro, sentir su ropa, era como una droga. Quería que Tadashi fuera sólo para él, que sólo tuviera ojos para Hiro y nadie más.