Hace un mes, un chico muy lindo me escribió por una red social llamada Facebook, la conversación fue muy corta y sencilla.
El día de mi cumpleaños el chico decide felicitarme, y hablar con poco conmigo, al final del día se arma de valor y me pide el número para hablar por whatsapp.
Al decir verdad, las conversaciones por whatsapp era más larga y complejas que las que solíamos tener, llegamos a conocernos un poco mejor, preguntar sobre nuestra familia, estudios, cosas en común, etc.
Duramos un mes hablando, en el cual duramos semanas planeando vernos en personas por primera vez, era extraño vivir en el mismo lugar y que nunca nos hayamos visto, sólo por fotos.
Tenía miedo de que en cierto modo no fuera la persona con quien tengo una confianza tan linda, tenía miedo de que el esperara mucho más de mi de lo que yo era, el miedo común.
Lo malo de planear las salidas es que siempre se presentaba algún problema y nunca solíamos vernos, siempre salía algo de última hora que hacia que no nos pudiéramos encontrar, admito que eso era muy triste.
Pero al fin pasó, planificamos para salir y paso, cada vez que se acercaba más la hora solía ponerme mucho más nerviosa, caminaba por toda mi casa pensando en como lo reconocería, como sería su físico, como sería su actitud al verme, era castigarme yo misma al pensar esas cosas porque me ponía nerviosa.
El encuentro era en un centro comercial donde casualmente voy al gimnasio, pero sin ganas de ir a entrenar exactamente.
Cuando le dejo un mensaje antes de irme diciéndole que iba saliendo, él se encontraba en el gimnasio y no sabía a que hora vería el mensaje, así que otra presión más al pensar a que hora lo leerá, cuanto tiempo se tardará en llegar. Eso me ponía mucho más nerviosa.
Era un manojo de nervios, cuando me papá me dice estas palabras "Si ya estas lista, vamos para llevarte" me puse sumamente más nerviosa, no sabía que diría al verlo, sí me quedaría callada, sí él nunca iría y me quedaría allá sólita, no sabía que hacer o que pensar.
En camino al centro comercial, mi papá decide desviarse y fuimos en busca de mi hermano, sí sentía nervios súmenle una persona más a la cita, al pasar los minutos con mi hermano ya en el carro con nosotros, iba 40 minutos retrasada, sentía pena, sentía nervios, sentía ansias, sentía muchas cosas que no se imaginan.
Tenía pensado llegar e ir en busca de el, no quería que no me vieran en el gimnasio, ni mucho menos que me viera mi entrenadora, pero al llegar doy unos pasos y en eso escucho algo que me dejo perpleja en el lugar
Xx: María....
