Una historia que no ha debido ser escrita.

Primer día de clases

Faltaban 10 minutos para salir, me puse la falda del uniforme y me pinté los labios de rosa, me despedí y salí hacía el colegio. Llegué y no tenía ningún tipo de nervios, entré y observé que habia muchos compañeros nuevos, entre ellos una chica que me llamó mucho la atención, morocha, baja y de pelo negro, ojos marrones y con una sonrisa hermosa, la miré y por mi mente se me vino un 'woow, que hermosa es' hasta que entró el profesor de matemáticas y me borró de mis pensamientos. Él hizo que nos presentaramos, empezó por la ultima fila de la sala, donde ella estaba, al fondo; se presentaron y luego le tocó a ella.

~Me llamo Luna Villawolf, tengo 13 años, cumplo el 13 de octubre, soy de nacionalidad extranjera, y odio matemáticas.

¡Ja! Chica brava.- Dijo el profesor.

La clase siguió y ella estaba sentada sola. Yo como siempre estaba sentada con Camila, una rubia de ojos claros, como yo, solo que ella era preciosa.
Sonaban los timbres de salir al recreo y luegl de entrar a otra materia, la veía como ella estaba sola ahí en los lockers y todos los demás tenían ya compañeros, ella era distinta, y creerán que estoy delirando, pero noté en sus ojos enormes que era distinta a las demás.

Así concluyó el primer día, estaba yendo a esperar mi autobus y ella venía atrás, le pregunté cual se tomaba y para mi sorpresa era el mismo que yo.