capitulo 1: hemos terminado

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  SungMin volvió a consultar la hora en su celular. Se había citado con Kyuhyun a las 6:30, pero el reloj ya marcaba las 7:55 y su novio no aparecía por ninguna parte.


El rubio de facciones tiernas suspiro pesadamente, esta no era la primera vez que Kyuhyun no llegaba al lugar acordado. Convencido de que ya no tenia caso seguir aguardando por su novio, SungMin se levanto de la banca de aquel viejo y descuidado parque.


Camino a paso lento hasta su casa, tomo las llaves entre sus manos y jugo con ellas momentáneamente, hasta que las inserto en la cerradura y con parsimonia giro la llave, encontrándose, prácticamente de frente a su hermano menor SungJing.



-¿No te ibas a ver con el idiota ese?- Soltó sin mas su hermano.

-Me dejo plantado.- Respondió con una sonrisa melancólica SungMin.

-Que raro.- Hablo con notorio sarcasmo SunJing.- Enserio que aun no entiendo porque sigues junto a el.

-Yo me hago la misma pregunta.- Dijo apenas audible el rubio.

¿Por qué sigo junto a el? Esa era una interrogante que atormentaba a SungMin desde hace ya un tiempo.


Cuando inicio su primer año de secundaria, la primer persona que hablo con el fue Kyuhyun, y por eso mismo ambos se habían hecho prácticamente inseparables, los dos chicos eran los mejores amigos, pero como siempre el amor se había hecho presente en su relación de hermandad. Y se podría decir que su unión había marchado viento en popa o al menos eso quería creer SungMin. El noviazgo que mantenían nunca había sido, ni blanco ni negro, era algo así como un punto intermedio, para ser exactos ellos eran el color gris en clasificación de relaciones. Pero desde hace algunos meses, ya nada era lo mismo, su noviazgo se esta tiñendo de lodo, pero SungMin se negaba a verlo. Intentaba cerrar los ojos ante la actitud de Kyuhyun que se había tornado bastante rara.


El pelirrojo dejo de enviarle mensajes de amor al rubio, no se molestaba en llamarlo y ya ni siquiera lo besaba.


-Me iré a dormir.- Le expreso SungMin a su hermano para cortar de una vez la conversación que mantenían, ya que el rubio sabía, que esas charlas siempre terminaban en el mismo punto.


Entro en su habitación, sin ganas de nada, simplemente se metió entre las sabanas, intentando cerrar los ojos, pero lo único que consiguió fue que algunas traviesas y saladas lágrimas recorrieran sus mejillas.


SungMin intentaba aparentar que erra de hierro, que cada desplante que le hacia su maldito novio no le dolía, pero no era así, ya que cada vez que Kyuhyun lo dejaba plantado en el mismo parque y en la misma oxidada banca, SungMin sentía que se comían un pedazo de su corazón. Y su dolor no terminaba ahí, aun tenia que cargar con los comentarios y miradas de lastima y burla que le lanzaban mientras cruzaba la calle.



De momento su llanto fue interrumpido por el sonido de su celular, lo tomo entre sus manos y vio que era un mensaje del culpable de su desdicha.

"Estoy ocupado. No pude llegar"



-No me digas ni siquiera me di cuenta.- Murmuro con sátira SungMin.- Tampoco eres capaz de disculparte.- el rubio perdió el control y lanzo su teléfono contra la pared, haciéndolo trizas.

-Que demonios.- Grito su madre mientras habría de un portazo su habitación.

-Déjame solo.- Espeto el rubio.

-Dios... que le has hecho a tu teléfono.- Dijo su madre ignorando olímpicamente sus palabras.

-Vete mama.- Grito SungMin mientras se levantaba hecho una fiera.

-No tengo ni la mas mínima idea de lo que te sucede pero a mi no me vas a hablar así jovencito.- Le regaño la señora Lee.- Y vete olvidando de que te compre celular nuevo.

-No quiero nada... Solo sal de mi habitación.

-Estas castigado.- Sentencio la mujer mientras salía de aquella habitación.


La palabra castigado, paso de ser desconocida a demasiado común en el vocabulario de su madre, la señora Lee nunca había tenido que castigar a SungMin, ya que este siempre se había caracterizado por ser muy lindo, cariñoso y obediente. Pero de un tiempo hacia acá la conducta del rubio había dado un giro de noventa grados, que había sorprendido a más de uno. Si bien SungMin seguía siendo, amable y agradable con sus compañeros de curso, el pequeño rubio ya no tenia ni una pizca de ese brillo en los ojos que era tan característico de el y algunas veces se la pasaba llorando en algún rincón del colegio, pareciese como si algo o mejor dicho alguien le estuviera consumiendo la vida.... Y la mayor parte de las personas que le rodeaban incluyendo a sus maestros, sabían de quien se trataba, y por esa misma razón le habían pedido, básicamente implorado que rompiera su relación con Cho Kyuhyun, pero SungMin se negaba rotundamente, argumentando que el pelirrojo no tenia la culpa de nada, y que si lo dejaba se moriría de amor.


SungMin intentaba aferrarse a Kyuhyun, como un naufrago a un salvavidas.




~°~




Al otro lado del pequeño pueblo en donde habitaban ambos, Kyuhyun se encontraba embistiendo fuertemente el cuerpo de una de sus compañeras de curso.


-Ahí... si...oppa.- Gemía la joven mientras acariciaba la espalda del pelirrojo.

-Date... vuelta.- L e ordeno Kyuhyun mientras salía bruscamente de su interior.

Y sin esperar un minuto mas, Kyuhyun se comenzó a mover frenéticamente dentro de la chica, que emitía gemidos como si el mundo se fuera a acabar.

-Por dios... oppa me la metes tan rico.- Dijo vulgarmente la mujer.

-Tú... me provocas.- Le susurro al oído sin dejar de penetrarla.

-mmm... si... yo... ahhh... yo soy mejor... que el lánguido de tu novio.- Espeto venenosamente aquella zorra.

-Mi... novio... no se abre de piernas.- Comenzó a hablar Kyuhyun sin dejar de arremeter enérgicamente la matriz de la mujer.- Ni porque... el mismo tenga... mmm... tenga ganas.-

-Yo te puedo... dar todo lo que el no te da... oppa.- Le declaro la mujer mientras movía sus caderas al compás de las embestidas.

Kyuhyun siguió en la faena, de revolcarse con aquella corriente chica, hasta que la mujer llego al climax, lo cual no logro el pelirrojo, ya que simplemente se había liberado dentro del preservativo.

-Si...si... tu de-jas... a SungMin.- Comenzó a parlotear la tipa.- Me puedes tener todos los días... en tu cama.

-JaJa... no me jodas Seohyun.- Exclamo entre risas Kyuhyun.- Yo no como dos veces del mismo plato.

-Maldito hijo de puta.- Grito echando fuego la pedestre tipa.- Voy a hacer que SungMin te mande a la mierda.- Espeto mientras juntaba su ropa para vestirse.

-Inténtalo... sabes que no te creerá.- Manifestó con una sonrisa ladina el pelirrojo.

-La chica rechino sus dientes.- No se como puede ser tan estúpido.- Seohyun se coloco el vestido y comenzó a ponerse sus zapatos.- Te has follado a la mitad de los del curso y ese inepto sigue pegado a ti como lapa.

-El verdadero amor... es ciego.- Hablo como si el tema de su noviazgo fuera algo banal.- Cuando salgas cierra la puerta... putita.

-Jodete.- Espeto con odio Seohyun antes de salir de la habitación de Kyuhyun.

-Ya te jodi a ti... mi estimada.- Dijo socarronamente el pelirrojo.

Así era Kyuhyun, nunca tomaba nada ni a nadie enserio, por su cama habían pasado las chicas mas lindas del colegio y alguno que otro tipejo de buen culo, según sus palabras. A el le importaba un pepino quien fuera su amante en turno, el simplemente la metía, lo disfrutaba y se terminaba, nunca involucraba sentimientos, por esas personas tan hormonales y lujuriosas como el.

Si bien, muchas veces había querido terminar su relación con SungMin, porque este le parecía el ser mas meloso y amable de kilómetros a la redonda, pero no lo hacia, su primer razón era que el rubio tenia una popularidad que sobre pasaba a la suya, muchos admiraban al príncipe rosa del colegio, pero otros lo envidiaban, y veían en Kyuhyun una manera de hacerle daño, su segunda razón era que ese muñequito le daba lastima.

El pelirrojo tenia completamente medido a SungMin, el podía hacer y deshacer, y aunque los rumores llegaran a oídos del bajito este hacia en cuenta como si nunca los hubiera escuchado, y eso era algo que a Kyuhyun le encantaba del rubio, su entrega incondicional. Además de que SungMin, estaba bastante bueno, tenia un maldito trasero hecho por los dioses, una piernas rellenas y torneadas, una piel blanca e inmaculada y ese maldito rostro que detonaba inocencia que despertaban en Kyuhyun unas terribles ganas de tenerlo entre sus piernas tragándose su falo.

Pero nunca había podido pasar mas haya de unos cuantos besos subidos de tono, si bien había personas que se daban a respetar al parecer del pelirrojo SungMin exageraba.

-Mmm... esta indignado.- Dijo al aire mientras revisaba su celular y no veía la respuesta del rubio a su mensaje.- Tan idiota.- Le insulto como si lo pudiera escuchar.



~°~


Al siguiente día, SungMin había sido retenido en prefectura por llegar tarde.

-De verdad que lo siento mucho Hyoyeon noona.- Decía SungMin mientras agachaba levemente su rostro.

-Hay... Min eres un muy buen estudiante... pero ultimamente tus calificaciones han ido bajando.-Declaro Hyoyeon mientras miraba con decepción a SungMin.- Y llegas tarde la mitad de la semana.

-Lo se... noona pero ultimamente no duermo bien.- Menciono el rubio mientras elevaba su rostro.

-No hace falta que lo digas... con el solo hecho de ver tu rostro me doy cuenta.- La mujer suspiro pesadamente.- Ya andate a tu clase... el profesor aun no llega.

El rubio no lo pensó dos veces y salio de aquella sala, mientras corria por la cancha y subia los escalones que lo llevaban al laboratorio donde tendria su primer clase.

Abrio la puerta lentamente, y se quedo pasmado al ver como Kyuhyun tenia acorralada a una de sus compañeras de curso, sintio que la garganta se le secaba y que no podia mover ni un solo musculo.

-Ahh... SungMin-shii... llegaste.- Grito su amigo KangIn con la intencion de que Kyuhyun se separara de aquella tipa, pero el pelirrojo ni siquiera se habia inmutado. El fornido chico al ver que con sus palabras no habia logrado nada y que SungMin seguia plantado en la puerta soportando que aquella chica lo mirara con altaneria como diciendole "Tu novio me prefiere a mi" Se levanto de su asiento y golpeo una silla haciendo que callero en el pie izquierdo de Kyuhyun.- Eres un maldito bastardo.- Vocifero con odio mientras caminaba a paso decido hasta donde estaba SungMin y lo tomaba por lo hombros para sacarlo del salon.

KangIn observo lo ojeroso que estaba SungMin y como este tenia los ojos inchados seguramente de tanto llorar. Y vio como poco a poco los ojos del menudo rubio se cristalizaban.

-Vamos Min.- Le dijo mientras le guiaba hasta la cafeteria.

El robusto chico dejo en una mesa a SungMin y se fue a comprar dos vasos de café caliente y unas galletas, para subirle el animo aunque sea un poco a su amigo.

-¿Porque me trata de esa manera?- Le dijo SungMin a KangIn mientras recibia el café y las galletas.

-Porque tú se lo permites.- Le contesto firmemente KangIn.

-No puedes... tener un poquito más de tacto.- Le declaro el rubio mientras sorbia un poco de su café.

-Siempre me ha gustado decirte las cosas como son y tu muy bien lo sabes.- Sentencio el robusto chico.

-Lo se.- Murmuro con una mueca que aparentaba ser sonrisa el rubio.

-No tienes porque dejar que te humille.- Le reclamo KangIn.

-¿Qué puedo hacer?... lo amo y no quiero que me deje.- Respondio con el sufrir pintado en sus pupilas SungMin.


-Eso no es amor SungMin... el amor no te lastima... el amor no te hace llorar.- Vocifero con enojo YoungWoon.

-¿Entonces que es?- Cuestiono el rubio

-Pura y simple costumbre SungMin... tú no puedes seguir atado a Kyuhyun.- Espeto KangIn.

-Costumbre...- Murmuro con dolor el rubio.- Se lo que sea yo no me quiero separar de Kyuhyun.- SungMin estaba a punto de romper en llanto pero apretaba sus manos intentado retener sus sollozos.

-Dejalo SungMin... hay muchas otras personas que quisieran estar en tu corazon.- Y yo... soy una de ellas.- Confeso KangIn.

-YoungWoon.- Le llamo SungMin con asombro.- Yo...

-No sabes cuanto me duele verte llorar.- Interrumpio KangIn.- No sabes como me hierve la sangre al ver como te humilla y te trata como si no valieras nada... pero lo que mas me duele es saber que tu se lo permites.

Y esas palabras habian sido la gota que derramo el vaso, ya que sin mas el rubio se largo a llorar, porque sabia muy bien que su amigo tenia razon.

-Min... perdon... yo no queria...- Intento disculparse YoungWoon siendo interrumpido por la negacion que habia llevado acabo con su cabeza SungMin.

-Ti-enes... razon.- Dijo con la voz cuartiada SungMin.

-No queria hacerte llorar.- KangIn se levanto de su lugar y rodeo el cuerpo del rubio con sus brazos.- Te juro que no era mi intencion.- Le murmuro mientras lo miraba a los ojos, y como si de la fuerza de gravedad se tratara se abalanzo sobre los labios del rubio sin saber que todas sus acciones estaban siendo observadas por Kyuhyun.

-¡Woah!- Se escucho una voz seguida de algunos aplausos.- Eso fue tan meramente romantico.- Escupio venenosamente Kyuhyun.

-Kyu....Kyu-hyun.- Formulo con miedo SungMin.

-No sabía que fueras tan facil... Minnie.- Le insulto con malicia el pelirrojo.

-No le hables de esa manera.- Espeto YoungWoo mientras se colocaba frente a Kyuhyun.

-Tranquilo KangIn... solo vine a decirle a SungMin que hemos terminado.- Declaro friamente el pelirrojo.- Creeme que ya estaba arto de ti Minnie... pero me dabas tanta lastima que seguia junto a ti.- Exclamo mientras miraba fijamente al rubio.- Pero me has dado una buena escusa para terminar con este martirio.

-Kyuhyun... no me digas eso.- Manifesto entre lagrimas SungMin.

-Por dios... no te hagas el sorprendido que ya lo sabias... y por favor guarda tu drama para la clase de teatro que yo no te voy a estar soportando tus lloriqueos de nena.- Espeto con frigidez Kyuhyun.

-Ya estuvo bien Kyuhyun.- Hablo un enfurecido KangIn.

-Si... bueno Minnie que sean felices juntos.- Dijo socarronamente el pelirrojo para despues darse la vuelta y marcharse de vuelta al laboratorio.

-Nunca... signifique algo para el... solo fui un estorbo.- Recito con tristeza SungMin.

-SungMin... Es mi culpa... yo no debi besarte.- Le consolo YoungWoon.

-Tú no tienes la culpa de nada.- Dijo SungMin mientras intentaba sonreirle a KangIn.- Yo sabia que este dia tarde o temprano iba a llegar... Simplemente no pense que Kyuhyun fuera a desquitarse de esa manera.

Ambos amigos recorrieron el mismo camino que segundos antes habia pisado Kyuhyun e ingresaron al laboratorio, encontranse con la desagradable imagen de Kyuhyun cogiendose practicamente a la misma fulana.

Todos en el aula, estaban callados y miraban con compasion a SungMin, sus compañeros se preguntaban como podia soportar que lo sobajaran de esa forma. Pero lo que no esperaban era que SungMin entrara con la frente en alto, tomara sus cosas y mirara de manera pedante a Kyuhyun y a la chica que esta entre sus piernas.

-Suerte... queridita.- Expreso con una sonrisa radiente SungMin, y eso si que habia dejado perplejo a Kyuhyun.

Pero lo que no pudieron admirar fue como SungMin se quebraba entre los brazos de KangIn al salir del aula.

Este era el fin de su relacion con Kyuhyun... pero ya no lloraria mas despues de este dia... sacaria la fuerza que no tenia, pero le haria frente al pelirrojo. SungMin ya no se iba dejar humillar por Kyuhyun... Ya no más.  


kyumin....nuestro amor es solo costumbreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora