epilogo: viejas costumbres y el mismo amor

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  KyuHyun caminaba por las calles del pintoresco pueblo que lo vio crecer. Muy pocas cosas habían cambiado. Sin embargo la vida del pelirrojo ya no era la misma.




Después de haber estado de rodillas llorando frente a la residencia Lee, los días pasaron con una parsimonia sorprendente, y aunque le pregunto a medio mundo acerca del paradero de SungMin nadie le supo dar razón.



al poco tiempo aplico para la facultad local y consiguió entrar, su vida universitaria fue realmente tranquila, ya que solo se había centrado en los estudios, al final termino manejando con maestría el buffet de abogados de su padre, económicamente lo tenía todo. Pero en cuestiones del amor no tenia absolutamente nada.




¿Como podría amar a alguien más? ¿Dónde encontraría a un ser tan maravilloso como él?



En los últimos años KyuHyun no se había vinculado sentimental ni físicamente con nadie.



¿Como podría tocar otro insípido cuerpo si ya he probado al pecado hecho persona?




Aunque ya habían pasado seis años, el pelirrojo a un se despertaba totalmente excitado cuando en sueños rememoraba la forma en que había tomado la dispuesta anatomía de SungMin.




A veces su mente proyecta el dulce tacto de su espalda entre sus dedos y de pronto la imagen de SungMin mientras se empalaba sobre su miembro.



Sus ensoñaciones eran recuerdos de la única vez que pudo poseer a su adorado rubio.



Sonrió cómo poseso y sacudió la cabeza, a su "amiguito" le encantaba recordar esos momentos.



KyuHyun se encontraba realizando algunas compras para llenar su alacena con comida nutritiva (Fideos instantáneos, doritos, Coca-Cola entre otros tantos ejemplares de comida chatarra) y claro algunos materiales de limpieza intima (Papel de baño y una barra de jabón)




Una vez que dio por terminada su "extensa" y "ardua" labor siguió su camino hasta su lujoso sedan verde oscuro, buscó las llaves en el bolsillo de su pantalón, oprimió el botón de la alarma y estaba apuntó de introducir la llave en la puerta, cuándo por instinto alzó su mirada y en un local que se encontraba frente a él una peculiar mata de cabellos rubios llamo su atención.



El corazón se le acelero, quiso respirar pero en vez de hacerlo se largo a reír como idiota, no quería hacerse ilusiones pero él creía conocer esa silueta.




Rodeo el auto y miro hacia ambos lados para cruzar la calle.




Cada vez estaba más cerca del gran vitral que resguardaba una oportunidad para redimir todos y cada uno de sus errores.




Con sus nudillos toco el vidrio, golpeando con suficiente fuerza como para que lo escucharan del otro lado. Kyuhyun sintió que todo pasaba en cámara lenta cuando la persona dentro de aquella tienda giro en su dirección.




Era él, con su respingona nariz, sus marcados pómulos y su ojos profundos como chocolate suizo, y para su sorpresa le estaba sonriendo a el... al hombre que más lo hirió.




El rubio salió del local y KyuHyun se quedó en shock al verlo.





"Por dios estos años le han sentado de maravilla" Pensó KyuHyun mientras intentaba formular al menos un hola.






-Cho KyuHyun. - Dijo con su dulce voz.



-SungMin. –Le contesto en un murmullo apenas tangible.



-¿Cómo has estado?-Le interrogo sin borrar la sonrisa de sus labios.



"Mal prácticamente muerto en vida después de tu partida" Quiso escupir el pelirrojo pero sabía que no era lo correcto.



-Bien... me ha ido muy bien.- No estaba mintiendo simplemente estaba omitiendo algunos detallitos.- ¿Y tú?



- He estado de maravilla.- Le contesto y KyuHyun pudo ver ese brillo tan especial en sus ojos.



-Se nota.- Farfullo vagamente.



-¿Eh? Perdón...no te escuche.- SungMin miro con curiosidad el rostro de su ex novio.



-No-o...Nada.- Kyuhyun negó fervientemente con su cabeza.- Yo bueno...se que quizás no quieras, o no se pero ¿te gustaría tomar algo conmigo?



Antes de que SungMin pudiera contestar atrás de él se poso un chico de cabello azabache y lo tomo por lo hombros.



-En estos momentos no puede.- Dijo tajante aquel extraño.- Se esta probando los trajes para la boda.




"SungMin se va a casar"



Boda definitivamente esa palabra acababa de hacer trizas el corazón del pelirrojo.



-Pero Heechul hyung.- Lloriqueo SungMin.



-Pero nada ya tienes la fecha encima y no hay tiempo para irse a tomar un café, hoy mismo tienes que escoger el traje.- Sentencio Heechul.



-Está bien.- El rubio se encogió de hombros en señal de rendición.- Lo siento Kyuhyun ya será para otra ocasión.



-Si claro, no te preocupes SungMin... solamente me gustaría saber tu número de teléfono ya sabes para estar en contacto... bueno si tú me lo quieres dar.- Dijo Kyuhyun.



-Claro que si es el...



-Ya te dije que no hay tiempo.- Interrumpió aquel arrebatado peli azabache.- Ve con Jungsoo y mídete esos trajes y yo me encargo de darle tu número a este chico.



-Ok... Nos vemos después Kyuhyun.- Se despidió SungMin mientras se adentraba en la tienda.




Heechul no decía absolutamente nada, simplemente tenía su mirada clavada como una daga en Kyuhyun.




El sexto sentido del pelirrojo le decía que aquel extravagante chico le iba a decir más que el número de SungMin.




-Disculpe...Me podría dar el numero de SungMin.



-No.



Hay que reconocer que el chico era más directo que una flecha.



-SungMin y yo no somos desconocidos.- Intento rebatir el pelirrojo.- Fuimos novios.



- lo sé y por eso mismo quiero que te largues en este preciso instante.- Rugió con furia Heechul.



-Por favor si no me lo va a dar usted voy a entrar a la tienda y se lo pediré al mismo SungMin.- Disputo Kyuhyun.



-Sobre mi cadáver.



-Pues pasare sobre su esquelético trasero si es necesario.- Dijo un iracundo KyuHyun.



-¿Esquelético? Ah no sabes ni lo que dices engendro del demonio.- Escupió fieramente el pelinegro.- Ya lárgate que no tengo tu tiempo-



-Me importa un chícharo si tiene tiempo o no, yo voy a entrar a esa tienda y voy hablar con SungMin.-Vocifero Kyuhyun.- No es como si fuera a interrumpir su boda o lo fuera a secuestrar para que no se case




"Aunque no es mala idea" Kyuhyun tomo nota mentalmente.




-Eres un idiota.- Heechul rio escandalosamente dejando totalmente desconcertado al pelirrojo.



KyuHyun esta tan desconcertado que no dijo mas nada, hasta que escucho su nombre en boca de alguien.



-¡Hey! Cho.- Kyuhyun giro para encarar a la persona que lo había llamado y se encontró frente a frente con Kim YoungWoon.



-KangIn.- Tartamudeo KyuHyun.




¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había visto al fortachón que estaba frente a el?




-JaJa ¿te sorprende tanto verme?- Interrogo con una resplandeciente sonrisa.



-No... no es eso... me da gusto... verte.



-Oh tienes razón ya han pasado muchos años, pero bueno hay que quedar un día de estos para ponernos al día hombre.




KyuHyun asintió a las plabras dichas por KangIn



- nos vemos después SungMin me ha estado llamando como loco para que me pruebe mi traje y si no me apresuro seguro pateara mi trasero.- Bromeo el fortachón.- Déjame tu numero



-Tu... Tu ¿Traje?.- Interrogo alterado el pelirrojo.



-Si... el traje para mi boda.- Contesto KangIn como si le estuviera dando la hora.



-¿Tú te vas a casar?-KyuHyun tenía miedo delo que le pudiera decir YoungWoon pero aun así pregunto.



-Si... por eso he regresado al pueblo.- De momento el celular de KangIn comenzó a sonar y este lo contesto.- SungMinnie ya estoy aquí frente al local... si si ya voy a entrar.- El fortachón cerro su celular y sonrió al parecer de KyuHyun como idiota.




"Por la mierda, con razón YoungWoon desapareció después de la clausura de cursos" Pensó KyuHyun mientras empuñaba sus manos.



KyuHyun comenzó a armar sus especulaciones y llego a la conclusión de que KangIn y SungMin se casarían.




-te mandare una invitación para la boda... ¿Sigues teniendo la misma dirección?



-No... pero te daré mi tarjeta, puedes mandarme la invitación a la oficina.- Dijo con tono realmente frio.



KyuHyun saco de su bolsillo un trozo de papel de color negro con letras en tonalidades plata y se la extendió a KangIn.



-Vale te mandare la invitación...me voy porque si no esos dos me colgaran.



-Adiós.- Murmuro KyuHyun.



Heechul que llevaba rato observando las reacciones de KyuHyun sonrió escalofriantemente "Esto va a estar bueno" Pensó el de cabellos azabache mientras se dedicaba a mirar la escena.



KyuHyun fijo la mirada en el pavimento, ya había perdido a SungMin desde hace mucho tiempo.



-Y tu Heechul ¿qué haces aquí a fuera?- Interrogo KangIn antes de ingresar a la tienda.



-Creo que ya he hecho lo que tenía que hacer.- Dijo Heechul y con su glamuroso andar ingreso en la boutique.



-Espero verte en mi boda Cho.- Grito el robusto chico mientras sacudía su mano a manera de despedida.



El pelirrojo asintió con pesar, su cuerpo espasmódico era una clara señal de que el mar de noticias en el que fue sumergido lo había ahogado literalmente.



Esta era una escena similar, pero aquí no había nadie que lo pudiera salvar. No había nadie que lo pudiera rescatar de morir ahogado en el mar del desamor.




Con pesadez giro su cuerpo quería llegar a su auto de una buena vez.



No quería que SungMin se casara, ¿pero acaso SungMin lo escucharía? ¿Acaso SungMin no se casaría si él se lo pedía?



"Sigue soñando Cho KyuHyun" Le restregó su conciencia.




SungMin no dejaría al hombre del cual ahora estaba enamorado por volver con su estúpido ex novio, y mucho menos si el rubio tomaba en cuenta todas las veces en que KyuHyun lo había herido.




Cho KyuHyun había perdido todas y cada una de las batallas que se libraron por el amor del rubio, y al final sucedió lo inevitable.





~°~





KyuHyun se encontraba en un oscuro rincón de su habitación, en su mano derecha descansaba una botella a medio beber de vino blanco.



Con su veleidoso tacto tomo una sábana blanca que descansaba sobre sus piernas, acerco la blanca manta a su rostro y aspiro fuertemente, intentado extraer el aroma del rubio de ellas.



En esa inmaculada sabana había estado recostado el rubio cuando por primera vez abrió su cuerpo para alguien más... Sobre esa frazada SungMin se había entregado a KyuHyun. Realmente no entendía como SungMin había reaccionado de esa manera al verlo de nuevo. El pelirrojo espera al menos que sus partes nobles sufrieran algún daño, o quizás que su coche fuera incendiado, sin embargo el rubio lo hirió profundamente al sonreírle, y no porque KyuHyun fuera un puto egoísta- Era un jodido egoísta-



KyuHyun sentía una incómoda opresión en su pecho, el había soñado con su recuentro con SungMin y sinceramente no se asimilaba ni un poco a lo sucedido.



Habia esperado tantos años por volver a verlo y ni siquiera pudo luchar por su amor.



Quizás los mementos de felicidad que KyuHyun le había regalado al rubio eran contados, o al menos eso quería creer él.




La verdad era simple, KyuHyun había hecho feliz a SungMin con solo una sonrisa, con solo una mirada.



¿SungMin era un conformista?



Claro que no.



SungMin había amado con cada fibra de su corazón al pelirrojo, por eso no le había importado cuantas veces KyuHyun lo había dejado de lado para calmar sus deseos sexuales en brazos ajenos.



Decir que le dolía cuando lo veía con alguien mas era muy poco. Cada vez que KyuHyun le restregaba en la cara sus jodidas y fáciles conquistas destruía su orgullo, su dignidad y el inocente amor que le tenía.SungMin se había marchado a Seúl quizás no muy convencido de dejar atrás a KyuHyun, pero sabía que si no se iba ahora no iba a tener el valor de marcharse jamás. El rubio se había tenido que apretar fuertemente los pantalones para no bajarse del auto de su madre cuando estaban a punto de salir del pueblo. Pero decidió que no tenia caso volver y retomar lo que tenía con KyuHyun, porque entonces ese maldito circulo vicioso llamado costumbre, los volvería atacar y esta vez SungMin ya no tendría el valor de alejarse de su amado KyuHyun.



Porque para SungMin, KyuHyun era el único y para KyuHyun no había otro más que SungMin, porque ambos se amaban, porque no podían estar el uno sin el otro.



Pero a veces la rutina nubla el juicio de las personas o al menos ese fue el caso de KyuHyun.




En realidad costumbre era la palabra que describía su relación, si bien había amor, la inocencia del rubio no encajaba con la depravación de KyuHyun y eso ambos lo sabían.



Los polos opuestos se atraen, se repetía constantemente SungMin, pero en realidad ¿qué tan cierta es esa frase? ¿Cuánto tiempo se pueden soportar una situación así?




Y aunque KyuHyun amaba al rubio también admiraba sus deliciosas curvas.AL final la belleza de SungMin lo había vuelto loco y el no poder pasar más allá de un beso, hacia que el deseo consumiera su cuerpo, y aunque lo intentaba saciar con cuanta mujer se dejara levantar la falda nunca era suficiente, porque esas mujeres jamás iban a sustituir a SungMin.



Con que cara podía KyuHyun ahora pedirle a SungMin que no se casara, si al final de cuentas el mismo se había encargado de poner en brazos de otro hombre a su pequeño rubio.No debía meterse en la vida del rubio, porque en ella ya no había cavidad para él, porque su lugar ahora lo ocupaba KangIn.




Cuando SungMin se había marchado KyuHyun había llorado como un maldito imbécil, llego a su casa y prácticamente destruyo su habitación, para después terminar envuelto en su mayor tesoro, lo único que le podía recordar que SungMin había existido. Esa frazada blanca fue su cable fijo en tierra, esa delgada manta le hacía mantener la esperanza de algún día poder volver a ver al rubio.



El pelirrojo se había aferrado al recuerdo de SungMin y eso hacía que su corazón doliera, porque el sabia que él era el único culpable de su partida.




KyuHyun aquel día mientras dormía abrazado al cuerpo de SungMin, sintió que era capaz de cambiar solo por mantener al rubio a su lado.



Incluso se había imaginado casado en un futuro con SungMin.



Y sus ensoñaciones se hicieron realidad, SungMin se casaría pero no con él.



Su cuerpo, su amor, todos y cada uno de esos rubios cabellos ahora le pertenecían a KangIn.



El pelirrojo sabía que YoungWoon haría lo que fuera por ver feliz a SungMin de eso no tenía ninguna duda.



KyuHyun realmente admiraba el valor que había tenido el fortachón al decirle que corriera por el amor de su vida, cuando el rubio era su propia adoración.



Quizás ahora le tocaba a KyuHyun hacerse a un lado.



Pero ahora que tenia al rubio tan cerca ¿sería capaz de alejarse de el?



KyuHyun rió con nostalgia y se llevo la botella a los labios, de una sola sorbió todo el alcohol que quedaba en esta.



-No... no soy capaz de dejarlo ir.- Murmuro al aire.





~°~




Ya había pasado una semana desde que KyuHyun había visto a SungMin.



Había ido a la casa de los señores Lee, y la mama del rubio lo recibio con la escoba entre sus manos, pero al menos le dijo que SungMin ya no vivía con ellos.



Cada que iba a trabajar buscaba con la mirada al rubio, y aunque se ganaba varios insultos e incluso estuvo a punto de chocar no pensaba dejar de hacerlo.



El pelirrojo quería hablar con SungMin antes de que este se casara, quizás el rubio aun sentía ese inmenso amor por él y si era así KyuHyun estaba dispuesto a dejarlo todo y huir con él, aunque no tuviera que comer, aunque pasara frio no importaba el estaba dispuesto a irse hasta la cima del monte Everest si SungMin así se lo pedía.




Llego a su oficina tiro el saco sobre la silla y se recostó sobre el cómodo sofá que había en esta. Tenía la mirada fija en el techo, como si este tuviera la solución a sus problemas.



-Señor Cho.- Le llamo su secretaria mientras tocaba la puerta.



-Adelante.- Respondió con notorio desgano.



-Antes de que llegara lo ha venido a buscar un joven de cabello rubio.



KyuHyun se levanto como resorte del sillón.



-¡Porque jodidos no le has dicho que me esperara!-Grito mientras se ponía de pie.



-Yo... señor el... el solamente dejo una invitación para una boda.



-Mierda no sé cómo putas he contratado a una mujer tan ineficaz.



-Yo...Lo siento señor Cho.



-Ya olvídalo... anota la dirección en un papel y desaste de esa porquería de invitación.- Ordeno mientras bufaba como león enjaulado.




Al poco rato la secretaria volvía a entrar y con miedo coloco el papel sobre el escritorio de KyuHyun y salió despavorida.




KyuHyun tomo el papel con una de sus manos.



-Hoy.- Murmuro cuando leyó la fecha.- Tengo menos de veinticuatro horas.



KyuHyun se encontraba desesperado, no tenía ni la más mínima idea de donde podría vivir SungMin, y no conocía a nadie que lo pudiera ayudar.



-Señor...Cho.- Se escucho atreves del altavoz del teléfono.



-Y ahora que quieres mujer.- Espeto con desagrado KyuHyun.



-El señor Lee EunHyuk está en la línea dos.



-Está bien... ya tomo la llamada.



KyuHyun suspiro, aunque ya no tenía la misma relación con EunHyuk, el llevaba el caso sobre la repartición de los bienes del fallecido padre de este.



-Que sucede EunHyuk.



-Mi hermana vendrá dentro de dos semanas y necesito que estés presente cuando vayamos al notario.- Escupió con frialdad.



-No soy adivino...Dime la fecha exacta EunHyuk.



- si te estoy diciendo que en dos semanas nos veremos saca tus cuentas Cho.



-No me hables así imbécil realmente no sé porque mierda me haz traído tu caso.- Rugió con enojo el pelirrojo.- Si tanto te molesta mi presencia vete a la mierda y consigue en nuevo abogado.



-Púdrete.- Vocifero EunHyuk y colgó el teléfono.



KyuHyun bufo y se hundió sobre la elegante silla.



-Joder.- Murmuro mientras se llevaba una mano a la frente.- EunHyuk es su amigo.




Con desespero cogió el teléfono y marco con avidez el número de EunHyuk.



-Necesito que me digas donde vive.- Dijo una vez que le contestaron.



-¿El notario?- Interrogo descolocado EunHyuk.



-No... Necesito que me digas en donde se está quedando SungMin.




El silencio se hizo presente, EunHyuk no decía nada y KyuHyun cada vez se desesperaba más.




-Te lo ruego... de verdad necesito hablar con él.



-Déjalo en paz KyuHyun.



-Maldita sea... Lo sé.- KyuHyun golpeo el escritorio y suspiro.- Se que soy un maldito egoísta por no querer que se case con KangIn.



-Eres un idiota.- Insulto un risueño EunHyuk.- No sé donde se está quedando SungMin... pero supongo que sabes que hoy es la boda.



-Lo sé... estoy invitado.



-Pues qué más quieres cabron... Ve y habla con el.




-O si claro voy a llegar y voy a decir "Señoras y señoras no puedo permitir que el novio se case porque yo lo amo y si no estoy con él me voy a morir así que háganse a un lado y déjenme hablar con él"



-Eres un completo imbécil... simplemente asiste a la maldita boda y ya deja de estarme jodiendo la vida que aun tengo bastantes cosas que hacer.




EunHyuk colgó el teléfono dejando con las palabras en la boca a KyuHyun.




Rápidamente se levanto cogió su saco, su maletín y salió por la puerta como alma que se lleva el diablo.






~°~





KyuHyun se encontraba en la entrada de la iglesia, un elegante traje negro engalanaba su cuerpo, a paso lento se acerco a una de las bancas de la última fila, se sentó mientras colocaba su cabeza entre sus manos.




El no sabía si era masoquista o si realmente sería capaz de impedir la boda de SungMin.




Mientras estaba perdido en sus pensamientos alguien se sentó junto a el.



-Has venido.- Dijo con su azucarado tono de voz el rubio.



-Si.- Mascullo KyuHyun sin alzar su cabeza.



-¿Te sientes mal?-Interrogo SungMin preocupado



-Creo que sí.



-Te duele tu cabeza.-Espeto con seguridad SungMin, y dudoso coloco una de sus manos sobre los mechones rojizos de KyuHyun.



-Me duele el corazón.- Manifestó mientas apresaba la mano del rubio que se encontraba sobre sus cabellos, se irguió y miro a SungMin fijamente.



-¿Tuviste problemas con...tu pareja?



-Digamos que se fue sin despedirse.- Formulo KyuHyun mientras apresaba a un mas la mano de SungMin.- Y ahora resulta que se va a casar.



-¿Tuviste que ver con JungSoo?- Interrogo un dolido SungMin.- Mejor no me respondas.- El rubio rompió el agarre de KyuHyun y se levanto de la banca.- Nunca vas a cambiar.- Siseo antes de marcharse.



-A que es imbécil el monigote.- Dijo Heechul que se encontraba a las espaldas de KyuHyun.



-Es un completo pelele.- A completo EunHyuk que también había presenciado la escena.- SungMin no se va a casar con KangIn.



-¿Qu-e?.- Alcanzo a interrogar KyuHyun mientras se giraba para ver a los dos chicos que se encontraban ahora frente a el.



-YoungWoon se va a casar con Park JungSoo.- Enuncio el de cabello azabache.- Que por cierto es el que está hablando con SungMin.




KyuHyun miro hacia la dirección que le había indicado Heechul y vio a SungMin hablando con un tipo de cabello rubio cenizo.



"Mierda"



El pelirrojo comenzó a caminar a veloz hacia su adoración no podía permitir que SungMin saliera por esa puerta.




Estaba a punto de alcanzarlo cuando una mano sobre su espalda lo hizo detenerse de golpe. Frente a él un furibundo chico de cabello cenizo lo miraba como queriéndole sacar los intestinos.



-Yo nunca he tenido que ver con usted.- Vocifero el de traje color blanco perla.- Ni siquiera lo conozco.



-No nos conocemos, esto simplemente ha sido una confusión.- Objeto KyuHyun.



-Pues quisiera saber a qué se debe tremendo drama.- Exigió Leteeuk.- Mi padrino de anillos se ha marchado con la idea de que le soy infiel a su mejor amigo.



-Deberás que lamento todo esto.- Se disculpo el pelirrojo mientras miraba por donde se había marchado SungMin.- Yo creí que el que se iba a casar era su padrino.



-Muy bien... Solo espero que le pueda explicar eso a KangIn cuando SungMin no sea
el que nos entregue los anillos.



-Enserio lo lamento.- Murmuro KyuHyun e hizo una ligera reverencia.- Pero tengo que alcanzar a SungMin.



El pelirrojo salió disparado pero lo único que alcanzo a ver fue como SungMin pasaba a un lado de él mientras conducía un convertible amarillo.



-Joder.- Rugio KyuHyun con las manos hechas puño.



Otra vez había perdido a SungMin.







~°~






El rubio manejaba a exceso de velocidad mientras su vista era empañada por las lágrimas.




El había regresado a pedido de KangIn, cuando el fortachón le propuso ser su padrino SungMin acepto gustoso, pero cuando se entero de que YoungWoon quería que su boda fuera en el pueblo natal de ambos no le había causado gracia.




SungMin no tenía planeado volver al pequeño pueblo donde ahora volvían a habitar sus padres, no quería recordar el pasado, quería seguir viviendo su vida de manera tranquila y lo que más quería evitar era volver a ver a KyuHyun porque en ese momento no sabía cómo reaccionaría.




Al final de cuentas se encontró con KyuHyun y con solo 5 minutos el pelirrojo había destabilisado su vida.




KyuHyun a un tenia la habilidad de destruir su felicidad con una sola palabra.




Cuando lo vio por primera vez a las afueras de la tienda sintió que le podía hacer frente, que ya lo había olvidado y que nada de lo que este digiera o hiciera lo afectaría. Pero no fue así, después de haberlo visto, SungMin había estado esperando que KyuHyun lo llamara que lo buscara o algo por el estilo, pero no sucedió.




"Al final de cuentas siempre fui yo el que lo buscaba"




SungMin estampo su mano sobre el volante, realmente no quería sentirse de esa manera, no quería recordar lo que le llevo años superar.




Escucho su celular sonar con insistencia y presionando el botón del manos libres contesto.




-¿Qué?-Espeto con voz rígida.



-¡Woah! Tranquilo Min.



-¿Que quieres Heechul hyung?



-Antes que nada saber si estás bien.- Heechul bufo.- Y si estas conduciendo estaciónate porque lo que te diré no te va a gustar ni una pisca.



SungMin giro el volante y se orillo a un lado de la carretera, bajo del auto, arranco el audífono que estaba en su oreja y reposo el teléfono sobre esta.



-Dime.- Articulo con voz frívola.



-La boda... se cancelo.



-Me da gusto... KangIn no se merece que JungSoo le vea la cara de idiota.



-Vamos SungMin no seas imbécil.- Le insulto Heechul.- Todo lo que paso fue una jodida confusión.



-Si claro.- Hablo irónico el aludido.



-¡Aish! Lee SungMin no seas estúpido y arrastra tu gordo trasero hasta aquí... tenemos que hablar.



-Mi gordo trasero se irá a Seul... Ya no tengo más nada que hacer en este maldito pueblo.



-No seas necio SungMin... Escucha Leeteuk no tuvo nada que ver con el cara de papanatas ese que tanto amas.



-Me importa una mierda si tuvieron o no que ver.



-Por dios SungMin... reconoce que ese imbécil te sigue moviendo el suelo, los zapatos y los calzones también.



-Mira hyung sabes que te respeto pero a un así vete a la reverenda mierda.- Le grito SungMin para después cortar la llamada.



-¡Si! Es verdad ese hijo deputa sigue siendo lo que hace mi mundo girar.- Espeto mientras recargaba su frente sobre la puerta de su auto.




Le dolía saber que a KyuHyun su partida le había dado igual, se arrepentía de haberle entregado su virgidad, lo afligía su recuerdo.




Las lagrimas del pequeño rubio empezaron a surcar su rostro y el ya no hizo más por detenerla, ya las había guardado por seis años.




SungMin al seguir llorando contra su auto, no fue capaz de percatarse que un automóvil se aparcaba delante del suyo.



-Minnie.- Escucho a sus espaldas el rubio.



-Que...que quieres.- Pregunto entre sollozos el pequeño rubio.



-¿Qué me perdones? Y si no es mucho pedir otra oportunidad.- Le pidió KyuHyun mientras tomaba su cuerpo entre sus brazos.



-Ya no juegues conmigo KyuHyun.- Pidió con tono suplicante el bajito.



-He cambiado SungMin...Ya no soy el mismo imbécil que era cuando te marchaste.



-No me mientas KyuHyun...Si estás haciendo esto por JungSoo...pierdes tu tiempo porque no pienso volver y fingir que no sé nada de lo que pasa o paso entre ustedes.



-Mierda SungMin.-Vocifero el pelirrojo mientras giraba el cuerpo del rubio y con su mano tomaba su barbilla para fijar sus ojos en los ajenos.- Yo nunca tuve que ver con ese hombre... ni siquiera lo conozco.



-No me quieras tomar el pelo.- Grito el bajito mientras quitaba la mano que estaba sobre su barbilla.- Yo escuche claramente que tuviste que ver con él y no lo puedes negar porque tú mismo me lo dijiste.



-Joder pensé que tú eras el que se iba a casar con KangIn.- Grito KyuHyun que ya se encontraba totalmente fuera de sí mismo.



-¿Que-e?



-Yo... creí que tú te ibas a casar.



-Dime que estas de broma.- Murmuro el rubio con la mirada gacha.



-Lo lamento pero estoy hablando enserio.



-Joder le he dicho a JungSoo hasta de lo que se va a morir.- Farfullo mientras empuñaba sus manos.



-El tipo estaba bastante enojado.- Comento KyuHyun mientras lentamente acercaba su mano al hombro de SungMin.



-La he regado totalmente.



-Aun estas a tiempo de regresar.- Sugirió el pelirrojo.



-JungSoo me va a matar.- SungMin abrió la puerta de su auto dispuesto a subirse.



-Que te mate después de que hayas hablado conmigo.- Sentencio KyuHyun para después plantarle tremendo beso en los labios.



SungMin llevo sus manos a sus labios mientras veía la espalda de KyuHyun.



-Ya no cometeré los mismos errores SungMin.- Dijo el pelirrojo antes de empezar su andar hasta su auto.



El rubio sonrió y también se dispuso a subirse a su propio auto.







~°~





La boda había sido toda una proeza.




Para empezar KangIn se había lanzado sobre KyuHyun antes de que este diera un paso dentro de la iglesia, fue muy difícil evitar que YoungWoon no le arrancara la cabeza (Sobre todo porque EunHyuk y Heechul no movieron ni un solo dedo para separarlos)




Después el cura había estado a punto de morir asfixiado por las manos de Leeteuk (Nunca es recomendable meterse con un novio desquiciado)



Al final ya que todos se habían tranquilizado y que cierto par de individuos (Heechul y EunHyuk) pararon de reírse, la boda pudo llevarse a cabo.




Leeteuk se había disculpado con el traumatizado cura, pero es que comprendan al pobre hombre, el cura no quería celebrar su boda.



KyuHyun conservo su cabeza y obtuvo una disculpa de KangIn, claro está después de una inofensiva amenaza.




"Si me llego a enterar de que le estás viendo la cara a Min o que lo estas engañando tomare mi auto y manejare hasta tu casa y te cortare el paquete Cho KyuHyun" Repito ¡INOFENSIVA AMENAZA!




Todos los invitados se encontraban ahora en la recepción de la elegante y costosa boda.



SungMin estaba en el jardín trasero del salón que Leeteuk había arrendado.



-Esa fue una boda para recordar.- Dijo KyuHyun el cual se encontraba a las espaldas de Min.



-Una boda inolvidable... solo espero que el cura no necesite un psiquiatra.- SungMin rio y se dio la vuelta para quedar frente a frente con KyuHyun.



-Cierto...Oye SungMin tu... bueno a ti ¿te gustaría casarte?



-Supongo.- El rubio se encogió de hombros.- No soy como esas mujeres que prácticamente traen el vestido de novia en la cajuela... ahora que lo pienso me siento afortunado de ser hombre.



-Sé que es estúpido que te pregunte esto.- Kyuhyun se acerco al cuerpo de SungMin y poso sus largos brazos sobre la cintura del bajito.- Tu Lee SungMin ¿estarías dispuesto a unir tu vida a este imbécil?



-En estos momentos...No.- Respondió sin dudarlo el rubio.- Sinceramente no confió en ti KyuHyun.




SungMin miro a KyuHyun y se perdió en sus ojos, la pequeña mano del bajito se dirigió a su barbilla y parándose en puntitas beso los labios de KyuHyun.



-No puedo dejar todo lo que he construido en Seúl y apostarle a una relación que probablemente no funcione.



-Solo te pido una oportunidad.- Imploro KyuHyun.



-Lo siento pero no puedo... mañana a primera hora me regreso a Seul.- SungMin rompió el agarre de las manos del pelirrojo y comenzó a alejarse de el.



-Yo se que aun me amas.- Logro farfullar KyuHyun.



-Tienes razón aun te amo... pero no puedo arriesgarme de esta manera porque al final yo sería el único que acabaría perdiéndolo todo.



KyuHyun ya no dijo más nada y se dedico a mirar como el cuerpo de SungMin se perdía entre la multitud







~°~







El insistente pitido de la bocina de un auto hizo que SungMin despertara.



Con toda la haraganería tintada en su cuerpo, se puso las pantuflas y con pereza retiro la cortina para asomar su rostro por la ventana.



-Un carro de mudanzas.- Murmuro con fastidio mientras se daba la vuelta y de un salto se metía de nuevo a su cama.



Intento ignorar el sonido de la bocina que sonaba una y otra y otra vez, pero simplemente ya estaba arto.



"Demonios a quien se le ocurre pedir un asqueroso camión de mudanzas a las 4 de la mañana"



SungMin se coloco un abrigo, con su enmarañado cabello y mirada furibunda comenzó a bajar las escaleras del condominio de apartamentos, esos insistentes tipos se las verían con Lee SungMin.




A paso decidido SungMin llego a la puerta del conductor del grandísimo camión de mudanzas y con poca delicadeza golpeo la puerta. Al ver que el conductor no hacía nada por bajarse, el rubio pateo la puerta con rudeza. A un así lo ignoraron.



-Ojala hagan la mudanza y no les paguen.- Murmuro el rubio mientras se daba media vuelta con toda la disposición para regresar a su calientito colchón.



-Tan rápido te diste por vencido.- Escucho el sonido de la puerta al abrirse y después esa conocida voz.



-KyuHyun... No inventes ¿que haces a estas horas y en un camión de mudanzas?



-Bueno como dijiste que no podías dejar todo lo que tenías en Seul para apostarle a una relación sin futuro he decidido que me iré contigo y aunque no quieras hare que me des una nueva oportunidad.




SungMin se encontraba pasmado, no podía procesar ni una sola de las palabras de KyuHyun.




-Pero... tú no puedes dejar tu trabajo, tus amigos tu familia.- Espeto el rubio.- No puedes dejar tu vida por irme a seguir... eso sería una estupidez.



-Soy mi propio jefe así que he decidido expandir mis alas y mudar el despacho a Seúl... quizás me haga millonario.- Bromeo KyuHyun mientras le guiñaba un ojo.



-KyuHyun la vida no es un juego de niños.- Menciono con ojos acuosos SungMin.- Ya hemos intentado sacar a flote una relación sin sentido... yo ya no tengo el valor para volverlo a intentar.



-En ese entonces éramos unos mocosos, yo he cambiado SungMin solo dame una oportunidad para demostrártelo y si no funciona juro que voy a desaparecer de tu vida.



-¿Sabes que eres un idiota?-Interrogo con una sonrisita SungMin y KyuHyun asintió enérgicamente.- Eres un descerebrado, inconsciente e infantil.- Afirmo esta vez SungMin.- Pero yo no te he dejado de querer.



-Ni yo a ti.- Menciono el pelirrojo mientras disminuía la distancia que lo separaba del rubio.



-Intentémoslo.- Formulo con una bella sonrisa el rubio.



-Te amo.- Espeto KyuHyun mientras se lanzaba y apresaba a SungMin entre sus brazos.- Siempre te he amado.



Cuando el amor se vuelve costumbre, siempre hay que hacerle frente a la situación y afrontar las consecuencias con madurez, porque el amor soporta, perdona y confía pero sobre todo el amor lo puede absolutamente todo.



Si amas a una persona no la lastimes por más segura que la sientas porque no sabes en qué momento ese jueguito del tira y afloja pueda llegar a su fin, y al final el que acabara hundido en un profundo hoyo es la persona que daña porque el dañado puede dejar el dolor atrás y comenzar una nueva vida, pero el verdugo perderá a la única que persona que tuvo el valor de soportar todos y cada unos de sus desplantes.



Las oportunidades se presentan simplemente hay que buscarlas, aprovecharlas y sobre todo disfrutarlas.



Pero para que todo esto se pueda hacer realidad, necesitas cambiar y fijarle un rumbo a tu vida, porque no siempre vas a poder andar paseando de cama en cama, porque al final puedes perderlo todo por un momento de lujuria.




Las costumbres no son del todo malas o es que acaso no todos tenemos alguna?



Si sabes integrar esa bella costumbre que es el amor a nuestra apretada agenda viviremos una vida plena y feliz.



Y por si se lo preguntaban, KangIn fue el que le dio a KyuHyun la dirección de SungMin.  

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esta historia llego a su fin!!! gracias bechotes!!!! :-D


kyumin....nuestro amor es solo costumbreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora