Mire a mi alrededor, era todo muy normal, una cómoda, una cama, un armario... Simple y llano, una habitación, me senté en la cama para intentar ordenar las ideas, que estaba pasando, no me veía, solo veía siluetas a través de la lluvia, mas monstruos aunque ninguno tan grande como el, el parecía distinto, inteligente aunque son conjeturas, a día de hoy sigo sin saberlo, no podía seguir parado y salí de la habitación, me encontré en un corredor y veía el salón debajo de mi inmenso cuando, de repente, se estremeció todo y él entró, no tenía que hacer no quería que me descubriera pero me di cuenta de algo: no podía verme, aunque si oírme. El se acercaba velozmente destrozándolo todo por si daba conmigo y daría así que me di la vuelta por el corredor, corrí y me lancé contra la ventana ya rota otra vez bajo la lluvia.
