¿¡Que nos pasó!? ¿Somos.. Nekos!?

¿¡Reborn se fue para italia!?

Tsuna se encontraba corriendo por los pasillos del instituto Namimori, faltando dos regla del reglamento escolar, no correr por los pasillos, y, de igual manera de estar en el instituto después de que tocaran el timbre.

Fue acercándose a la entrada del instituto viendo que no había nadie y miro algo que le extraño un poco.. confundiéndole en una ramita de un gran árbol de cerezos se contrabando su..¿bolso? y para rematar había un cartel que decía "¡Si no eres el Juuidame ni se te ocurra coger esta mochila o si no te la veras con la mano derecha del décimo! "

ㅡSolamente Gokudera-kun haría algo como esto. ㅡpensó Tsuna con una gota estilo anime bajando por su cien. Vio más de cerca que en ese cartel había un..¿pulpo? dicho dibujito hizo reír levemente a nuestro décimo vongola, para luego pensar mientras intentaba zafar su mochila de la ramita de aquél gran árbolㅡ. Sera qué Gokudera-kun se fue con Yamamoto-kun? oh.. posiblemente debió ser eso. ㅡsu propio pensamiento lo hizo sonreír, teniendo ya la mochila en sus manos, divagando un poco volteó a mirar hacia una ventana donde al parecer un carnívoro lo estaba mirando con intensidad, recordándole lo que había pasado antes, haciendo que se sintiera culpable al ver a su guardián más fuerte y amigoㅡaunque Hibari no lo viese de esa maneraㅡ. Molesto consigo mismo, desvío mirada apretando con un poco de fuerza el mando de su mochila para luego mirar al frente apreciando una linda vista de los pétalos de cerezo que caian de forma suave y placentera, sin interferencia alguna, danzando al compás del aire que quedaba. Tsuna inconscientemente cerro los ojos relajándose un poco.

Antes, Hibari se encontraba postrado en el sofá durmiendo, si se podría decir así, pero para que mentir, no estaba durmiendo,  estaba muy frustrando por aquél inquietante sensación que no dejaba su pecho, aun si se echaba siesta estaría ahí esa molesta sensación. Por unos minutos estuvo en la misma posición sin embargo, su incomodidad y frustración no lo dejaban tranquilo, con un movimiento vagó se levantó del sofá para finalmente observar con sigilo su oficina, y, para despejarse un poco. Se acerco a mirar desde su ventana el paisaje de su preciada Namimori pero para su mala o buena suerte había un intruso en su punto de vista.

ㅡQue demonios esta haciendo ese herbívoro? ㅡpensó hibari. Mirando desde lejos cada movimiento que hacia el Omnívoro como él le decía a Tsuna, viendo que antes estaba observando un cartel con algo escrito en el que al parecer de hibari eso es un falta de respeto para el instituto y que no es más que estupideces que escriben los herbívoros,pero dejo pasearse por sus pensamientos al ver otra nueva reacción del omnívoro que a leer el cartel había reído levemente,viéndose a opinión de hibari pero que nunca lo diría y admitiría adorable.

Para luego observar como miraba con admiración el árbol de cerezos que algunos de sus pétalos caían, cerrando sus ojos disfrutando del fresco viendo que daba. Simple mente adorable.

ㅡ¿Esta tratando de seducirme acaso? ㅡexaltado hibari ante su más reciente pensamiento que vago de la nada, sobresaltandolo  un poco para después negar internamente y con desinterés completo volvió a su trabajó pero rápidamente mirar de reojo por última vez a Tsunaㅡ. Por hoy dejo pasar sus faltas cometidas.

[...]

Yamamoto y Gokudera se encontraban caminando hacia casa del primero o bueno Yamamoto caminaba hacia su casa mientras Gokudera a era cargado por éste como un saco de papás.

ㅡFriki del béisbol.. ya me puedes bajar? ㅡpreguntó cansado Gokudera de anteriormente haberle gritarle hasta desgastar un poco su voz y cansarse.