Narra Karel
– ¡Esta lloviendo! – exclamé claramente molesta con el asunto – ¿Como quieres que ahora vaya a tu casa?, ni siquiera tengo coche ¡Me voy a mojar, joder! – respondí aún más cabreada.
– Vamos, sólo toma un taxi y vente, aquí están todos, pero hazlo por mi ¿si? Te extraño princesa, te necesito ahora – me rogó con una voz para morirse, pero ya he caído muchas veces y no cederé esta vez.
– Mira Brad, te dije no y si quieres que vaya, ven a recogerme pero sino ¡no! – hablé y colgué con la rabia floreciendo en mi.
Miércoles, hoy es miércoles, un mal día para casi terminar la semana. El día estaba deprimente, demaciado a mi parecer; llovía como regadera y encima no tengo ni un tonto paraguas para taparme de esta tempestad. No manejo por eso no tengo coche. Dudó que mi padre venga a recogerme, para mi siempre esta ocupado, así que decido avergonzarme y caminar como la chica sin opción alguna que soy.
El tiempo se paso volando cuando me di cuenta de que llegue a casa.
– ¡Albondiga! – acaricié a mi cachorro labrador que me recibió alegre en la gran entrada de la casa – ¿Que tal tu día? – terminé de acariciarlo para tirar mi mochila en el suelo. Troté hacia la cocina para ver si Ellie estaba en casa.
Mi casa es algo grande, prácticamente se diría que es una mini-mansion. Las paredes son de color beige con cuadros y espejos en ellas, la entrada tiene un salón de espera con unos cuantos sillones individuales color rojo oscuro y una mesita de centro de vidrio. La cocina es igual de grande, ya que somos una familia extensa y necitamos mucho espacio.
Llegué a la cocina y no encontré a Elly, pero si a Clarisse, mi abuela.
– Hola, linda – me saludó al darse cuenta de mi presencia ya que estaba ocupada haciendo un pastel, le encanta cocinar.
– Hola abue – me acerque saltando y besé su mejilla me paré a su costado.– ¿que estas haciendo? – dije levantando la tapa del recipiente en donde estaba el pastel misterioso, la solté de repente al recibir un manotazo en mi mano de su parte.
– ¡Auch! – me la sobé – ¿y eso porque? – dije riendo.– Te he dicho que es mala educación curiosear. – me reprochó apuntándome con su cuchara de madera gigante y elevando una ceja, es de familia.
– Lo siento – dije sonriendo de costado y alejándome – ¡Probaré ese pastel! – dije ya afuera de la cocina.
– ¡Concideralo un hecho! – escuche a lo lejos. Reí y fuí hacia la sala.
– ¿Estas son horas de llegar? – preguntaron a mis espaldas, giré y era Elly, con una trenza de costado, usando sus típicos overoles, sus vans y una camiseta blanca. – Mírate nada más, estas empapada, niñita – se sorprendió y yo también ya que no me había dado cuenta de eso por querer llegar hasta aquí.
– No llevé paraguas – me encogí de hombros e hice una mueca graciosa.
– Bueno, ve a cambiarte y bajas para cenar. – dijo apuntando a la escalera.
– Claro jefa – dije bromeando, regrese por donde vine y me encontré a Albóndiga husmeando mi mochila.
– ¡Oye amiguito, eso no se hace! – levanté mi mochila, la sacudí y subí las escaleras rumbo a mi habitación y con mi perro de cola.Abrí la puerta y tiré nuevamente mi mochila pero esta vez encima de mi gran escritorio. Amo mi habitación es mi lugar preferido en toda la casa, aparte de la sala de juegos, no es la mejor habitación pero algo es algo y así es perfecta para mí.
Es muy grande para una sola persona, las paredes son de color salmón medio rosa, tengo un escritorio, una silla giratoria, una cama matrimonial, un closet muy grande, un balcón y las dos cosas más flipantes y que son la ostia. Son mi consola de Dj y mi pequeño cuarto secreto en el techo, es simplemente increíble.
Me saqué la ropa mojada y puse algo de música. Haré lo habitual; ducharme y cambiarme pero esta vez hubo una severa modificación, entrar a Charlooder...
Es algo nuevo que experimento en el espacio de la cibernética. Se trata de hablar con extraños por mensaje o video chat, la verdad tengo mucho cuidado con esto pero igual entro.
Nada nuevo, genial, es como si no tuviera amigos, algún día un famoso me hablará, un famoso como Ross, es tan bello. Bueno mejor me baño antes de que Elly se enoje, y eso no es bueno, para nadie.
Salí de mi cuarto y bajé prácticamente volando corriendo hacia la cocina, entré y ví mi plato de comida sobre la pequeña mesa, caminé hacia ella lentamente y me senté con brusquedad bufando, suspiré tomando mis cubiertos, miré a mi alrededor, otra vez sola.
Creo que ya me acostumbré ya que esto es todos los días. O estoy sola comiendo en esta cocina o salgo a comer algo por ahí o a una fiesta.
- ¿Porqué llegando tarde, Woods? - preguntó Elly asustandome, desde la puerta de la cocina, cruzada de brazos y apoyada en el arco de esta.
- Ya sabes, la escuela, trabajos, distracciones, hay muchas razones - dije encogiendome de hombros, restándole importancia.
- ¿Detención o castigo? - ¡ups! , me descubrió.
- Ambos - dije guiñando un ojo y en ese momento mi plato casi vacío me pareció más importante.
Suspiró y continuó con la conversación - Sabes que no puedes seguir así, si es que quieres ir a la universidad - dijo avanzando hacia mí y sentándose al frente mío.
- Elly, no te metas - dije tragando - No quiero sonar grosera pero no es tu asunto y tu sabes mas que nadie lo que pienso sobre eso - dije tomando mi jugo de un trago.
- Bueno, no me meteré - dijo levantando sus manos en signo de paz.
Quedamos en silencio unos minutos y noté que el silencio era demasiado. Eso no es normal en esta casa.
- ¿Donde estan todos? - pregunté al levantarme con mi plato para dejarlo en el fregadero.
- Salieron todos juntos - respondió con algo de dificultad.
- ¿Donde? - Si se van, tengo que saber todos los detalles.
- Dijeron algo de día de compras o no lo se, no importa la verdad - dijo rascándose la nuca, incómoda.
- Bien - dije seca - supongo que les hubiera dado igual si iba o no asi que mejor voy arriba, tengo que... estudiar - dije saliendo - Gracias por la comida - asintió y corrí escaleras arriba.
- ¡Harás de todo, menos estudiar! - Gritó desde abajo.
- ¡Que bien me conoces! - respondí de vuelta antes de cerrar la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Chatroulette
Random¿ Que pasaría si respondes a una videollamada que no era para ti? HS: Si, eres un error pero uno súper lindo. x. KF: Claro, ya deja tus cumplidos ¿okey? HS: Yo digo lo que quiero y más si son verdades, bebé. § KF: Callate, me estresas. HS: ♥