Black Ideas.

Parte II.

| El ángel |

Ella estaba ahí.

La cara baja en dirección al suelo, sus zapatillas manchadas de barro, su cabello revuelto en una despeinada colina, su vestido roto.

Pero lo más trágico de la escena, su blanco y pulcro rostro blasfemiado por las lágrimas.

Lágrimas de dolor, de sufrimiento, de agonía.

Lágrimas, cuyo único propósito era borrar los recuerdos. En un intento por olvidar lo sucedido, lo que había tenido que soportar.

Estaba sola en el mundo, o al menos eso es lo que ella creía ver.

Soledad.

¿Y él? El causante de todas aquellas penas.

Quien decía estar para ella cuando lo necesitaba, quien le había prometido noches en vela a su lado, quien fingía estar a su disposición todo el tiempo.

Le había fallado, justo lo contrario a todas sus palabras vacías.

Lo opuesto a todas las esperanzas que ella edificaba sobre él.

Él era su fuerza, su alma, su existencia, su paño de tristezas, su positivismo, su energía para sobrevivir día a día.

Él juro ser su ángel.

Y ahora, él estaba muerto.