Capítulo único

314 41 9
                                    

Aún recuerdo tú sonrisa, tú forma de reír, tú forma de mirarme. ¡¿Por qué tuviste que morir?! Me has dejado sólo y con el corazón roto en mil pedazos.

Te extraño Naruto...

*Dos meses antes*

Me encaminaba tranquilamente a la casa que compartía con mi hermano Itachi. No nos veímos muy a menudo, ya que él se encargaba de manejar los asuntos de la familia. Mientras él estaba, yo me quedaba tranquilamente en casa, leyendo un buen libro. "Búscate un amigo", me había repetido una y mil veces Itachi, pero está mejor solo.

Una de las veces que mi hermano estuvo fuera de casa, recibió una carta. Interesado, la abrí y la leí.

Querido Itachi:
Espero verte pronto y sentirte de nuevo. Te estaré esperando como siempre en el Konoha. Ya sabes donde encontrarme.
Dei.

¿Dei? ¿Konoha? ¿Quién coño era Dei y porque conocía mi hermano? Y además, ¿por qué le decía de verse en ese bar de mala muerte? Empecé a pensar si conocía a alguna chica con ese nombre. Pero el único que se me vino a la cabeza fue el de Deidara, el amigo de Itachi, el que era rubio.

"Venga Sasuke en que coño estaspensando. Tú hermano no es un marica... ¿Verdad?", me dije a mi mismo.

Decidí salir a airearme. Cerré la carta de nuevo y la dejé sobre la mesa. Ya investigaria quién era esa tal Dei. Fui hasta la biblioteca para buscar un nuevo libro que leer. Y ahí fue donde le conocí. Fue como en los libros. Dos personas que no se conocen de nada, inician una bella relación, porque ambas cogen el mismo libro. Eso es para nenazas. Lo mío fue una mierda. Vale, el corazón me dio un vuelco al sentir la mano de la otra persona tocar la mía, pero... ¡Era un chico!

Observé con detenimiento a ese chico. Rubio, ojos azules, unas marcas en las mejillas y... Una sonrisa que me dejó tonto.

"Disculpa", la voz del chico era dulce y melodiosa. Seguí observandole. Llevaba una camiseta blanca, unos shorts vaqueros por encima de la rodilla y unas vans naranjas. El contraste conmigo era notorio. Camisa blanca, pantalón largo negro y zapatos negros. Se notaba quién era que manejaba grandes cantidades de dinero aquí.

"Mi nombre es Naruto", su voz me sacó de mis pensamientos. El rubio me había extendido a la mano y se la rechacé.

"No me interesa tú nombre", cogí el libro y me largué.

Cuando llegué a casa, mi hermano ya había vuelto de su viaje. Tenía su pelo negro húmedo, por lo que deducí que se había dado una ducha.

"¿Que tal los negocios Itachi?"

"Aburridos como siempre. Ya veo que sigues con tus libros"

"Sí", sólo respondí eso. Me di cuenta de que iba a un tanto arreglado.

"¿A dónde vas?"

"Cena de negocios"

"Y yo me chupo el dedo", pensé. Me fui a mi cuarto para hacer como que me la sudaba el tema, pero en cuanto oí la puerta, me apresuré para seguirle. Y estaba en lo cierto. Al Konoha de cabeza. Mis sospechas eran ciertas. Esa tal Dei, era Deidara. ¿Cómo lo supe? Por cómo se comían la boca. Entré en ese antro detrás de ellos, pero les perdí de vista. "Mierda", grité para mis adentros. Me dirigí a la barra y pedí algo de beber. No podía creer todo lo que allí veía: sexo, sexo, dinero, juego, más sexo, sadomasoquismo, alcohol y más sexo. Me estaba mareando.

"Aquí tiene amo", esa voz me sonaba, pero ¿de que? Me giré para ver al camarero y me quedé pasmado. Que me atendía era el chico de la biblioteca. Había cambiado su ropa por otra de cuero más ajustada y corta que dejaba libre a la imaginación.

"Naruto, ¿qué haces aquí?"

"Te acordaste de mi nombre. Pues trabajar"

"¿Trabajas de camarero?"

"Sí, y de sumiso para mis amos"

Lo dijo con tanta normalidad, que hasta me asustó. Me olvidé totalmente mi hermano y Deidara. Ahora, lo único que quería hacer era ayudar al pobre chico.

"¿Como te llamas?"

"Sasuke. Sasuke Uchiha. Voy a sacarte de aquí Naruto."

*Mes y 28 días después*

No me llameis marica, pero cada noche iba al Konoha para estar con Naruto, para salvarle de esa mierda de vida. Pero un día sucedió algo inesperado: follamos, pero durante toda la noche y varias veces y... Vale, llamarme marica, me he enamorado de él.

No quería verle así ni un segundo más. Tenía que salvarle. Su último día en el Konoha fue el 2 de julio. Fui a ver a su jefe y le pagué para que dejara a Naruto marcharse, y las palabras que dijo aún resuenan en mi mente. "Ninguna de mis putitas se irá. Aunque me pagues millones, tú puta seguirá aquí, porque yo fui quién tuvo el placer de ser el primero"

Cabreado, le golpeé y salí corriendo de esa sala. Corrí por todo en local buscando a mi novio ( le quiero y paso de ocultarlo, vale). El rubio estaba en la puerta esperándome con una mochila. El notó mi nerviosismo y sólo una palabra pudo salir de mis labios: "Corre"

Lo que sucedió después jamás se me borrará de la mente. Corríamos cogidos de la mano huyendo del ex-jefe de Naruto y sus socios. Empezaron a dispararnos. Sentí como Naruto caía al suelo. Le habían dado. Antes de poder tocar el suelo, otros tres disparos le dieron, uno en el estómago, otro en el hombro derecho y otro muy cerca del corazón. Sus asesinos se largaron y yo me quedé a su lado derramando lágrimas.

" Te vas a poner bien", ni yo mismo me lo creía.

"Se muy feliz Sasuke"

"No, tú te vas a venir conmigo. Te prometí que te salvaría"

" Ya lo has hecho"

Su respiración se volvía cada vez más lenta.

"Te quiero Naruto"

"Te quiero Sasuke... Besame"

Le dí un beso y sentí como dejó de respirar. No, el no. ¡No!

"Naruto, despierta. No puedes hacerme esto. Tú no... Por favor"

*2 días después*

Y asi volvemos al punto de partida. Hoy hace dos meses que conocí a Naruto y le extraño. Cerraron el Konoha y mi hermano se va a casar con Deidara. Todos felices menos yo. Ojalá pronto pueda reencontrarme contigo Naruto, me hiciste comprender que la vida puede ser maravillosa, como en los libros, y todo te lo debo a ti.

Aún pienso en ti, a todas horas, todo me recuerda a ti, pero por ti seguiré adelante y cuando volvamos a estar juntos, nunca nadie nos podrá separar y nunca me alejaré de tu lado.

" Te lo prometo Naruto. Te quiero. Aún pienso en ti"

FIN

Aún Pienso En TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora