CAPITULO 3

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En la siguiente clase, la profesora nos dijo que nos juntarían en parejas con los del curso más alto que nosotros para hacer el trabajo que haríamos de la excursión de mañana.

Cuando por fín se acabaron las clases por hoy, volví a casa otra vez en bus. Esta vez estábamos yo y Tash ya que las demás se quedaban 1 hora más en el intituto. Subimos y nos sentamos en medio, yo en el sillón que daba al pasillo.

Ahí estaba Jacob. No paraba de mirar a Tash disimuladamente. Ella no se daba cuenta pero yo si.

- ¿Quieres algo? - soné un tanto borde.

- Emm no... sólo estaba mirando a tu amiga... - dijo tocandose el pelo.

- Ah.. así que Tash te parece guapa, ¿no es así?

-Pues la verdad es que justo te miraba por eso - dijo ignorandome - ¿te apetecería quedar algún día, Tash?

Tash se dió la vuelta tras haber escuchado aquello, creo que se estaba poniendo nerviosa y se le podía notar por el color de sus mejillas que estaban empezando a cojer un color rosado.

- ¿Tu eres Jacob no? Ni siquiera te has presentado y ya me estas pidiendo una cita...

- Bueno veo que no se te ve muy animada, si lo prefieres yo te doy mi número y si te lo piensas mejor, me abres y hablamos. - respondió él.

- Trato hecho, si me apetece te abro.

Antes de bajarse en su parada se volteó para decirme:

- Ah y tu Madison, aver si dejas de mirar tanto a mi amigo y te lanzas de una vez. - dijo Jacob guiñandome un ojo.

¡Dios! ¿Enserio acababa de decir eso? Me habia puesto roja. ¿Se acordaba de mi nombre...?
A ver a ver, pausa, ¿desde cuando me gusta a mi Benjamin? No tenia que haber dicho eso.
A ver el chico es guapo y tal pero no, no.

Tash se quedó tan alucinada como yo. Y esque estaba extrañada porque yo no le habia dicho nada sobre Benjamin, bueno, a ella ni a nadie.

- Mads, algo pasa aquí y me lo tienes que contar.

La verdad es que no habia nada que contar, que le iba a decir, ¿que en lo que llevo de día me he quedado dos veces embobada mirándolo?

Pues acabé contandole eso.

- ¿Así que Benjamin te gusta?

-No, yo no he dicho eso.

-Si. - respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

-Lo que tu digas - le di un pequeño golpe en el brazo (con amor eh).

Acto seguido nos bajamos en nuestras respectivas paradas.
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Estaba haciendo los deberes al ritmo de Good For You de Selena Gomez. Cuando acabé me di cuenta que ya era de noche. Mi madre pegó un grito ordenando bajar al comedor a cenar.

Saludé a mi madre que estaba terminando de hacer la cena.

- Mhhhh sopa casera, ¡genial!

Claro estábamos en Dinamarca y con el frio que hace nunca va mal una sopa calentita.

- Lo sé, tu preferida. ¿Como fueron hoy las clases?

- Pues nada del otro mundo, lo mismo de siempre.

- Hola hermanita, ¡¿cómo tu por aqui?!

"Vale, Grayson me acaba de despeinar, esto no lo tolero!" pensé.

Acto seguido empezé a correr por toda la casa intentando darle su merecido. Él siempre era así. Gray es mi único y hermano mayor, tiene 17 años. Él es amigo de los populares del instituto, todo lo contrario a mi. Aunque aveces nos molestemos, nos queremos mucho y pase lo que pase siempre estaremos juntos.

Durante la cena no hablamos de nada interesante, y mi padre no cenó con nosotros porque trabaja hasta tarde. En eso me sabe mal, me lo quiero mucho. Cuando acabámos de cenar me fuí a mi habitación. Me puse el pijama, me lavé los dientes y en unos minutos ya me encontraba en la cama. Mañana iba a ser un largo día.

CENICEROS Y DESAMORES // BENJAMIN LASNIERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora