Bruma, tinieblas y niebla,
se recrean en mi entorno,
de los mares, los navíos
surcan sin rumbo, briosos.
Desmoralizado me hallo,
quiero terminar con todo,
solo cien metros separan
mi fatiga, del reposo.
Doy un paso hacía delante
mi cuerpo desciende, escombro,
hacía el oscuro abismo
donde encuentro un sagaz rostro.
La Muerte, guadaña en mano,
ya cava mi futuro hoyo.