Era todo una mierda. La vida en general de Harry era una reverenda mierda. Harry no podía recordar la última vez en la que fue genuinamente feliz. Se fue a dormir y como todos los días, en su mente inconscientemente pasaban todas sus experiencias vividas y las formas por las que opto lidiar con sus problemas. No era como si él fuera el ser más duro del mundo, después de todo, si algo le caracterizaba era su corazón blando, simplemente no tenía a la persona correcta a la cual demostrarle su bondad. Y a causa de eso se separó de lo que más amaba en el mundo. Eran las 5 de la mañana y Harry escuchó un ronquido seguido de un gruñido, "ese estúpido borracho" pensó Harry mientras pasaba fuera del dormitorio de Niall, su compañero de cuarto. Harry iba hacia la cocina por un vaso de leche y mientras se lo servía escuchó una tonada agridulce, familiar para sus tímpanos. Era Louis, no podía ser nadie más que él, su Louis. Harry con una sonrisa apenada miró por la ventana hacia abajo y lo vio riéndose como nunca, mostrando sus bellas marcas en los ojos. Él lo extrañaba tanto. Louis era su mejor amigo. Cuando eran pequeños Harry solía vivir en la casa de Louis prácticamente, le tenía un cariño infinito a la familia Tomlinson, era verdaderamente su hogar. Jay le ofreció todo lo que una madre podía ofrecerle a un hijo, todo lo que Harry necesitaba Jay se lo conseguía de inmediato. Harry jamás borró de su mente la ocasión en la que Jay hablo a solas con él.
"HARRY NO ME SALPIQUES AGUA" Louis gritaba mientras se reía. Era verano y estaban pasando las típicas vacaciones de cada año en la gran piscina que los Tomlinson tenían en su patio. Fizzy estaba chapoteando agua en su pequeño flotador mientras que Lottie tomaba sol.
Harry y Louis estaban haciendo guerra de agua, realmente amaban jugar a eso, ya era una tradición. Corrían de lado a lado con la risa más resonante que Jay pudo haber oído jamás. Ella contemplaba con una pequeña sonrisa la expresión que su hijo colocaba al mirar a Harry. Jay ya era una adulta pero ella sabía que el amor reflejado en los ojos de su hijo al mirar a Harry era real. Jay sutilmente cambio la dirección de sus ojos y observo el rostro de Harry: Ojos brillantes, sonrisa ancha y hoyuelos sobresalientes. Ah. Todo tenía sentido ahora, tenían un aprecio especial entre ellos (y al parecer no solo de amigos). Jay no era una mujer paranoica ni algo por el estilo, ella simplemente sabía cuando una persona estaba enamorada y cuando no. Estaba sorprendida por este hecho ya que, a quien engañaba, ¿quién se enamoraba perdidamente a los doce años? Pues Louis, se dijo a si misma sonriendo como si fuera la ridiculez más adorable que haya pensado sobre su hijo. Jay se acercó con dos vasos de limonada en una bandeja hacia donde estaban los dos niños, en su mente estaban las palabras exactas con las que iba a hablarle al chico de cabellos rizados.
"Con que jugando otra vez a tirarse agua eh, si siguen jugando mucho rato lo único que obtendrán será un horrible resfriado" Dijo Jay mientras le ofrecía un vaso a cada niño.
"Ay mamá no seas tan aguafiestas, existen los jarabes después de todo" Dijo Louis mientras tomaba un sorbo de su limonada.
Jay reía "Bueno pero espero que tengas dinero para comprarte tu propia medicina Lou"
Louis hizo un gesto dramático "Como esperas que tenga dinero cuando no me dan mesada"
Harry solo miraba con una pequeña sonrisa.
"Pues tienes que portarte bien en la Escuela. Aparte no todo el dinero se tiene que ganar con mesada a tu edad, cuando tenía tu ed-"
"Por favor mamá, no otra vez con tus historias" Dijo Louis suspirando.
"De hecho yo si quiero escuchar tu historia Jay" Dijo Harry con una sonrisa burlona.
"Harry!" Dijo Louis mientras le tiraba agua con su mano. Harry solo se reía mientras le sacaba la lengua. Louis repitió su acción.
"Hey!" Dijo Jay, "Dios mío Louis no seas tan brusco"
"Lo siento ma" Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla provocando una sonrisa en Jay. "Por cierto iremos adentro a ver televisión"
"Está bien cariño, solo déjame a Harry por un minuto" dijo Jay mientras le hacía cariño en su hombro. "Mientras ve a encender la tv ¿está bien?"
"Como digas" Dijo Louis antes de darse vuelta y caminar hacia la casa.
"No estoy en problemas verdad?" Dijo Harry con ojos dilatados demostrando el temor que sentía.
Jay se rió "No seas tonto Harry, eres prácticamente un ángel"
Harry se limitó a sonreír. Jay lo invito a sentarse en la hamaca que colgaba en uno de los árboles.
"Sabes? Cuando era pequeña disfrutaba mucho pasar tiempo con mi mejor amiga en mi casa"
Harry la miro confundido pero sin quitar su sonrisa "Con que tenías amigas eh?"
Jay le dio un suave golpe en el hombro riéndose "Dios Harry creo que el ángel que creí que eras se convierte cada vez más en un diablillo"
"Aprendo del mejor" Dijo con orgullo, refiriéndose obviamente al niño de ojos azules.
Jay lo miro con dulzura "Por supuesto que lo haces. En fin, lo que te decía, cuando pequeña disfrutaba mucho de la compañía de mis amigas, sobre todo de la de Diana que sigue siendo la mejor de todas hasta el día de hoy"
"Ha de ser lindo tener una amistad por tanto tiempo ¿no?" Dijo Harry
"Claro que lo es. Con esas personas aprendes mucho, ya sean temas banales o significativos. A veces te das cuenta de cosas sobre ti mismo que no sabías antes"
Harry la miro confundido. "¿Cómo así?"
"Te das cuenta que quizás no eres como la mayoría de la gente, que tienes gustos diferentes tal vez?"
"Ah, ¡ya entiendo!, me pasa siempre con Louis, a mí me gustan mucho las cerezas pero él no las tolera y prefiere las uvas, ¡¿Quién elige las uvas por sobre las cerezas?!"
Jay sonreía ante la inocencia del niño, sabía que no entendería aun a lo que se refería. "Exacto, ¿tienen gustos distintos no?, algo muy similar pasa en la vida en general corazón, ¿me entiendes?" Jay de verdad quería que entendiese porque a pesar de no saber al 100% si a Harry le gustaba su hijo, tenía un leve presentimiento. De verdad quería saber ahora su respuesta ya que su querido Harry ya iba llegando a la adolescencia y tenía que tener en su cabeza un poco de información sobre cómo son las cosas, no solo por él, si no por el entorno en el que se enfrentaría. Jay añoraba que al menos fuera junto a su hijo una persona culta y tolerante ante todo.
Harry le respondió con un sincero "La verdad Jay que no entiendo, pero quiero saber, ¿puedes explicarme?"
"Por supuesto. Mira Harry, cada persona es un mundo, lleno de diferencias y similitudes entre los demás mundos. Hay personas a las que les gustan distintas cosas, un ejemplo es la diferencia que tienes tú y Lou con la fruta, a ti te gustan las cerezas y a él las uvas. Algo muy similar sucede en cuanto a personas. Hay gente a la que le gustan los hombres como hay gente a la que le gustan las mujeres. Por ejemplo yo soy mujer y me siento atraída hacia los hombres. Pero hay mujeres que se sienten atraídas hacia su mismo género, y no hay nada malo con eso" Dijo Jay
"Ahh, entiendo" Dijo Harry. "Pues la verdad ya sabía sobre eso, mis padres hablan mucho sobre esos temas..." Dijo con cierto tono triste. Jay se incomodó un poco, ya que recordó lo distanciados que sus padres están con Harry y Gemma, su hermana. Al recordar esto, quiso cambiar de tema.
"Bueno tesoro, Louis ya prendió la tv para que vean su película, diviértanse y no me desordenen el salón como la última vez" Dijo Jay riéndose.
"Jajaja lo siento Jay, prometo que esta vez no pasará" Dijo Harry sonriendo mientras iba en dirección al salón. Se da vuelta a mitad del recorrido hacia Jay. "Ah y Jay, quiero seguir hablando contigo de estos temas, me gusta tu manera de explicar las cosas" Dijo con su mejor sonrisa.
"Claro cariño, tenemos toda la vida por delante para hablar estos temas tan interesantes". Ojala eso haya sido cierto.
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Nobody lost, nobody found.
FanfictionHarry era la luz del lugar en el que estuviese, hasta que los problemas le hicieron llenar su corazón con vacío. Por otra parte, Louis paso de ser el espíritu libre de la ciudad a ser una persona peligrosamente influenciable. AKA Harry le hizo dañ...