Palabras. Simples, amables, cariñosas, rencorosas, llenas de odio. Hay gran variedad de ellas. A veces es mejor ocultarlas, encerrarlas en el rincón mas profundo y obscuro, allí donde sean indetectables, donde no puedan dañar ni lastimar.
Cuanto mas seguirán así?? Nos odian?? Cuando pasamos de reír, de jugar, de confiar en el otro, a esta incesante lucha, a estos podridos sentimientos. No les duele, el decir todo esto, el insultar, el gritar. No se dan cuenta que lastiman a otros. Los arrastran a su pequeño mundo podrido, allí donde la felicidad, comprensión y hermandad parecen no existir.
Los lastiman sin darse cuenta, les dejan cicatrices tan profundas que difícilmente desaparecerán.
Toda su vida pensando que las discusiones y malas palabras son normales.
Detenlos, dice mi corazón pero mi cobarde cuerpo no reacciona. Que podría hacer una simple niña en una situación así? Me escucharan??
Por favor paren. Me duele...pero al parecer mis lágrimas, mis miedos y mi sentir son nimiedades en su mundo. Me hacen sentir enferma, y aunque no quiera, me arrastran hacia la miseria...