"Te quiero"

19 2 1
                                    


"Me encanta cuando por las mañanas me despierto y veo que tu cabeza está reposando en mi pecho, sintiendo cada latido de mi corazón al verte en mi cama, junto mí. Me encantan esos momentos en los que me despierto pronto y te observo dormir durante un buen rato, fijándome en cada detalle de tu rostro, de tu fina piel y tus rosados labios. Me encanta cuando la luz deslumbra tu mirada y hace que abras los ojos, mostrándome el verde esmeralda que en ellos se esconde. Tu voz ronca cuando me dices: "Buenos días mi amor" con esa sonrisa que ilumina hasta mis días más oscuros. Me encanta marcar tus hoyuelos con mis dedos, como si de un secreto mío se tratase, algo que solo yo tengo el privilegio de presenciar. Cuando vas corriendo a la cocina a prepararme un té con leche porque sabes que es mi preferido y me estoy muriendo de frío. Luego me lo llevas a la cama en una bandeja y encuentro siempre un papel con un poema de amor escrito por ti. A veces me dibujabas cosas, pero llegamos al acuerdo de que trazar líneas no era tu fuerte. Sin embargo era una de mis cosas preferidas, las echo de menos. 

Me encanta cuando los días de frío te colocas junto a mí en el sofá y me abrazas sin ni siquiera pedírtelo, sabiendo que necesito tu amor al menos una infinidad de veces al día. Nunca prestamos atención a la película porque nuestros labios parecen dos imanes de polos opuestos; siempre se atraen. 

Me encantan esos momentos en los que te ayudo a cocinar pasteles pero, dios mío, soy tan malo que al final acabo estropeando todo tu trabajo. Pero aun así me dices con una sonrisa que no importa, que mi compañía es lo único que te hace feliz. Entonces siempre nos manchamos de dulce el uno al otro, ya sea de chocolate, vainilla o avellana y acabamos besándonos con la misma dulzura y timidez de la primera vez.

Me encanta cuando en los días lluviosos salimos a dar un paseo y compartimos el paraguas rojo, el color del amor y la pasión; pisando los charcos que reflejan nuestros cuerpos, riéndonos de nosotros mismos por nuestro comportamiento tan infantil. Recuerdo aquella Navidad que me invitaste a chocolate caliente y estuviste riéndote de mí un buen rato porque me había manchado la comisura de los labios. En ese momento supe que me gustabas; con el simple roce de tus finos dedos en mi piel noté un escalofrío recorriéndome todo el cuerpo y un rubor rojizo en mis mejillas se apoderó de mí.

También recuerdo la primera vez que me dijiste "te quiero". Estábamos celebrando mi cumpleaños en mi casa, los dos solos. Me regalaste un oso de peluche gigante con una nota que decía: "Lleva conmigo desde que tenía ocho años, es mi mejor amigo y mi fiel compañero en las pesadillas, pero quiero que ahora lo tengas tú. Cuando no puedas dormir abrázale y cierra los ojos, imagínate que me estás abrazando a mí". Con lágrimas en los ojos me abalancé sobre ti y ambos caímos bajo el árbol de Navidad. Sonreías, sonreías con la sonrisa más sincera de todas mientras me mirabas como si el mundo se hubiera detenido en aquel preciso instante. Suspiraste, y en un susurro dijiste: "Te quiero". 

Pero yo no supe cómo responder.

No pude responder porque yo no solo te quería,

yo ya estaba enamorado de ti.

Entonces comencé a besarte por toda la cara; besos dulces, cortos pero que tenían un gran significado para los dos. La dulce voz de tu risa me indicaba que te estaba haciendo cosquillas pero, sin embargo, no querías que me detuviera.

Desde entonces hemos estado juntos todos los días; incluso cuando no podíamos vernos por nuestros horarios de trabajo, aparecías en la puerta de mi apartamento con un ramo de rosas rojas y una caja de bombones para jugar a adivinar sabores.

Aún guardo la carta que colocaste junto a un ramo de flores que decía: "Te amaré hasta que la última flor muera."

Una era de plástico.

Pero aun así nunca te he respondido "te quiero", porque mis cuerdas vocales no emiten ningún sonido. Cuando supiste que era mudo y no tímido no te reíste de mí, no hiciste comentarios burlescos ni ningún chiste al respecto. Me acariciabas la mejilla en señal de que todo iría bien. Desde el primer momento me aceptaste por como soy, con mis defectos y no sabes lo agradecido que te estoy por ello.

Así que decidí escribirte esta carta, como regalo de nuestro primer aniversario y Navidad. Me he prometido a mí mismo mostrarte mi amor cada día mediante besos de esquimal. Parece una tontería, pero tras un año juntos me siguen dando vergüenza muchas cosas y rozar nuestras narices me parece algo muy romántico.

Junto a esta carta encontrarás un cuaderno lleno de "vales por besos y abrazos". Sabes que puedo llegar a ser muy empalagoso a veces, perdóname eso también.

Te amo. Te amo como nunca he amado a nadie en este mundo.

L."


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 22, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Te quiero" (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora