Todo parecía como si fuese un enorme sueño, yo estaba muy confundido con lo que sucedía en el entorno social en el que me desenvolvía. Yo venía de una mentalidad diferente, siempre así fue solamente que no quería mostrarla. Solía caerle bien a todo el mundo, complacerlos en todo; sin embargo un día llegó aquel sujeto que era mayor que todos nosotros en el salón, yo estaba con el grupo de amigos que acostumbraba estar. Él me comentó:
-Hey, ¿por qué te juntas con todo ese grupo de estúpidos? -Lo hizo de una manera que me enfureció ya que aquel grupo solía aceptarme.
-¿Y tú quién eres? NADIE te conoce, no tienes derecho de insultar a mis amigos.
- Jaja ¿Tus amigos? ¡Vamos! Piénsalo, son unos idiotas. La verdad veo gran potencial en ti, como para que estés con ellos...
- ¿Potencial? Exclamé...
- ¡Si! Tú y yo podemos ser los mejores amigos y conquistar a todo el mundo.
- <Sorprendido> ¿de verdad crees que eso hagamos?
- ¡Si! Vamos, aléjate de ellos.
Poco a poco yo fui dejándolos y vaya que viéndolo desde la perspectiva que él tenía, si parecían unos verdaderos idiotas.
Me gustaba la mentalidad de él, el único problema y el que esa persona no sabía era el que yo siempre había sido diferente a los demás, la única diferencia es que me rodeaba de gente mediocre y no estaba muy seguro si mostrar lo que yo era de verdad, él no me cambió, simplemente me hizo ver todo lo que estaba desperdiciando.
El problema fundamental que encontré en él, ¡Joder! No me gusta mencionarlo pero... si, él sólo usaba ese potencial para las mujeres, y sorprendentemente si obtenía resultados bastantes buenos; con unos métodos bastantes machistas que yo no los aceptaba, pero los aplicaba porque tenía el deseo de una mujer, sin embargo y a pesar de eso... Yo no sólo quería utilizarlo en ese campo.
La gente desde ahí fue reconociendo mi cambio, y era imposible no notarlo, ya que yo siempre he sido así, pero, tenía problemas con adaptarme al medio.
La gente comenzaba a decirme del por qué radicalmente soy otra persona, aunque no era otra persona, era YO, lástima que ellos no conocían nada de mi.
Desde ahí supe que debía cambiar su mentalidad, algo que verdaderamente no conocía de mi, es... la facilidad de analizar a las personas y déjenme decirles que he acertado el 99.99% de mis análisis.
Había una mujer bastante rencorosa y no atractiva visualmente para mí.
Tenía antecedentes muy fuertes y malos de su familia y es que esa niña SERÍA MI PEOR PESADILLA.
Su nombre es Alisse, ¿gran nombre? Yo creo que si.
Esa niña tenía una extraña obsesión conmigo, aunque siendo honesto tenía bastante pretendientas, aunque yo no me sintiera una persona atractiva.
Yo tenía que escuchar sus tonterías, sus problemas y aguantarla; hasta que un día me harté, me paré enfrente de ella y comenté:
<Imponente> ¡Alisse! Estoy harto de ti, no me interesa tus problemas, quizá deberías alejarte de mí, no me interesan los cortes en tus brazos, tus sentimientos, ni nada de ti...
Ella llorando respondió; Ernest, ¿qué te pasa? ¿Acaso sabes lo que haz provocado? ¡Me voy a matar!
Salió corriendo y llorando y entre cada paso y paso que daba tenía un ligero sentimiento de culpa que no podría soportar; aunque siéndoles honesto sabía que eso me haría más fuerte y así podría liberarme de cualquier culpa. Y es cuando viene la etapa más importante de mi vida...
