Y ahí estaba yo, sentado en una banca del parque por la noche acompañado de un cigarrillo, pudriéndome como si fuese un cuerpo que va directo a la morgue. Al parecer no era el único que se sentía miserable esa noche. A dos bancas de la mía está sentada una chica llorando que a mi parecer le han roto el corazón aunque jamás he tenido la oportunidad de sentir el dolor de un "corazón roto". Me he enamorado profundamente de chicas y bueno, también de chicos, pero jamás he tenido un amor correspondido. Creo que es porque siempre he sido llamado con el término "raro" en todas las escuelas y casas de padres adoptivos en las que he estado.
Sí, soy un patético chico que fue abandonado por sus padres en el momento que nació y supongo que por eso las familias con las que estuve recientemente me llevaban de vuelta al orfanato, ellos no me querían. Diecinueve años y ninguna familia me ha querido realmente. Las monjas dijeron que es difícil que a ésta edad quieran adoptarme. Aunque con el paso de los días, meses y años he perdido las esperanzas de que un huérfano encuentre a la familia "perfecta". Sé que sueno un poco sensible, pero ya no lo soy, ya no más. Me he cansado de que cualquier chico y chica se aproveche de mí sólo por que soy débil. Las chicas dicen que soy un pobre chico guapo que no puede darles lo que necesitan. Pero ¿qué es lo que necesitan? Qué más que un amor verdadero y un chico que las protegerá a pesar de las circunstancias, aunque ahora todo lo que buscan es sexo y yo, soy virgen. Y sí, como lo leyeron, las chicas me llaman guapo pero eso no sustituye que me llamen raro.
En la escuela todos creen tener el derecho de llamarme "satánico" sólo porque sé demasiado sobre el tema. Aunque no sólo sé cosas sobre demonios y rituales, también soy un nerd. He aprendido demasiadas cosas sobre la historia de diferentes países porque me parece interesante. Y bueno, no soy satánico, pero mi juego favorito es la Ouija. Hace un par de semanas jugué por última vez, pero es raro, desde entonces he sentido que algo o alguien me persigue e incluso, habla conmigo en mis sueños. Aún no sé quien es, la imagen en mis sueños es un poco borrosa y difícil de descifrar. Cuando estoy en clase suele haber una voz en mi mente que me llama por mi nombre y comienzo a desesperarme, incluso, a volverme loco. Mi nombre es Lucas Matta, o como me llaman en la escuela, Lucas "el satánico bisexual" Matta y esta es mi historia.
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Los Demonios De La Mente
De TodoEl infierno no está bajo tus pies, está frente a tus ojos. -Lucas Matta