Tú me amas ¿verdad?

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  El olor a humo y el sonido de las sirenas hacían que la cabeza de Hyuk doliera. Levantó su cuerpo levemente de donde estaba acostado y sintió una puntada que bajaba por su espalda. Voces se escuchaban a su lado, pero no podía escucharlas claramente, tampoco podía abrir sus ojos, ya que las grandes luces blancas se lo impedían. Sus piernas empezaron a debilitarse y un susurro se hacía mas fuerte.

  Reconoció esa voz. Era su voz. Se esforzó a abrir sus ojos una vez mas, y esta vez si lo logró. Todo era blanco, a medida que se iba acostumbrando, notó que se encontraba en una habitación blanca, sin ningún tipo de decoración y él estaba parado en el medio de ésta. Giró en sus talones cuando volvió a sentir sus piernas, buscando algo que le pudiera indicar donde estaba y cómo se iba de allí.

  Y ahí fue cuando la vio. Vestía de blanco, y la pequeña brisa -que en realidad no sabía de donde salía- movía su vestido a un costado, haciéndola ver más inocente. Sonrió. Y se acercó a ella aliviado, pensando que ya todo estaba bien, pero confundido por lo que estaba pasando. Escuchaba su nombre en el fondo de su cabeza, y reconocía que era ella quien susurraba. Pero había un problema, y siempre hay uno. DaSom no estaba moviendo sus labios. Ni siquiera lo miraba a los ojos.

  Los ojos de DaSom estaban clavados en el piso, y cuando Hyuk le sostuvo la mano, estos se posaron sobre él. Fríamente recorrieron su cuerpo, cómo si no lo conociera, como si fuera un extraño. La chica dejó sus manos caer al costado de su cuerpo y giró en opuesta dirección a Hyuk. Dio un par de pasos antes de que Hyuk le obtuviera el paso. Él agarró fuertemente el brazo de DaSom y tiró de ella.

  Pensó que eso no era normal de ella, que algo le estaba sucediendo, pero no le prestó mucha atención.

Si te vas a ir, ve a donde te guíe tu corazón. Ahora mismo pisotea mis sentimientos y déjame.

  DaSom abrió la boca y pronunció algunas oraciones. Hyuk la escuchaba, pero no entendía sus palabras. El chico empezó a desvanecerse, lentamente sintió que su cuerpo se hacía más liviano, y que sus pies dejaban de tocar el suelo. Su visión comenzó a volverse nublosa y ya no sentía parte de su cuerpo.

Tengo miedo de abrir los ojos. Quiero estar contigo, quiero volver a dormir.

  Hyuk sintió que su cuerpo caía a algo parecido a una cama y que su pecho se comprimía. Este ardía como si fuego lo estuviera quemando por dentro o como si vidrios crecieran desde sus pulmones e intentaran salir para afuera. O tal vez así era como se sentía el amor, y eso que sentía por dentro eran los pedazos rotos de su corazón que intentaban unirse, y se buscaban sin rumbo alguno, sin saber a donde ir.

  Él escuchaba esas voces de nuevo a su alrededor, y le parecían familiares. Un pitido, que sin saber que provenía de un electrocardiógrafo a su lado, le rompía los tímpanos. Todo su cuerpo dolía y mas de la mitad de éste estaba siendo aplastado.

  Alguien gritaba al lado de Hyuk, pero no eran gritos de dolor, más bien era muy similares al llanto. El chico intentaba codificar el significado del llanto, pero lo único que podía escuchar era una voz femenina. Su cuerpo se tensó al escuchar el nombre de DaSom.

—DaSom ha muerto.

  El grito de su madre fue aún mas aterrador. Hyuk sintió puntadas fuertes en su cabeza y todo volvió a ponerse negro.

—Sigo recordando esa noche cruel e interminable.

  La ruta disparejamente arreglada hacía que el auto de Hyuk rebote contra el piso. Eso sumando el mal humor y los caprichos de su novia, no hacían que se calmara. DaSom había estado molestada desde que habían salido del teatro. No era la obra que ella había esperado, pero él no tenía la culpa. Aparte, ella quería ir a un restaurante elegante, pero el mas elegante se encontraba a mas de 320 km de la ciudad. La ruta estaba húmeda y la neblina no le permitía ver claramente, pero la chica seguía quejándose. Cuando la chica pegó su último grito, la aguja del velocímetro se disparó a mas de 110 km/h. La velocidad iba aumentando, al igual que el enojo del chico.

  La bocina de una camión que venía en su misma dirección pero en sentido opuesto lo hizo despertarse e intentó pisar el freno rápidamente. Cuando su intento falló, lo último que escuchó fue el grito de DaSom antes de que el auto impactara contra el camión.

  Abrió débilmente sus ojos y miró a su costado. Era dificultoso para él esto debido a toda la sangre que se iba acumulando en su cara. Palmeó su costado buscando su celular, el cual probablemente ya se encontraba destruido, y en su lugar tocó la delicada mano de su novia. La chica, a causa de un reflejo, se defendió, corrió su mano lejos de él.

   —Tuve una pesadilla horrible y aterradora. Soñé que me dejabas para siempre.

  El doctor a cargo le ordenó a los enfermeros que anotaran la fecha y hora en la planilla de Song DaSom, declarando oficialmente la muerte de ella. Los llantos aumentaron y por el contrario, los latidos del corazón de Hyuk disminuyeron. Inmediatamente, los enfermeros y doctores presentes se dirigieron hacia el chico, intentando traerlo de vuelta a la vida. Pero intentaban curar lo incurable. El corazón roto de Han SangHyuk ya no tenía cura.

—No, no le daré importancia a ese sueño. Tu me amas, ¿verdad?

  Una descarga eléctrica. Dos descargas eléctricas. Tres. Cuatro. ¿Cuantas se necesitaban para revivir su corazón?

—Cierro mis ojos una vez más y vuelvo a ese sueño.

  Hyuk abrió los ojos y volvió a ver la misma habitación que momentos antes. Recorrió esta con la mirada rápidamente, buscando lo que ya antes había encontrado. Ella estaba allí. Con el mismo vestido y la misma mirada en sus ojos. Hyuk levantó una de sus piernas con extremada fuerza sin importarle ningún dolor. Dio un par de pasos que fueron inútiles debido a que no se acercaba a la chica.

  Sus ojos se llenaron de lágrimas y una por una fueron cayendo por sus mejillas. Sus piernas se debilitaron, obligándolo a caer de rodillas al suelo. Usó sus manos cómo apoyo y levantó su cabeza. Miró a DaSom a lo lejos sin poder creerlo; ella se acercaba lentamente. El chico sintió que algo cálido le recorría su mejilla, y notó el perfume tan característico de su novia invadir la sala. Las manos de ella se encontraban sobre su cara, acariciándolo con suavidad. Y entonces sonrió, recordando los buenos momentos en los que había sido feliz.

—La realidad sin ti es el sueño del que habíamos estado huyendo.

  Se despertó de un golpe. Su corazón palpitaba fuerte contra su pecho, como si quisiera salir de allí a golpes. Su cabeza dolía y su almohada estaba húmeda llena de lágrimas. Aunque quisiera negarlo, todavía la extrañaba, y sentía que la culpa de todo había sido de él.

—Todo está aquí, pero tú ya no estás.

  Ella era lo que faltaba en su vida. Y él la había asesinado.

—Ese sueño del cual no quiero despertar por el resto de la eternidad.

Eternity ↦ hyuk      ϟ one shot ϟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora